LA LIBERACI?N DE LAS MUJERES Y LA ESPIRITUALIDAD. Mª Luisa Paret, Mujeres y Teología

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Puesto que la Biblia es una de las principales fuentes de la espiritualidad tradicional, es importante analizar diferentes concepciones de espiritualidad y ver la relación entre espiritualidad feminista y las luchas feministas por la liberación. Como la Biblia ha sido acusada de fomentar valores y una visión patriarcal, no puede ser considerada, sin más, una fuente feminista. Con todo, los sueños de amor y justicia que inspiran a muchas mujeres en sus luchas por la dignidad y el bienestar.

Una espiritualidad bíblica feminista significa, aprender a leer y comprender la Biblia desde la óptica feminista de la justicia y un movimiento de transformación. Darnos cuenta de hasta qué punto la comprensión de la Biblia se halla presa de discursos patriarcales que no liberan a las mujeres, así como buscar las fuentes de justicia que se encuentran en ella.

Recorrer los caminos de la Sabiduría, es lo mismo que andar los caminos de la justicia. Interpretar la Biblia desde el punto de vista de la justicia y el bienestar, significa hacerse sabio y audaz. La doble metáfora de la sabiduría como carácter y de la Sabiduría como representación bíblica femenina de lo Divino, es decisiva para entender este recorrido.

El modelo tradicional de hermenéutica es dualista. La intérprete feminista sigue un modelo diferente, desde un punto de vista retórico-emancipador. En este concepto quedan reflejados tanto su método como su objetivo, porque no podemos olvidar que las mujeres estamos haciendo teología científica en el más riguroso sentido de la palabra. Es un término que, al igual que feminista, se emplea en un sentido peyorativo; emancipador evoca la liberación de la esclavitud y el tutelaje. Es un enfoque de interpretación cuyo objetivo es la abolición de las estructuras de dominación y lograr el bienestar de todos los seres humanos.

Las voces silenciadas e invisibilizadas de las mujeres nos constituye en sujetos del conocimiento y la historia para someter a crítica la Biblia y elaborar una espiritualidad bíblico-política que fomente la aportación de las diferencias.

Para convertirte en una intérprete bíblica feminista tienes que cambiar la forma de entender la interpretación de la Biblia y pasar a concebirla como una herramienta que ayuda, por una parte, a tomar conciencia de las estructuras de dominación y, por otra, a asumir la democracia radical presente tanto en nuestra experiencia como la que nos transmiten los textos.

Recorrer los caminos de la Sabiduría supone abandonar convicciones y normas inmutables que son tenidas por revelación y dadas una vez para siempre. Te reta a renunciar a estas ideas preconcebidas y a entender la Biblia como un discurso de liberación en situaciones histórico-políticas concretas.

Se trata de construir una nueva casa, la casa abierta de la Sabiduría, pero será necesario ?deconstruir?? los marcos intelectuales y teorías patriarcales renunciando a utilizarlos como planos y proyectos. La práctica de la interpretación puede ser realizada por tod@s, tanto por analfabet@s como por personas con formación académica.

En resumen, se trata de desarrollar una crítica social y un análisis político de las tradiciones bíblicas que contribuyen a la liberación y al bienestar. Los estudios bíblicos feministas no deben su existencia e inspiración al mundo académico, sino a los movimientos sociales de transformación. El objetivo de este recorrido no es tanto explicar qué es lo que leemos en la Biblia, cuanto en indagar cómo interpretarla críticamente en beneficio de las mujeres.

No se puede evitar el uso de términos técnicos como, por ejemplo, hermenéutica o exegesis, porque ese lenguaje ofrece a menudo expresiones para problemas complejos. Si queremos desmantelar las barreras entre el lenguaje especializado y el cotidiano, las feministas hemos de hablar ambos dialectos y hacerlo accesible a toda persona interesada en el tema.

El mundo académico niega con frecuencia las herramientas necesarias para examinar las ideologías, discursos y conocimientos que configuran la identidad de las mujeres y condicionan sus vidas. Urge que quienes se hallan en los márgenes de ese mundo y de la Iglesia sean bilingües y aprendan a usar el lenguaje académico en interés propio.

Las tendencias marginadoras y silenciadoras del mundo académico y de las estructuras religiosas todavía siguen presentes, si bien ya no se dirigen contra las mujeres que aceptan ?las reglas del juego??, sumisas y obedientes, sino contra las feministas.

Y, todavía es peor, la apropiación del trabajo feminista. Muchos libros de divulgación pretenden ser feministas porque tratan de mujeres o de lo femenino en la Biblia y, sin embargo, refuerzan las estructuras patriarcales de dominación.

¿Cómo realizamos esta tarea?

En un foro o grupo en el que la ekklesía, la asamblea radicalmente democrática, puede debatir y discernir los significados públicos de la Escritura. A diferencia de la interpretación cristiana tradicional, que suele ser individualista y solitaria, la interpretación tradicional judía nos brinda un modelo radicalmente democrático para aprender a recorrer los caminos de la Sabiduría.

El estudio tradicional judío de la Torá se hace en un contexto social: ?Reuníos en grupos para estudiar la Torá, pues ésta sólo puede ser aprendida en común?? (Berekoth, 63b). Haciéndose eco de esta tradición, Jesús, que en el evangelio de Mateo es identificado con la Sabiduría-Sophia afirma ?Pues donde hay dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos?? (Mt 18,20). Los significados bíblicos han de ser reconsiderados, cuestionados, debatidos y reformulados una y otra vez.

En este grupo o foro que constituye un espacio público se debate con imaginación creativa y gozosa conversación. Esta es una característica inherente al trabajo de las mujeres. Y, ahora, en la era de Internet, el grupo de estudio feminista ?virtual?? está en la red, compuesto por personas de diferente condición social, confesión religiosa, convicción política y grado de persuasión feminista. Estos debates deben cuestionar también, el modelo eurocéntrico y masculino de la ciencia, que separa la razón de los sentimientos y las emociones en aras de un saber objetivo e imparcial.

Dejemos danzar a la Sabiduría

Danzar pone en movimiento el cuerpo y el espíritu, suscita sentimientos y emociones y crea comunidad. La danza desbarata cualquier orden jerárquico porque se mueve en espirales y círculos. Nos hace sentirnos vivas y llenas de energía, poder y creatividad. El feminismo donde mejor se encarna es en los movimientos por el cambio y la transformación.

Concebir la interpretación bíblica como una danza, como un movimiento del Espíritu, es una invitación a participar en la danza del Espíritu-Sabiduría.

¿Te gustaría sumarte a esta danza en el espacio soñado y real de la Divina Sabiduría?