Las primaveras de Moceop -- Andrés Muñoz

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Moceop

A Moceop le va bien la primavera. Es su tiempo propio, porque, en primer lugar, nació del Vaticano II, auténtica primavera eclesial, y porque sigue conservando el espíritu fresco, creador, libre que entró en la Iglesia al abrir las ventanas al mundo real; luego con los años se coló el invierno en la Iglesia, al volver a cerrar puertas y ventanas en la casa católica.
Pero, además, Moceop es primaveral, porque celebra sus grandes encuentros, estatal y encuentro itinerante, casi siempre, en primavera, señal y presagio de nuestra lozanía.

El último encuentro itinerante-primaveral fue en Valencia, tierra de flores, luz y color (primavera mediterránea) los días 17 y 18 de mayo, al que acudimos 22 moceoperos/as (lástima que otras y otros se lo perdieran por razones diversas) que unidos a los valencianos formábamos más de medio centenar.

Como en ocasiones anteriores, y siguiendo el espíritu de estos encuentros-convivencia, compartimos experiencias y proyectos con varios grupos y comunidades cristianas de base de Valencia y Castellón.

El programa, preparado por los organizadores, era rico y denso; su realización no defraudó.

Como actos fuertes había una Mesa Redonda con varios colectivos eclesiales, Fiesta solidaria con África en el barrio de Nazaret y el Aplec Eclesial de Xarxa Cristiana de Valencia.

MESA REDONDA

Participaron en ella el Grup de Rectors del Dissabte, colectivo de sacerdotes en activo que llevan reuniéndose hace varios años «poniendo el acento en lograr una Iglesia misionera y optar por la clase obrera»…»lucha por la democracia y reivindicación de la riqueza cultural valenciana». También luchan «por una Iglesia desclericalizada, menos fundamentalista y menos obsesiva con el sexo (aborto, divorcio, preservativos, celibato,etc..»

Las Dones creients intervinieron presentando sus realizaciones y proyectos. Este colectivo de mujeres trabajan, sobre todo, el campo social y feminista, así como la reflexión teológica, sobre todo en temas de derechos sexuales, ecología y ecofeminismo. Su dificultad es «la invisibilidad eclesial». «Para la Iglesia no existimos», dicen.

El colectivo de gays y lesbianas cristianas Lambda dijo que hace 12 años que siguen en el empeño de vivir y hacer visible su fe desde su homosexualidad, a través de actividades comunitarias y celebraciones. Se encuentran muy bien acogidos por las comunidades de base, pero marginados por la Iglesia jerárquica e institucional. «Creemos en una Iglesia encarnada en el mundo actual con estructuras horizontales»

Las Comunidades Cristianas Populares de Valencia, otro colectivo interviniente, están formadas por seis comunidades, que son «independientes, igualitarias» y «la eucaristía es el centro de la comunidad». Se consideran alternativa de Iglesia y «la utopía la tenemos como una apuesta de Dios».

Guillén nos presentó a varios grupos y asociaciones de Castellón (Asociació Bisbe Climent, Asociación de laicos Vaticano II, Grup de cristians socialistes, Cristians y cristianes de base de Castelló). Cada uno tiene sus propios objetivos: unos defienden y fomentan la lengua y cultura valencianas; otros se interesan por la formación de las personas en la línea del Vaticano II. Los hay que intentan hacer visible en la Iglesia el socialismo, mientras otros colectivos se fijan más en la catequesis y acompañamiento de chavales a través del tiempo libre, campamentos, escuelas de música, coros, etc…

Moceop, por su parte, mostró su recorrido y las distintas etapas a través de los 30 años de existencia. Tere, insistió en las convicciones y coordenadas básicas del movimiento: que es un movimiento de Iglesia, que su fuerza está en los hechos, que apostamos por la pequeña comunidad, que la libertad nos hace sentirnos activos de una Iglesia distinta que se va construyendo en igualdad y sin clericalismo. Moceop es un movimento que se siente «libre para pensar, decir lo que piensa y sobre t odo, vivir lo que piensa y dice»

Todos los colectivos insistieron y coincidieron en una idea: que queremos ser Iglesia, nos sentimos Iglesia, pero queremos ser Iglesia de otra manera; que no nos gusta esta marcha involucionista de la Iglesia oficial y queremos ser alternativa. A todos nos interesa más la transformación de nuestra tierra en un mundo más humano y solidario (Reino de Dios) que los entornos eclesiásticos.

En el coloquio se insistió en que debemos ser coherentes con nuestras convicciones, pero también firmes en la labor profética. Hay quien sugirió, como alternativa a la situación de deterioro en la Iglesia, dejar que mueran ciertas cosas en nuestro catolicismo y en nuestra Iglesia, y que es bueno que mueran, para ceder el paso y el puesto a nuevas iniciativas.

