15-abril-2019
En el umbral de la Semana Santa en memoria de Jesús, el profeta crucificado, que afrontó la muerte sin miedo porque creía en la Vida, dedico estas líneas a la memoria de María José Carrasco, a su vida crucificada por la Esclerosis Múltiple y por los prejuicios sociales, y no en último término por la múltiple esclerosis eclesiástica. Y a su marido y compañero Ángel Hernández, su ángel fiel, a la sencilla humanidad con que la cuidó durante su largo Vía Crucis de 30 años, a su grandeza de ánimo, al arriesgado gesto de amor con el que ayudó a María José en su paso final a la Vida, a su anhelada pascua. Y hago mía su causa común: la eutanasia en favor de la vida. ··· Ver noticia ···
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