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Los indígenas de dos resguardos le dijeron: ?Sí quiero el territorio libre de minería??.
?Acuso a Cerrejón por quitarnos el ser y el existir como personas wayúu??.
?Se nos acaba la vida en un camión que parece una casa de tres pisos y accionando unas palas eléctricas que son iguales a una casa de cinco pisos??
Del 7 al 9 de agosto, en el marco de las Jornadas por la Vida, la Cultura, la Autonomía y la permanencia en el Territorio, se llevaron a cabo tres eventos: 1). El Juicio a la multinacional Cerrejón, por las agresión minera a la población y al territorio 2). Las consultas autónomas en los resguardos ?Provincial?? y ?Tamaquito 2??, para decir ?SÍ?? o ?NO?? a la continuación de ?Cerrejón??. 3). La conmemoración del desalojo violento de la Comunidad de Tabaco.
Héctor Alfonso Torres Rojas, Sociólogo
El contexto de las ?Jornadas??
Las jornadas se desarrollaron en los territorios de los resguardos ?Cerro Hato Nuevo?? y ?El Provincial??, del municipio de Hato Nuevo, en el sur de la Guajira, para analizar y denunciar los diferentes males que ha producido la explotación de carbón a cielo abierto, durante 30 años. La explotación de carbón se inició con la alianza Carbocol-Intercor, en 1976. Carbocol, con capital del Estado colombiano. Intercor, filial de la EXXON. La exportación de carbón se inició en 1985. En el año 2000, el gobierno de entonces, siguiendo las órdenes neoliberales de los centros de poder, vendió el 50% de esa fuente de riqueza nacional, que quedó totalmente en manos extranjeras. Se realizó el mismo procedimiento que el Gobierno Santos quiere imponer con ISAGEN, una empresa que arroja enormes ganancias. Santos no ?regaló?? ISAGEN en su primer mandato, para no perder votos.
En el 2002, Intercor vendió su parte a la multinacional que lleva el nombre de ?Carbones El Cerrejón Limited, Cerrejón??. Nombre tomado de un cerro. ?Cerrejón es una empresa conjunta, de gestión independiente, perteneciente en tres partes iguales a BHP Billiton, Anglo American y Glencore??, se lee en su página web.
Y continúa: ?Cerrejón es un complejo de minería y transporte integrado en La Guajira, departamento ubicado en el extremo norte de Colombia. Abarca una mina a cielo abierto de carbón térmico que produce más de 32 millones de toneladas al año, un ferrocarril de 150 km de largo y un puerto marítimo de cargue directo capaz de recibir buques de hasta 180.000 toneladas de capacidad. Emplea a 10.000 personas, de las cuales más del 99% son nacionales colombianas; es el exportador privado más grande y uno de los más importantes contribuyentes de impuestos en Colombia…??
Las Jornadas fueron convocadas por la Asociación de Autoridades y Cabildos del Sur de la Guajira, el Colectivo de Abogados ?CAJAR?? y CENSAT-AGUA VIVA.
El CINEP también colaboró. Con sus exposiciones, los investigadores Guillermo Rudas Lleras y Julio Fierro Morales, quienes participaron en la investigación sobre Medio Ambiente y megaminería, de la Contraloría General, contribuyeron en la historia y la compresión la problemática. Además de los indígenas, de todas las edades, participaron varias ONGs nacionales e internacionales (Acción Permanente por la Paz, Movimiento de Reconciliación, FOR Presente por la Paz y Brigadas de Paz). En total, unas 250 personas. En solidaridad, llegaron delegaciones de movimientos ambientales del país: Valle, Risaralda, Caldas, Antioquia, Boyacá, Bogotá…
La península de la Guajira y el departamento del mismo nombre quedan en el extremo norte-oriental del país, rodeado del mar Caribe y en límites con Venezuela. Allí ha vivido milenariamente el Pueblo Wayúu. Es un territorio muy seco y desértico. E inclusive pedregoso. Diferentes tipos de cactus dominan el paisaje. A pesar de esa circunstancia, este pueblo indígena desarrolló su cultura, su lengua y un estilo de vida muy sobrio a base de agricultura y pastoreo de cabras, ovejas y vacas.
La población no tiene agua pero Cerrejón la malgasta
Este año, a la tragedia de la megaminería se ha añadido un muy intenso verano, que ha causado la muerte de varias decenas niños por su alto grado de desnutrición, la muerte de miles de animales y la imposibilidad de la agricultura.
