Las iglesias responden al cambio climático -- Carta conjunta de la Conferencia de Iglesias Europeas y el Consejo de Conferencias Episcopales Europeas a las iglesias en Europa

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Iglesia Evangélica Española

Queridos hermanos y hermanas,

Esta carta es un escrito conjunto de la Conferencia de Iglesias Europeas (CEC) y el Consejo de Conferencias Episcopales Europeas (CCEE), y se refiere a uno de los mayores retos que nos ha tocado afrontar.

El cambio climático es un grave problema que afecta a todas las personas y a la vida del planeta. La Tierra y todos sus ecosistemas son un don precioso que hemos recibido de Dios.

Ante la crisis global – económica, ambiental o de cualquier otra clase -, estamos llamados a vivir de tal forma que, la fe, la esperanza, el amor a Dios y el respeto a la totalidad de su creación, se pongan de manifiesto de manera irrefutable.

En un mundo cuyos recursos naturales son limitados, debemos promover un estilo de vida que evite el abuso de los dones de Dios en la creación y promueva una buena administración de todo lo que ?l nos ha dado. Desde esta perspectiva, debemos reducir nuestra dependencia del aumento del consumo de energía y, en particular, del consumo de energía basada en combustibles fósiles.

Los países industrializados deben tomar la iniciativa en estos esfuerzos, ya que, durante décadas han sido responsables de la acumulación de Gas de Efecto Invernadero (GEI) en la atmósfera de la Tierra. El efecto acumulativo de estos gases, de efecto invernadero, es uno de los muchos retos que debemos gestionar a través de la toma de decisiones políticas. También nos obliga, como comunidades e individuos, a modificar nuestras vidas cotidianas.

En la Conferencia sobre el Clima de la ONU, celebrada en Copenhague del 7 al 18 de diciembre de este año, se tomaron importantes decisiones que influirán en muchos aspectos de nuestras vidas a partir del ya previsible futuro. La CEC y la CCEE, junto con muchas Iglesias particulares en Europa creen que las cuestiones debatidas en la conferencia y los desafíos que enfrentamos no sólo tienen que ver con los aspectos técnicos del cambio climático: la ética, la cultura, la fe y la religión son elementos fundamentales de nuestro estilo de vida y deben tenerse en cuenta si queremos afrontar el cambio climático con eficacia y garantizar el desarrollo humano integral. Sabemos que sólo con una ecología realmente humana, que tenga en cuenta tanto nuestros derechos como nuestras responsabilidades hacia los demás y hacia las generaciones futuras, es posible prever un mejor cuidado del medio ambiente.

Creemos que la UE debe intensificar sus esfuerzos en reconocer la responsabilidad de sus países miembro en el combate del cambio climático.

A la luz de esto:

Animamos a las iglesias y a los cristianos de Europa a adoptar las medidas adecuadas para hacer frente al reto del cambio climático en las próximas semanas:

Les alentamos a que se dirijan a sus respectivos gobiernos y les inviten, con valiente generosidad, a tomar medidas enérgicas en mitigar y adaptarse a los efectos del cambio climático. El impacto de la crisis económica no debe ser una excusa para evitar una acción eficaz en la protección del medio ambiente.

Animamos a las Iglesias en Europa a que señalen que el reto del cambio climático es una cuestión de justicia. Los que menos han contribuido al problema del cambio climático, ya que viven en regiones menos desarrolladas y menos industrializadas, son los primeros en sentir los efectos. Debemos reconocer sus preocupaciones y unirnos a ellos en hacerlas frente.

Debemos reconocer que el cambio climático puede causar sufrimientos y penurias indecibles, obstaculizar el desarrollo humano integral y dañar la creación. Apoyamos el desarrollo de nuevos instrumentos financieros que permitan hacer frente a estos problemas.

Animamos a las Iglesias a participar en las iniciativas de ahorro de energía, en la promoción de las energías renovables, a abordar los efectos negativos del cambio climático y a educar en una responsabilidad ecológica destinada a proteger una ecología humana auténtica.

Alentamos la creación de redes, el intercambio de iniciativas y buenas prácticas que orientadas al cuidado de la Creación tal como señaló y recomendó la 3ª Asamblea Ecuménica Europea en 2007 en Sibiu (Rumanía).

Invitamos a las iglesias a participar en la oración común, en solidaridad con quienes sufren los efectos negativos del cambio climático, a una búsqueda común de sabiduría y perseverancia con el objetivo de cambiar nuestros inadecuados estilos de vida. El domingo 13 de diciembre de 2009 en la Catedral luterana de Copenhague, se celebrará un culto ecuménico, como parte de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el cambio climático. Te invitamos a unirte a estas oraciones de cara a acompañar a la extensa comunidad de personas que orarán en Copenhague y en muchas otras partes del mundo. A las 15.00 horas las iglesias en Dinamarca harán sonar sus campanas, y los cristianos de todo el mundo estarán invitados a hacerse eco de ellas haciendo sonar sus propias campanas 350 veces, a las 15.00 horas (hora local). Se puede encontrar más información sobre esta iniciativa en www.bellringing350.org. Lo que se pretende es una cadena de sonidos de campanas y oraciones que se extienda en una línea de tiempo desde las Islas Fiji en el Pacífico Sur – donde el primer día se inicia, y donde los efectos negativos del cambio climático se han hecho perceptibles hoy día-, hasta el norte de Europa y a través de todo el mundo.

Pedimos a Dios Su gracia y sabiduría para prepararnos a enfrentar los desafíos de la actual crisis ambiental. Lo hacemos como respuesta a la llamada de Jesús en el Evangelio para promover sociedades que se caractericen por la justicia y la solidaridad

CCEE y la CEC, en estrecha colaboración con la Red Ambiental Cristiana Europea (ECEN), supervisarán activamente la situación. Estaremos encantados de responder a las preguntas y necesidades de aclaración que resulten de la presente carta.

Con la bendición de Dios,

St. Gallen / Ginebra, 6 de noviembre de 2009
Fr. Duarte da Cunha, Secretario General CCEE
Ven. Colin Williams, Secretario General CEC