La felicidad -- Antonio Zugasti

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Enviado a la página web de Redes Cristianas

¿Y de la felicidad, qué?
Está muy claro qué la gran aspiración de los seres humanos es la felicidad, pero, leyendo toda clase de trabajos en torno a la sociedad humana, normalmente aparecen temas políticos, sociales, incluso ecológicos, sin embargo reflexiones sobre el tema de la felicidad encuentras muy pocas.

Parece que está muy metida la mentalidad capitalista: la felicidad se consigue con el dinero, y ya no hay que darle más vueltas.

Creo que combatir esta creencia, la que une dinero y felicidad, es fundamental para lograr una civilización sostenible. Claro que para librar esa batalla hace falta comer todos los días, y eso exige cierta cantidad de dinero, pero un buen cocido es muy nutritivo y bastante barato. Y seguramente más sano que el caviar de esturión beluga albino, que se presenta en latas de oro de 24 quilates y puede costar hasta 25.000 dólares por kilo. Además no creo que ese caviar te dé una felicidad muy duradera. Tampoco vamos a tomarnos en serio la afirmación que popularizó la primera ministra británica Margaret Thatcher «No hay alternativa»

Sí que hay alternativas a la felicidad consumista. Vamos a ver dónde podemos encontrarlas. A finales del siglo XX nace la «Psicología Positiva», la cual pretende centrarse en el estudio de los factores que pueden favorecer el bienestar y la felicidad. La psicología clásica atendía a la gente que presentaba una cierta anormalidad mental, los «normales» que se las arreglen como puedan. La Psicología Positiva se plantea cómo esos “normales” pueden llevar una vida más plena y feliz. Pues esta psicología considera que un elemento muy importante para conseguir esa vida feliz consiste en poner tus virtudes y talentos al servicio de alguna causa que sientas como más grande que tú mismo. De esta manera le das sentido a toda tu vida.

Sentir una causa más grande que uno mismo supone en primer lugar vencer el egoísmo que piensa que no hay nada más grande que uno mismo. Si ese egoísmo prevalece, la humanidad no tiene solución. La alternativa, el altruismo, actuar pensando en el bien de los demás.

En el fondo hay pues una lucha ética. No podremos conseguir una humanidad feliz, ni una felicidad personal, si no lo hacemos desde un planteamiento ético.