Después, en la comida fraterna entre todos los integrantes y asistentes a la mesa redonda, seguimos charlando y compartiendo experiencias de nuestro caminar como miembros de una Iglesia y ciudadanos preocupados por nuestra humanidad amplia y local. A nivel de corrillos de comensales nos enteramos de que la Iglesia oficial valenciana no se ha encarnado demasiado en el pueblo, que no defiende la identidad de la iglesia valenciana, que incluso ni siquiera potencia las celebraciones en lengua valenciana; que se ha aliado con la derecha más rancia; que el clero, en general, es muy clerical y las parroquias poco plurales. Sin embargo, la Iglesia de base es la que mantiene la llama de la identidad como Iglesia valenciana. Ha sacado a la luz diversas publicaciones en valenciano, hasta leccionarios litúrgicos, catecismos,etc… El Foro de cristianos es otra gran referencia cristiana de esa iglesia que está comprometida en la liberación de las personas y los pueblos. Y todos los grupos, comunidades, colectivos cristianos se han sensibilizado con el pueblo y sus necesidades.

Así mismo se hablaba también de la Valencia Dual. La Valencia oficial, la que presentan los políticos, la de los grandes acontecimientos (Copa de América de Vela, Formula1, visita del Papa), de los grandes monumentos de Calatrava… Pero hay otra Valencia, más real, verdadera, la Valencia de la ZAL, que ha destrozado una cultura agraria, que destruye el patrimonio histórico, que privatiza la sanidad, la que quiere enseñar en ingles la asignatura Educar para la Ciudadanía, la Valencia que tiene otras realidades sin atender. Algunos comensales valencianos, que relataban esta situación, abogaban por crear una unidad popular, una fuerza social que antepusiera los intereses del pueblo por encima de los políticos.

BREVE REUNI?N DE MOCEOP

El grupo de Moceop tuvo una breve reunión en los locales de la asociación de vecinos del barrio, en la que se informó sobre la marcha de las actividades en las que Moceop participa a nivel nacional e internacional. Se comentó la situación de nuestra revista Tiempo de Hablar y los moceoperos valencianos nos dieron datos sobre la creación de la Xarxa (Red) Cristiana, que las comunidades cristianas de base de Valencia, entre ellas Moceop, han hecho para unirse a Redes Cristianas.

DÍA DE ÁFRICA

La tarde del sábado la dedicamos a concienciarnos sobre la situación de África y colaborar en proyectos solidarios.

Por cuarto año consecutivo se celebra el día de África en el barrio de Nazaret bajo el lema «El Mon a la teua plaça» (El mundo en tu plaza). Es «una iniciativa para denunciar la situación de injusticia que vive el continente africano, para fomentar la participación de los colectivos de inmigrantes, dar a conocer las diferentes culturas en nuestra ciudad desde una perspectiva lúdica y dinámica y para promover la convivencia ciudadana entra todos», según reza en el programa.

Fue una tarde llena de actividades musicales, folclóricas, de mercadillo, paneles informativos y cena popular. Y, sobre todo, cargada de mensaje de urgencia. «África grita» llevábamos en las camisetas de distintos colores que la mayoría de los participantes nos pusimos. La batucada final fue la que amplió el grito angustioso africano y que hizo que se nos metiera a todos en el corazón.

APLEC ECLESIAL

La guinda de este encuentro primaveral de Moceop con los grupos cristianos de base de valencia y Castellón fue la participación en el Aplec Eclesial de la Xarxa Cristiana, celebrado el domingo por la mañana.

El lema escogido Un esperit i molts dons resume los objetivos de la Red: «visualizar la diversidad de grupos y carismas de la Iglesia de base de Valencia; enredarnos para coordinarnos, compartir experiencias, celebrar nuestra fe, dar gracias por la riqueza de la diversidad y animarnos mutuamente en nuestros compromisos de transformación eclesial y social».

Esta realidad se vivió en un acto eucarístico, rico en creatividad, simbología, oración, fiesta. Hubo mucha participación, ya que la Xarxa la componen 18 colectivos de base y acudió una parte importante de cada grupo. El saludo de bienvenida creó un ambiente cálido con el canto de la Misa de la Alegría: bienvenido a tu casa,-aquí se habla en amor,-el idioma del alma,-el que mueve montañas. El gesto de Jesús se hizo profundo, porque nos recordó que «tu mismo amor nos une en una red, donde todo el mundo cuenta, donde nadie queda fuera, donde los nudos crean unión y fuerza; la debilidad unida es fuerte; la diversidad compartida enriquece; la igualdad y la diferencia se dan la mano», rezábamos en la plegaria eucarística. Brindamos con el pan y el vino «por la fiesta final de la gran liberación…por la familia humana reconciliada y feliz»

Y terminamos con un manifiesto, en el que se recoge el sentir de todos. Entre otras cosas dice:

decir, decirnos nuestra realidad: que somos recipientes fragmentados, somos seres creyentes, abiertos, caminantes, sin aminos marcados; somos un yo-cuerpo y alma-unidad…que subimos la montaña con nuestro creer, agarrados a las manos de los otros

hablarnos de Dios padre y madre, de nuestro Jesús, desnudado de migajas, usurpaciones

comunicarnos la alegría de nuestra fiesta que queremos deseamos y padecemos en la medida de nuestro deseo, de nuestra utopía.

El encuentro primaveral de Moceop fue un disfrute. Y este disfrute se lo debemos, en parte, a sus organizadores: Deme, José Ignacio, Ovidio, Faustino y familias y a todas las demás personas que compartieron con nosotros, y nos dejaron compartir, parte de las vivencias personales y comunitarias. Gracias, amigos y amigas valencianas.