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Debo comenzar por confesar que andamos a mil leguas, de lo que hace dos mil años, anunció Jesús de Nazaret: el reinado de Dios, un proyecto de convivencia
universal: justa, libre y fraterna, proclamado por El y contrapuesto a otros reinos terrenales.
Como excepcional apunte al gran concierto
internacional del funeral de Isabel II, ofrezco el
chispeante aporte de Manuel Vicent, publicado en El
País, ( 18-09-22) y que concentra en sutil ironía, lo que
otros califican de ´ciénaga periodistica´ unida a la no
menor ciénaga política, por su inabarcable e irreal
internacionalidad.
?? Su breve lectura puede ayudar a explicar tan
hinoptizador montaje.
S O L O P O M P A S : Manuel Vicent
?Conscientes del poder sugestivo que ejerce la
liturgia sobre los súbditos y los fieles, el Vaticano y la
Corona británica la han conservado intacta con el
mismo rigor protocolario desde hace siglos,
puesto que son dos Iglesias, la católica y la
anglicana, cada una con su respectiva cabeza
coronada.
Cuando uno contempla la pompa fantasmogórica
que se ha montado con la muerte de Isabel II de
Inglaterra o asiste a una ceremonia del Papa
rodeado de obispos y cardenales envuelto en el
incienso entre los fastuosos mármoles de San
Pedro de Roma, puede que ignore que está siendo
sometido a una ilusión óptica, a una trampa.
Esas imágenes obedecen todavía hoy a un imperio
que ya no existe y a la representación en la
tierra de un Dios omnipotente que también se
ha esfumado.
La Historia los ha barrido, pero la liturgia
como expresión de su antiguo poder permanece
inalterable hasta su último detalle, aunque debajo
sólo quedan sombras, nada más.
El poder de un Papa se asienta en las
pantuflas bordadas, en las sagradas vestiduras
enhebradas en oro que cubren las pasiones y
miserias del cuerpo hasta llegar a la cabeza
rematada con una mitra faraónica.
Del mismo modo, el rey Carlos III de Inglaterra
no sería nada sin el trono del que sus posaderas
van a absorber una misteriosa corriente magnética.
Todos sus instintos, incluidos los más vulgares, se
moverán bajo distintos uniformes. De hecho, su
verdadero trabajo va a consistir en cambiarse
diariamente 30 veces de ropaje, sin que nadie,
salvo algún niño inocente, desubra que va
desnudo.
Unas nupcias, una coronación, unos
funerales son momentos estelares que someten
con estas pompas a la gente todavía hoy a una
hipnosis colectiva. Pero se trata de una magnífica
cáscara vacía en cuyo interior se mueven
personajes que solo son reales porque tienen la
necesidad perentoria de ir al cuarto de baño
varias veces al día.
Manuel Vicent
1- LA REVOLUCIONARIA ENSE?ANZA DE JES?S DE
NAZARET : Vosotros tener sólo a Dios como REY (MT,
20, 25-28 y Mr. 10,42-45)
?Jesús los reunió y les dijo: Sabéis que los jefes de las
naciones las tiranizan y los grandes las oprimen. No será así
entre vosotros; al contrario, el que quiera subir, sea servidor
vuestro, y el que quiera ser primero sea esclavo vuestro. Igual
que este Hombre no ha venido a que le sirvan, sino a servir y a
dar su vida en rescate por todos??.
Mt.19,13-15; Mr. 10, 13-16; Luc.18,15-17: ?Dejad a los
niños, no les impidáis que se acerquen a mí, porque los que
son como ellos tienen a Dios por Rey??.
2.JESUS DENUNCIA PUBLICAMENTE a los Letrados y
Fariseos, – ´de ayer y de hoy´- porque no entran ni dejan
entrar en el Reino de Dios : Mt. 23, 1-36
VOSOTROS, gran multitud y discípulos míos:
?? Haced lo que os digan, pero no imitéis sus obras.
?? Cargan fardos pesados sobre los demás, pero ellos
no los mueven ni con un dedo.
?? Todo lo hacen para llamar la atención: cintas
anchas, borlas grandes, primeros puestos y
asientos, que los reverencien y los llamen ?señor
mío?.
?? Vuestro maestro y director es uno solo: el Mesias;
vuestro Padre, el del cielo. Todos vosotros:
hermanos; vuestra grandeza: ser servidores, única
forma de poder encumbrarse.
?? Ellos no entran ni dejan entrar en el Reino de Dios.
?? Hacen prosélitos, que resultan peor que ellos.
?? Pagan lo mínimo y descuidan lo más importante: la
justicia, el buen corazón, la lealtad; cuelan el
mosquito y se tragan el camello.
