La Santa Sede ofrece a los lefebvrianos una Prelatura Personal tras su reingreso a Roma -- Jesús Bastante

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Religión Digital

El Vaticano confirma adelantada en septiembre en exclusiva por Religión Digital
Bernard Fellay habrá de dar una contestación definitiva a la propuesta en julio

Se vislumbra el final al último cisma de la Iglesia católica. Como adelantó en exclusiva el 14 de septiembre pasado Religión Digital, la Santa Sede ha propuesto a la Fraternidad de San Pío X (más conocidos como «lefebvrianos») una solución canónica para su regreso a Roma: una Prelatura Personal, a cambio de su aceptación del Concilio. Bernard Fellay, superior de la orden, tendrá que dar una respuesta en julio.

Según confirmó en un comunicado la Santa Sede, la propuesta fue entregada a Fellay por el prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, William Levada, durante el encuentro que ambos mantuvieron ayer en el Vaticano.

Hasta la fecha, la única institución católica reconocida hoy como «Prelatura Personal» es el Opus Dei, fundado en 1928 por el español Josemaría Escrivá de Balaguer, canonizado en 2002.

La prelatura personal es una institución a la que la Santa Sede encomienda una determinada tarea que no queda circunscrita a un territorio particular, razón por la que en este caso la prelatura se denomina personal y no territorial y se pueden vincular laicos.

Monseñor Fellay deberá dar una respuesta a la propuesta en julio. «La cuestión está en sus manos», declaró desde Roma el director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, el jesuita Federico Lombardi.

Según fuentes cercanas a la FSSPX, la respuesta será positiva, y únicamente se opondrán «los recalcitrantes catoliquísimos que no aceptarían nada si antes el Papa y toda su Curia no les pidieran perdón, se echaran ceniza y les besaran los pies de su ortodoxia», pero que entre ellos no estará ninguno de los obispos.

Pese a la generosa oferta de Roma, todavía no está claro al cien por cien que todos los lefebvrianos se muestren dispuestos a aceptar el «preámbulo doctrinal» que hace meses les fue entregado por la Santa Sede, y que recoge algunos principios irrenunciable, como la aceptación del Concilio Vaticano II y sus apuestas por el ecumenismo. De hecho, no son pocos los que hablan de un posible «cisma interno» en la Fraternidad.

La Fraternidad de San Pío X fue fundada en 1970 en Econe (Suiza) por monseñor Marcel Lefebvre, quien fue excomulgado por el papa Juan Pablo II junto con los demás miembros del movimiento en 1988. En 2007, Benedicto XVI levantó las excomuniones.

La Fraternidad de San Pío X rechaza toda apertura y renovación dentro de la Iglesia y defiende la celebración de la misa en latín, según el misal de Pío V, del siglo XVI.