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(El Salto)
Un grupo de activistas proponen una consulta para traspasar pisos de alquiler de manos privadas a públicas.
El periódico Tagesspiegel todavía no se ha enterado. La semana pasada titulaba: ?Gentrificación total. Ya vienen los dentistas de Kassel??. En la noticia se comentaba que uno de los barrios en el este de la ciudad, Lichtenberg, que hasta hace poco tiempo no resultaba nada atractivo a familias con ingresos medios y se destacaba por ofrecer alquileres bajos, se está convirtiendo en el lugar de la capital alemana al que más familias se han mudado.
Sin embargo, advierte el diario, ya se comienza a ver cómo los alquileres no han parado de subir y cómo en este momento la ?clase creativa?? se ha mudado a la zona y a esa clase le seguirán los dentistas venidos de Kassel o los abogados de Nueva York a comprarse pisos en propiedad.
Es un proceso de revalorización de la propiedad inmobiliaria que se observa en cualquier capital, ahora bien, parece que aún no se han enterado de que la última propuesta activista antigentrificación de la capital va en serio, es ?Expropiar a Deutsche Wohnen??, una propuesta contra los intereses de una de las mayores inmobiliarias alemanas (?Deutsche Wohnen enteignen??, en alemán).
El sueño de arrebatar decenas de miles de viviendas de alquiler a tiburones de Wall Street para pasarlas a titularidad estatal no es algo que antes quitase el sueño a un médico que nunca ha tenido inquietudes políticas. Y ese es, sin embargo, el caso de Sebastian, que responde a las preguntas de El Salto como portavoz de la iniciativa berlinesa y que prefiere que no desvelemos su apellido porque ha llevado a la gran inmobiliaria Deutsche Wohnen a los tribunales.
Sebastian vivía en un piso de alquiler normal en un barrio del este de Berlín. Un buen día, la empresa comunicó a todo el bloque que se iban a llevar a cabo unas mejoras en el edificio. A raíz de los arreglos, el alquiler subió, ya que la ley alemana permite aumentar un 11% las cuotas en caso de remodelaciones. Por sus ingresos, para Sebastian pagar más no fue algo traumático y pudo quedarse en su vivienda renovada.
Sin embargo, la mayoría de sus vecinos han tenido que marcharse y ello le indignó sobremanera, ya que una parte de su vida social y personal desapareció de un plumazo. La escalera se organizó para impedir que llevasen a cabo unas obras que hasta aquel momento consideran innecesarias y una excusa para subir el alquiler y obtener mayores beneficios. Entretanto la mayoría de los vecinos de Sebastian ya se habían marchado a vivir a otras viviendas más baratas. Eso sí: los que hayan conseguido encontrar alguna… Según los cálculos de la confederación nacional alemana de organizaciones de ayuda a sin techo BAGW (Bundesarbeitsgemeinschaft Wohnungslosenhilfe, en alemán), más de un millón de personas en el país no tiene un domicilio propio.
Eso no significa que todos ellos duerman en la calle sino que no tienen un sitio en el que estén registrados y puedan considerar su ?hogar??. En Berlín, igual que en el resto del país, el número de sin techo no ha dejado de aumentar.
Con idea de llamar la atención sobre esta problemática, el fin de semana pasado unos activistas llevaron a cabo la ocupación de nueve viviendas de propiedad pública que se encontraban deshabitadas en el barrio de Neukölln, Kreuzberg.
A pesar de que unas horas después de la acción de protesta las personas fueron desalojadas, se ha activado un debate en torno a estas viviendas públicas que le tocará organizar al gobierno berlinés, una coalición a la izquierda de socialdemócratas del SPD, Die Linke y los verdes, Die Grüne.
La siguiente propuesta de Sebastian y los otros activistas es más innovadora que las ocupaciones: decidir en referéndum si se expropia a Deutsche Wohnen. Por una parte, no se trata de una acción de un día, el objetivo no es ni siquiera ocupar sino directamente devolver al uso público una vivienda privada. Por otro lado se trata de una estrategia retórica, ya que la constitución alemana garantiza en su artículo 14 que el estado ha de respetar la propiedad privada, algo que en general se superpone a muchas otras cosas, como en el resto del mundo capitalista.
Sebastian lo reconoce: al final, si un referéndum de estas características sale adelante, el senado berlinés se encontrará ante una disyuntiva similar a la suscitada después de la recomunalización del agua: el estado tendría que comprar dichas viviendas a la inmobiliaria. ?Lo fundamental en este caso será valorar el precio real de las viviendas??, que no podrían ser los de mercado, explica el activista antes de marcharse.
UN CHOLLO PARA INVERSORES
Berlín los precios de las viviendas siguen siendo más bajos que en el resto de capitales europeas en relación a los ingresos de los habitantes debido a la peculiar historia de la ciudad antes y después de la reunificación. Inversores de todo el mundo compran edificios en Berlín y lo ven como un chollo.
Desde después de la caída del muro no se llevaban a cabo ocupaciones de viviendas y los conservadores están tan alarmados que las juventudes del partido liberal FDP han llevado a cabo una protesta ante la central de los verdes Die Grüne el viernes 25 de mayo para protestar por la comprensión que el partido ha mostrado con los ocupas en su valoración pública.
Han ?ocupado?? la sede, sin llegar a ocuparla, desde la puerta y con un par de pancartas. Los verdes, relajados, han sacado un par de tumbonas a la puerta para ver el espectáculo y les han impreso una guía sobre ?cómo llevar a cabo una ocupación exitosa??, que han repartido entre los jóvenes liberales. ?Tenemos la experiencia y podemos ayudarles a llevar a cabo una ocupación exitosa de nuestra sede??, explicaba el jefe de los verdes en el estado de Berlín, Werner Graf, en la televisión pública RBB.
Que el problema de la vivienda no es algo que afecte solo a las familias y personas con ingresos más bajos en la capital