?? Por de fuera, limpios, intachables; por dentro, llenos
de robo y desenfreno; sepulcros encalados, llenos
de huesos y podredumbre.
?? Presumen de no ser cómplices con sus padres, que
asesinaron a los profetas y pretenden honrarlos con
ornamentados mausoleos; per en realidad, los
siguen persiguiendo, azotando y crucificando.
?? Son hipócritas, guias ciegos, honrados por de fuera,
camada de víboras.
?? Porque siguen siendo muchos los enviados, pero
ellos los rechazan, apedreándolos o matándolos.
3-ACOTANDO LA CUESTI?N
Me permito resaltar que se trata de un tema que se viene
dando desde que existe la humanidad. El ser humano no viene
a este mundo, a la vida, por sí mismo, ha sido creado. Es por
tanto dependiente de Alguien, que, sin menoscabar nuestro
saber, se nos quiso revelar, enviándonos a su hijo, Jesús de
Nazaret.
La vida humana es efecto de una unión heterosexual
masculinofemenina , con potencialidad generadora de nuevos
seres,
Dicha unión y relación multiplicada produce la comunidad
y la convivencia social, que demanda establecer una
organización de Gobierno, elegida por todos, que les
represente y sirva para coordinar la convivencia y garantizar la
dignidad, la responsabilidad y los derechos de todos.
En el desarrollo de esta convivencia, nadie es más que
nadie, ni menos que nadie, sin que se atribuya poder acumular
medios y recursos que le hagan creerse superior, con el
consiguiente menosprecio, discriminación u opresión de los
demás. Dignidad, derechos y deberes valen por igual para
todos.
Históricamente observamos, y es lo que conviene
subrrayar, este proyecto primordial se trastueca y adquiere
formas de vivir profundamente injustas, opuestas y
contradictorias con lo que entraña y reclama la natural
dignidad y convivencia de los seresbhumanos.
Es aquí, donde creo, encontramos la clave para destapar
las graves desviaciones de instituciones político socio
culturales de la historia humana.
Instituciones espúreas, pero que han logrado justificarse
como naturales e incluso como expresión y reflejo de la
Voluntad Divina para darles sello de sagradas e intocables a
perpetuidad.
4- APLICAR LA REFORMA ECLESIAL FINALMENTE
ALUMBRADA EN EL CONCILIO VATICANO II.
En la mente del Papa Francisco hay una pregunta primera
al convocar la sinodalidad del pueblo de Dios: ¿Somos los
cristianos espejo de la cara fundacional de la Iglesia? ¿En sus
2000 años de historia, la imagen que hemos proyectado
responde a la que Jesús nos dejó o la hemos tergiversado? ¿Y
la imagen que hoy proyectamos es fiel copia o triste
caricatura?
Nos congratulamos de que el Papa Francisco convoque a
la Iglesia a una sinodalidad participativa desde un caminar
juntos en el ser y en el obrar. Da a entender que le importa
mucho dejarse interpelar por la totalidad de los cristianos y
asumir como signo de un caminar juntos, sus heridas y
frustraciones, sus anhelos y esperanzas, su dignidad y
derechos, sus propuestas.
Son muchos los estudios que narran este caminar
histórico de la Iglesia.
Por mi parte y en distinto y amplio artículo recién
publicado, intento señalar la evolución y cambios más fuertes
en estos 20 siglos, fruto de un modelo de Iglesia que, si bien
mantuvo entre sus fieles el seguimiento de Jesús, arraigaron
en ella serios desvíos, que marcaron su interior con una
profunda desigualdad.
Buscar las causas de esa desigualdad pondrá en pista a
quien se proponga averiguar la configuración de cuatro
imágenes fundamentales de la Iglesia:
1.Imagen primigenia-fundacional
2.Imagen política constantiniana (siglo IV).
3.Imagen absolutista de la Reforma Gregoriana
(siglo XII)
4.Imagen moderna del concilio VaticanoII (siglo
XX).
El contraste entre esas diversas imágenes, resalta la
disonancia entre la imagen fundacional y las que aparecen
desde el siglo III hasta la moderna del concilio Vaticano II.
Una evolución que nos invita a un discernimiento, para
poder separar lo propio y verdadero de lo extraño y opuesto al
proyecto originario de Jesús.
En esa evolución aparece predominante la imagen de una
Iglesia doble: CLERICAL / LAICAL: gobernante y gobernada,
docente y discente, santificadora y santificada, superior e
inferior. Y es para la que el Papa Francisco, fiel al Vaticano II,
convoca y nos precisa para restaurar.