El Gobierno, como en el caso del departamento de Casanare, hace unos meses, da una razón unilateral del fenómeno de la sequía, en diferentes regiones. La atribuye al cambio climático y el verano ardiente. Es una explicación a medias y sesgada. Las 8 empresas que explotan petróleo en los Llanos Orientales y gastan muchísima agua, quedan bien libradas. La sequía que vienen sufriendo varias regiones del país, se explica también por los efectos de la megaminería, que consume enormes cantidades de agua. Agua que no pagan. Agua que las empresas sacan de las profundidades de la tierra, con potentes bombas. Este fenómeno lleva a que el agua superficial sea absorbida hacia el fondo. Los campesinos quedan sin ese vital líquido para el consumo familiar, para sus cultivos y para sus ganados. Esto mismo ocurre en la Guajira. Por ese efecto se secaron los ?jaueyes?? o pozos tradicionales, así como manantiales, quebradas y riachuelos. Por la falta de agua decayó significativamente la agricultura, la ganadería y el pastoreo de ovejas y cabras.
Un indígena afirmó: ?Antes éramos productores. Consumíamos lo que producíamos. Ahora somos consumidores y no tenemos con qué comprar porque no tenemos empleos??.
El documento de convocatoria a las ?Jornadas?? afirma: ?Mientras los territorios de las comunidades sufren problemas de sequía, la empresa gasta cerca de 17 millones de litros de agua al día en su proceso de explotación carbonífera. Entre tanto, cada persona en la Guajira sólo tiene acceso a 0.7 litros de agua al día. Por eso las comunidades exigen que se suspenda la actividad del Cerrejón en esta temporada de sequía y se privilegie el derecho humano al agua… Amén de la solidaridad que ha generado la crisis ambiental en la región, es necesario que el país le exija al Cerrejón que deje de gastar de manera desmesurada el agua de las comunidades??…
Esto mismo fenómeno pasará en el departamento de Tolima, si se desarrolla el proyecto de La Colosa, por Anglogold Ashanti. La destrucción de las montañas acabará con muchas fuentes de agua, que conforman varios ríos.
En medio de esa crónica, crítica e inhumana situación, Cerrejón se ha atrevido a plantear el desvío del río Ranchería, la principal fuente hídrica de la región, que alimenta a 15 municipios, para extraer el carbón que se encuentra debajo. Mayor adefesio ambiental no podían solicitar. Y lo peor: los dos últimos gobiernos no ha sido capaces de pronunciar un ?NO?? rotundo.
Los resguardos corren el riesgo de desaparecer porque Cerrejón quiere sus territorios. Y el Estado le ha dado la razón.
?Más de 69.000 hectáreas del territorio en el sur de La Guajira son propiedad de la empresa transnacional ?Cerrejón??, con lo cual se confina a las comunidades en territorios reducidos que amenazan su sobrevivencia. La explotación carbonífera abrió un cráter enorme en esta región. Expertos señalan que por cada millón de tonelada de carbón explotado, quedan aproximadamente 10 millones de toneladas de desechos en los territorios; es decir que de los 34,6 millones de toneladas de carbón producidas en el 2012, la empresa Cerrejón generó alrededor de 340 millones de toneladas de desechos como tierra estéril. Mientras los territorios de las comunidades sufren problemas de sequía, la empresa gasta de 17 millones de litros de agua al día [1] en su proceso de explotación carbonífera?? (en documento para el evento).
La explotación de carbón a cielo abierto se hace en los territorios de tres municipios: Barrancas, Hato Nuevo y Albania. La profundidad del larguísimo cráter abierto alcanza 15 kilómetros en profundidad y hasta más de dos de ancho.
La expansión de Cerrejón, en los años noventa, incluyó la destrucción-demolición de seis caseríos, incluyendo sus lugares sagrados: Roche, Patía, Chancleta, Orejenal, Casitas Tamaquito. Sus habitantes fueron asaltados en su buena fe y vendieron baratas sus tierras, con la complicidad de autoridades estatales. La reubicación no se hizo o no ha sido la mejor, desconociendo fallos judiciales, exigiendo la restitución de derechos.
La población de Tabaco, 427 familias, ante todo afrodescendientes, no quisieron vender. Resistieron pero fueron desalojadas a la fuerza, con buldóceres, a sangre y fuego, por la policía, el ESMAD y la colaboración de Bienestar Familiar, luego de la aplicación de la legislación sobre expropiación, el 9 de agosto de 2001. Les arrebataron animales y herramientas, e inclusive, como afirmaron los dolientes, les secuestraron la imagen de su patrono, San Martín de Porres.
Un victima afirmó: ?Cerrejón mata hasta la misma muerte??.
Al extraer el carbón, quedan cráteres hasta de más de dos kilómetros de profundidad, por debajo del nivel normal de la tierra, por donde circulan enormes palas y camiones. Con los millones de toneladas de desechos, Cerrejón ha conformado y seguirá conformando una cadena de nuevos cerros, de material estéril. Sus consecuencias se extenderán a los largo de muchísimos años, quizás más de un siglo.
