La mujer en el 2.014 -- Juan de Dios Regordán Domínguez

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Enviado a la página web de Redes Cristianas

Acaba de terminar un año que, para muchos, ha sido un período lleno de dificultades. Y no sólo por los efectos negativos de la crisis, sino también por otros tipos de aspectos, como enfermedades de alto riesgo. Pero, más que nunca, habrá que echar una mirada profunda a la mujer que siempre es capaz de dulcificar lo amargo de la vida. Ante las dificultades se hace fuerte y contagia su alrededor…Ella, suavemente, se convierte en fuerte columna cuando parecía que estaban faltando las fuerzas en el ambiente familiar. Nos equivocamos cuando hemos afirmado que el mundo estaba muy unificado económicamente y técnicamente. Faltaba reconocer el engranaje que aporta la mujer. Aunque el mundo aparezca como muy plural en culturas, épocas históricas e ideas. Necesita descubrir el insustituible papel de la mujer

Hemos ido perdiendo los fundamentos absolutos para la convivencia. Con el peligro de que, al faltar el fundamento absoluto cada cual conciba la convivencia a su manera. Un mundo con clara conciencia de libertad y de su mayoría de edad. Y, por ello, busca formas de control del poder. Y donde los esfuerzos por la plena liberación e igualdad del hombre y la mujer como una de las más claras señales del progreso verdadero. Pero, el mundo sigue plagado por la injusticia que puede llevar a fuertes reacciones de los desesperados, que irán desde migraciones masivas imparables hasta acciones violentas. Un mundo donde todo se comercializa y donde hasta lo más sagrado es simple material de mercado. Cansado de palabras e incrédulo frente a todos los grandes sistemas explicativos globales, necesita sencillamente la suavidad de lo femenino.
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El pesimismo impregna a un mundo profundamente escéptico sobre sus propias posibilidades y donde el rebrote positivo de movimientos de solidaridad choca muchas veces con una profunda sensación de impotencia. No todos están dotados de suficiente discreción y mesura para ver en los tiempos modernos algo más que prevaricación, corrupción y la ruina. En realidad, hay quiénes van diciendo que nuestra edad ha empeorado respecto a las edades pasadas, y se comportan como quienes nada tienen que aprender de la historia, la cual sigue siendo maestra de la vida. Todo deja huellas. Por eso, hay que sentirse obligados a disentir de esos profetas de calamidades, que anuncian acontecimientos siempre infaustos, como si nos acechase el fin del mundo n cualquier momento». Esa «discreción y mesura», esa serenidad falta de miedo, y esa capacidad para aprender de la historia, las necesitamos todos.

Estas consideraciones pueden llevarnos a la aceptación serena de la pregunta ¿Qué pasa hoy? ¿Qué es lo que se nos pide? Luchar por los Derechos Humanos exige el compromiso de transformar las estructuras que los que niegan o no los subscriben. El Año 2014 debería convertirse en la profundización del reconocimiento de la importancia de la mujer, no sólo en la familia, sino también como eje central de equilibrio de la humanidad y del mundo en general. Bastantes años hace que la mujer recibió, en teoría, el reconocimiento por parte de la comunidad cristiana. El mensaje del Concilio resonó como aire fresco que ahora hay que actualizar.

?Las mujeres sois la mitad de la inmensa familia humana. Ha llegado la hora en que la vocación de la mujer se cumpla en plenitud, la hora en que la mujer adquiera en el mundo influencia, un peso, un poder jamás alcanzado hasta ahora. Mujeres habéis dado a los hombres la fuerza para luchar hasta el fin. Vosotras sabéis hacer la verdad dulce, tierna, accesible…Mujeres del universo a vosotras toca salvar la paz del mundo

D.N.I. 31.158.044J Algeciras