La eterna lucha entre Caín y Abel -- Jesús Mª Urío Ruiz de Vergara

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Enviado a la página web de Redes Cristianas

La 1ª lectura de hoy, lunes de la 6ª semana del tiempo ordinario dela Liturgia, nos presenta dos temas muy interesantes. Primero leamos la lectura:
«El hombre se llegó a Eva; ella concibió, dio a luz a Caín, y dijo: «He adquirido un hombre con la ayuda del Señor.» Después dio a luz a Abel, el hermano. Abel era pastor de ovejas, mientras que Caín trabajaba en el campo. Pasado un tiempo, Caín ofreció al Señor dones de los frutos del campo, y Abel ofreció las primicias y la grasa de sus ovejas. El Señor se fijó en Abel y en su ofrenda, y no se fijó en Caín ni en su ofrenda, por lo cual Caín se enfureció y andaba abatido.

El Señor dijo a Caín: «¿Por qué te enfureces y andas abatido? Cierto, si obraras bien, estarías animado; pero, si no obras bien, el pecado acecha a la puerta; y, aunque viene por ti, tú puedes dominarlo.» Caín dijo a su hermano Abel: «Vamos al campo.» Y, cuando estaban en el campo, Caín atacó a su hermano Abel y lo mató. El Señor dijo a Caín: «¿Dónde está Abel, tu hermano?» Respondió Caín: «No sé; ¿soy yo el guardián de mi hermano?» El Señor le replicó: «¿Qué has hecho? La sangre de tu hermano me está gritando desde la tierra. Por eso te maldice esa tierra que ha abierto sus fauces para recibir de tus manos la sangre de tu hermano. Aunque trabajes la tierra, no volverá a darte su fecundidad. Andarás errante y perdido por el mundo.» Caín contestó al Señor: «Mi culpa es demasiado grande para soportarla. Hoy me destierras de aquí; tendré que ocultarme de ti, andando errante y perdido por el mundo; el que tropiece conmigo me matará.» El Señor le dijo: «El que mate a Caín lo pagará siete veces.» Y el Señor puso una señal a Caín para que, si alguien tropezase con él, no lo matara. Adán se llegó otra vez a su mujer, que concibió, dio a luz un hijo y lo llamó Set, pues dijo: «El Señor me ha dado un descendiente a cambio de Abel, asesinado por Caín.» (Gen 4, 1-15.25)

1º) La lucha entre la tradición y la modernidad innovadora. Recuerda aquellas películas de vaqueros en las que se enzarzan en violentas luchas los ganaderos contra los granjeros. ?stos estorbaban a aquellos con la defensa de sus cultivos, las alambradas, y la ocupación del terreno con productos hortícolas que impedían la continuidad de los pastos. Además, era la verdadera tradición. Los agricultores eran una novedad peligrosa, una innovación que el auténtico vaquero despreciaba con toda su alma hasta llegar al odio.

Si leemos bien el texto del Génesis nos damos cuenta de que Caín trabajaba en el campo; es decir, era agricultor. Mientras Abel era pastor de ovejas; es decir, representaba la quinta esencia de la tradición del pueblo de Israel, que era criador de ganado bovino. Así que el innovador, que también representa la técnica y las nuevas experiencias laborales, se enfada con el tranquilo pastor de un rebaño de ovejas y corderos. ?ste es un tema que también lo ha tomado prestado, y en el que se ha inspirado el cine. Recordemos la película «Gigante», y la violencia entre padre e hijo, cuándo éste se dedica a las torres de petróleo, manchando todo, pero produciendo riqueza y despreciando a los antiguados y malolientes ganaderos.

2º) La protección del delincuente. Que sepamos, es le primer texto conocido donde al delincuente se le reconocen, a pesar de todo, sus derechos y su dignidad. Y al ser fácil pasto de la venganza, y tener que andar vagando desprotegido, Dios mismo toma la responsabilidad de su defensa. Lo encontramos en ese magnífico texto » «Mi culpa es demasiado grande para soportarla. Hoy me destierras de aquí; tendré que ocultarme de ti, andando errante y perdido por el mundo; el que tropiece conmigo me matará.» El Señor le dijo: «El que mate a Caín lo pagará siete veces.» Y el Señor puso una señal a Caín para que, si alguien tropezase con él, no lo matara.

Esta lección bíblica es magnífica, y nos viene muy bien a los españoles, ahora que, olvidando nuestra magnanimidad constitucional, volvemos a una legislación penal bárbara y cruel con la cadena perpetua. Eso de la pena indefinida revisable no solo es una falacia, sino que, aplicada a los iyadistas, constituye una verdadera e inane inutilidad. (Antes se suicidarán que permitir que los cojan. Lo malo es que la apliquen, ya que estará en el elenco de las leyes penales, a otros delincuentes, y oros supuestos. ¡Que son muy capaces!)

Jesús Mª Urío Ruiz de Vergara