Aunque la mayor parte de las tierras compradas no hacían parte del territorio indígena, los wayúu circulaban libremente para la cacería, para el pastoreo, la pesca, para sus paseos… Esto les ha sido prohibido. Y si se atreven a pasar, la Fuerza Pública entra en acción inmediata. De tal manera que su espacio vital se ha reducido.
La segunda gran colonización o la destrucción lenta del pueblo Wayúu
Tribunal-Juicio ético-político al Estado y al Gobierno del país y a la multinacional Cerrejón, por la agresión minera al territorio y a la población
?Acuso a Cerrejón, dijo alguien con voz potente, por la discriminación étnica, porque se nos menoscabó el derecho a la libre autodeterminación, por la pérdida de la producción agraria, por la falta de tierra, por el rompimiento de las relaciones familiares y comunitarias, por la pérdida de los usos y las costumbres…??
Y otra persona: ?Acuso a Cerrejón por quitarnos el ser y el existir como personas wayúu??.
El primer día, el siete de de agosto, se instaló el Tribunal-Juicio a Cerrejón, en el coliseo de deportes de la institución educativa de Cerro Hato Nuevo, para denunciar a la empresa Cerrejón, al estilo del Tribunal de los Pueblos o del Tribunal Russel. En esta fecha, el pueblo wayúu pudo expresar su nueva esclavitud. Se hicieron presentes delegaciones de varios resguardos: Cerro Hato Nuevo, Provincial, Tamaquito 1 y 2, Tabaco, Roche, Caracolí, Pitillal, Chancleta, Casitas… También comunidades afrodescendientes y Sintracarbón.
Los seis jueces provenían de Suiza, Honduras, Canadá y Colombia. 4 hombres y dos mujeres, que mañana y tarde escucharon la amplia gama de denuncias, que sintetizo en un apretado resumen:
La presión constante a los resguardos para que les vendan sus tierras. Ha habido una estrategia de ?estrangulamiento?? para que las personas se vayan, inclusive a sangre y fuego, con apoyo del Estado, vía represión. Hay militarización. Se compran líderes. Se impone el silencio porque hay manos invisibles y criminales que pueden causar daños personales.
Parea favorecer a Cerrejón, se impuso la expropiación obligatoria de aquellas tierras apetecidas por la empresa.
La restricción a la libre circulación, inclusive por las orillas del río Ranchería, que separa los resguardos de las tierras de Cerrejón. Antes no tenían fronteras. Ahora sí.
El monopolio del agua. Se secaron las fuentes de agua: acuíferos, riachuelos, arroyos, a tal punto que se acabaron los pozos tradicionales o ?jaueyes??. Ahora tienen que comprar el agua que les llega por carrotanques. No hay acueducto. Se privatizó el agua, un derecho fundamental.
¡¡¡ La empresa Cerrejón extrae abundantísimas aguas del vientre de la tierra y no las paga. La población consume unos litros, y los tiene que pagar !!!
El ruido diario, hacia el mediodía, por las detonaciones con dinamita, para romper las rocas, que además levantan una enorme nube de polvo, que circula por los resguardos. Por cada tonelada de carbón, de destruyen de 20 a 30 toneladas de roca, que se convierten en cerros de desecho estéril.
El abundante fino polvillo del carbón, a lo largo de cada día por las diferentes maniobras con el carbón, que los indígenas llaman ?carbonilla??, que todo lo invade y que todo lo cubre, día tras día. Penetra en las casas, cubre los tejados, daña los cultivos, se deposita en los árboles y cactus, infecta los alimentos, produce enfermedades. Por la carbonilla, ya no pueden recoger el agua lluvia de los tejados para la alimentación…
La población y los animales se enferman al aspirar ese polvillo. Se afectan las vías respiratorias, los oídos, los pulmones, los ojos, la piel, el hígado. Hay nacimientos con malformaciones, casos de tuberculosis, silicosis, cáncer…
Cayó vertiginosamente la producción de alimentos y ganados en tierras indígenas. Se acabó la pesca. La fauna silvestre ha ido desapareciendo. La contaminación no deja germinar los cogollos…
De la producción autosostenible y autónoma para el consumo de cada familia, se pasó a la dependencia del mercado. Para poder comprar se necesita dinero. Y el desempleo abunda. Aumentó la pobreza de los indígenas…
Se constriñe la libertad de información, circulación y organización. No se puede andar de noche, como se hacía antes. Un helicóptero pasa vigilando. Se vigilan hasta los funerales. Se profanaron lugares sagrados como cementerios.
