La fiesta de Maria, madre de Jesús -- Antoni Ferret

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Enviado a la página web de Redes Cristianas

En la cual se tendría que hacer hincapié en:
Su condición de madre.
El dolor que le reportaron los hechos de prever, y después ver, el sufrimiento de su hijo.
Su aceptación de esta maternidad (si es verdad que se le pidió).
Su incorporación en la primera comunidad cristiana, después de la presencia física de Jesús.

Incluso el detalle de que, según el evangelista, guardaba en su corazón los detalles de la infancia de su hijo, como hacen muchas mujeres.
Algunas alegorías han resaltado estos hechos y circunstancias, pero esto no ha tendido a ser la norma, sino que se la ha exaltado (de manera excesiva) por varias mentiras. O, como mínimo, ?probables?? mentiras:
Por haberse mantenido ?virgen??. (Y ¿qué valor podía tener este hecho, más bien negador de la vida?).

Más aun, por haber sido fecundada por una ?persona?? divina.
Por haber nacido inmaculada de toda forma de culpabilidad original, cosa totalmente cierta, pero que, con la conciencia del error de la mácula original de todas las demás personas, hoy esta circunstancia (y el nombre correspondiente) constituyen una ridiculez.
Por ?haber sido llevada en cuerpo y alma al cielo??.

Ni los nombres habituales con que se la conoce serían aceptables: Virgen María, Mare de Déu… Sería bueno irla denominando Madre de Cristo, Madre de Jesús…

Y las ridículas exaltaciones excesivas no han sido solo religiosas: por ejemplo el pintor Murillo la pintó con los pies sobre las estrellas. Y no diré, ni supondré, que ella hubiera ?podido?? estar de acuerdo. Ella ha sido la primera víctima. Y la segunda, las personas que tenemos vergüenza. Muy especialmente, todas las mujeres que llevan un nombre relacionado con estas mentiras (Immes, Puris…).

En resumen: fue una buena persona ?utilizada??, con una excesiva mitificación, a beneficio de una institución que muchas veces ha hecho más mal que bien.

Como signo de humanidad, sería muy aconsejable que creyentes y no creyentes, en este caso, la amáramos, por todo lo que hizo, como tantas y tantas mujeres, pero sobre todo por todo el mal que le han hecho con esta absurda ?utilización??.
Como hice ayer (8 diciembre), no asistiré a actos religiosos que no se basen en una narrativa honesta.