LA IGLESIA DE OAXACA NIEGA ASILO A LÍDERES POPULARES

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El Nuevo Herald

El arzobispo José Luis Chávez Botello expresó el sábado que la arquidiócesis de Oaxaca no tiene los recursos ni la infraestructura para dar asilo político a los cuatro líderes de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO) que lo solicitaron. El garantizar la integridad física de los miembros de la APPO es responsabilidad del gobierno federal, por lo que la Iglesia no puede dar asilo político a los cuatro líderes.

Flavio Sosa, Florentino López Martínez, Zenén Bravo y Macario Octalo pidieron asilo político el jueves a la jerarquía católica de Oaxaca ante el temor de ser aprehendidos. Esa noche durmieron en el Centro Diocesano de Pastoral.

En rueda de prensa, el obispo leyó el sábado un comunicado de cinco puntos donde expone la negativa de la grey católica, decisión de la cual está enterada la Secretaría de Gobernación. El prelado dijo que la misión específica de la Iglesia no es en el campo político ni el social.

Indicó que en los momentos más críticos del conflicto en Oaxaca, la Iglesia ha sido solidaria y ha ofrecido servicio humanitario sin excluir a nadie.

«Lo mismo atendió a ciudadanos comunes, que a policías, maestros o trabajadores del gobierno del Estado», precisó.

También enfatizó que nunca tomará partido a favor de alguna de las partes en conflicto y seguirá desempeñando el servicio de facilitador para disminuir la violencia y optar por una solución pacífica.

Respecto al asilo solicitado por los integrantes de la APPO, dirigentes de los partidos en Oaxaca coincidieron en señalar que no tiene sentido, porque no son perseguidos políticos.

«No hay razón de tal petición porque las autoridades estatales están concientes que se tiene abierta una mesa de diálogo, e incluso a solicitud de la misma Secretaría de Gobernación existe una tregua para distensar este problema», dijo el dirigente del Partido Revolucionario Institucional, Héctor Pablo Ramírez Puga.

El secretario general del Partido Acción Nacional, Dagoberto Carreño Gopar, enfatizó que no existe una mínima razón para hacer esta solicitud, porque está comprobado que no se tiene interés por detener a ninguno de los integrantes de la APPO.

«Yo pediría que Flavio Sosa y la APPO dejen de fantasear, que se sienten a la mesa del diálogo y que asuman una actitud responsable para encontrar una salida a este problema», señaló.

Durante cinco meses, Sosa y sus simpatizantes tomaron el control del centro de la ciudad, manteniendo fuera a la policía y alejando a turistas de uno de los máximos destinos turísticos del país. Construyeron barricadas, incendiaron autobuses y tomaron el control de estaciones de radio.

Aunque las fuerzas policíacas han retomado el control del centro, no lograron aplacar la violencia. Policías federales se han enfrentado a manifestantes, quienes han usado bombas de gasolina y petardos rellenos de pedazos de vidrio y clavos. La semana pasada, 30 personas resultaron heridas en las confrontaciones con la policía.