Voceros del pueblo wayúu han realizado múltiples actividades para denunciar esta situación, tanto a nivel nacional como a nivel internacional. En Colombia, ante el Congreso Nacional, ante los ministerios del ramo, en embajadas, ante la Procuraduría, la Contraloría y la Defensoría del Pueblo. Pero nadie ha adelantado acciones.
Los trabajadores y las trabajadoras
?Se nos acaba la vida en un camión que parece una casa de tres pisos y accionando unas palas eléctricas que son iguales a una casa de cinco pisos??
La empresa tiene 14.000 trabajadores. 5.400 tienen contratación directa, definida o indefinida. 7.500 trabajadores, por ?contratos basura??, por medio de 300 empresas de contratación. Más de mil trabajadores han sido afectados en su salud: cáncer, tuberculosis, enfermedades respiratorias, accidentes de trabajo por la exposición durante más de 20 años al carbón.
Obvio que no se respetan los derechos de los trabajadores a la organización sindical, y los derechos que de ahí se derivan, como la protesta, los reclamos…
De la Consulta Previa a la Consulta Autónoma
El sábado 9 se llevaron a cabo dos consultas autónomas, luego de un proceso de concientización y debate, en los resguardos ?Provincial?? y ?Tamaquitos 2??.
Ese debate incluyó el tipo de consulta. En la normatividad del país existe la Consulta Previa, en el caso de los pueblos indígenas y de las comunidades afrodescendientes. Pero por las normas, la preparación y realización favorece más a las empresas. Por lo cual, comunidades optaron por la Consulta Autónoma, inclusive después de dialogar con magistrados de la Corte Constitucional, que encontraron consecuente la propuesta con el derecho ancestral.
Podían votar los niños y las niñas que ya hubiesen cumplido los diez años.
A los habitantes se les preguntaba, en español y en lengua wayuuna, si querían la explotación minera. El tarjetón estaba así concebido:
¿Quiere el territorio libre de minería?
Muliashi pia ji ire tu pumain ka nojoluin mushaisa
Respuestas:
Sí quiero el territorio libre de minería
Muliashi ji ire tu pumain ka nojoluin mushaisa
No quiero el territorio libre de minería
Nojotsu muliashi ji ire tu pumain ka nojoluin mushaisa
Los resultados de la votación: Se exige un territorio libre de minería
En el resguardo ?Tamaquitos 2?? viven 31 familias, esto es, 115 personas. Podían votar 97 personas. 58 mayores de 18 años. El ciento por ciento de los mayores de 18 años votó por el territorio libre de minería.
De los 39 niños y adolescentes, entre 10 y 17 años, 36 votaron por el territorio libre de minería. Tres votaron por la minería.
En el resguardo ?Provincial?? viven 573 personas, de todas las edades. Podían votar 431. Votaron 256 adultos y 98 niños y adolescentes, a favor de un territorio libre de minería. Hubo dos mesas de votación. En la mesa de los adultos, el ciento por ciento de los votantes se opuso a la minería. En la segunda mesa, de cien niños y jóvenes, 98 votaron contra la minería. Hubo un voto a favor de la minería y un voto nulo.
Total de votos contra la minería: 354. No votaron 75 personas.
Tres razones: no quisieron participar, estaban trabajando (en Cerrejón o celadurías en el municipio) o estaban estudiando.
La votación tuvo lugar el día sábado, de 10 a.m. a 3 p.m.
El veredicto del Tribunal ético-político, contra la agresión minera
El veredicto del jurado fue favorable a las denuncias del los wayúu. Y por lo tanto, una condena al Estado, a los Gobiernos colombianos y a la Compañía Cerrejón.
Las razones, en el caso de Cerrejón, ya han quedado sintéticamente resumidas. La condena al Estado, a los diferentes gobiernos nacionales, a los ministerios de Minas y Medio Ambiente, al ANLA, al Departamento de la Guajira, a Corpoguajira y a las alcaldías, por no atender las demandas del pueblo wayúu, amén de la crónica corrupción que se ha robado las regalías y los presupuestos.
Por tal razón, los derechos fundamentales al territorio, a la autodeterminación, a la salud, a la educación, a la sana alimentación, a la infraestructura, al agua, etc., han sido sistemáticamente negados.
Nota. ?La apertura económica y los TLC han traído una ofensiva de inversión extranjera, tanto que de las 22 empresas más importantes del país solo el 40% son de capital nacional, el 60% es extranjero. O sea que estamos perdiendo soberanía económica, porque además las multinacionales están invirtiendo en sectores estratégicos como servicios públicos, alimentos, telecomunicaciones y minería. En promedio, invierten 68 dólares y se llevan 100 para sus casas matrices??, señaló el directivo sindical Alberto Vanegas, de la CUT.
Bogotá, Agosto 14 de 2014