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Como es sabido, el pasado 10 de octubre, la opositora venezolana Mª Corina Machado fue galardonada con el Premio Nobel de la Paz, al que optaba el presidente Donald Trump. Tal y como era previsible, le han llovido las felicitaciones a la par que buena parte de la prensa, los politólogos, los tertulianos y los analistas han considerado
el hecho como la victoria de una opositora democrática contra la dictadura chavista de Nicolás Maduro.
Sostiene esta matriz de opinión que Machado es una resistente valiente, audaz, democrática y defensora de los DDHH; y que se juega la vida por enfrentarse a la autocracia chavista. Tal autocracia, según dicha matriz, cometió fraude en 2025 contra el candidato de Machado, Edmundo González, quien ganó las elecciones.
La no publicación de las actas por parte de la Comisión Nacional Electoral, y la publicación online de las actas mostradas por la oposición así lo demuestran.
A su vez, Maduro es responsable del gran empobrecimiento de la población venezolana, de reprimir y asesinar a manifestantes pacíficos, de amordazar y clausurar una Asamblea cuyas elecciones ganó en 2015 la oposición por cerca de 20 puntos de
diferencia, quedándose sin capacidad de legislar. Y, por último, de perseguir y encarcelar a líderes opositores.
Según esta matriz de opinión, por tanto, Maduro carecería de legitimidad tanto de origen como de ejercicio; y Machado sería la líder de una oposición que quiere restaurar la democracia y acabar con la ruina de Venezuela.
Y, sin embargo, ¿es cierta tal visión de los hechos?
1. La demócrata (?) Mª Corina Machado.
a. El golpe contra Hugo Chávez (2002).
En 2002 hubo un intento de golpe de Estado contra Hugo Chávez, como reacción oligárquica a un paquete de medidas laborales a favor de los trabajadores y, sobre todo, por el hecho de que el presidente intervino PDVSA, empresa pública venezolana.
Tras dicha intervención, la renta petrolera comenzó a destinar sus ganancias a la inversión social, y no al bolsillo de una pequeña casta burocrática. Según Michel Collon, en su libro Los siete pecados de Hugo Chávez, antes de esta intervención, PDVSA tenía el triple de presupuesto que el resto del Estado, gozaba de una total opacidad, y sus cuentas y contraseñas se encontraban en el estado de Texas.
Dicho golpe de Estado construyó el casus belli de la matanza de Puente Llaguno: unos 16 muertos por los francotiradores del golpista y hoy prófugo Iván Simonovis, pero que la prensa mundial endosó, de modo fraudulento, al gobierno y sus hordas.
Sendos documentales, La revolución no será transmitida y Puente Llaguno: claves de una masacre, ambas independientes del gobierno venezolano, esclarecen esta fake new de libro. Además, la represión de los golpistas dejó en las calles varias decenas de muertos.
Durante el efímero triunfo del golpe (revertido en 48 horas gracias al pueblo que masivamente se echó a la calle y a los militares fieles a la constitución), hubo una ceremonia de los alzados en el palacio presidencial, donde sus principales líderes firmaron el Decreto Carmona, documento jurídico emitido por los golpistas.
María Corina Machado estuvo en ese acto y fue firmante del decreto. Hugo Chávez, tras su retorno al poder, indultó a Machado y a todos los golpistas. ¿De verdad que Machado es demócrata y Chávez autócrata?
b. La operación La Salida (2014).
El líder opositor Leopoldo López, tras las reiteradas victorias electorales del chavismo (todas con los avales de observadores de la OEA, la UE y el Centro Carter), convocó a sus seguidores a la calle para forzar la caída de Maduro, y así lograr con la fuerza de las guarimbas lo que las urnas le negaban.
Ardieron centros de salud, guarderías, edificios públicos, universidades, autobuses; hubo armas letales, coches
bomba, 43 muertos y decenas de heridos. Todo ello fue una aplicación de la teoría del Golpe Suave de Gene Sharp (aplicado exitosamente en Ucrania en 2014 y de modo fracasado en Ecuador en 2010), consistente no en reprimir a la gente, sino en manipularla para se eche a la calle contra el gobierno a tumbar.
María Corina Machado fue una de las principales responsables de la operación La Salida, de la cual salió totalmente impune, en la dictadura de Maduro. ¿De verdad que Machado es demócrata y Maduro autócrata?
c. Las sanciones económicas contra Venezuela.
Durante el gobierno de Chávez ya hubo una considerable guerra económica, consistente principalmente en vaciar los anaqueles de los grandes almacenes a la par que la subida sostenida y artificial de los precios, para generar zozobra en la población.
Con Maduro en el poder, las oligarquías venezolana y norteamericana subestimaron al nuevo presidente y, para tumbarlo, llevaron a cabo un acoso interdimensional (mediático, paramilitar, diplomático, financiero…) para forzar su caída.
El plano económico de dicho acoso tuvo a su vez varios frentes: forzaron la pérdida de compradores de petróleo, retiraron empresas inversoras, negaron el acceso al crédito, robaron una gran cantidad de oro propiedad del Estado venezolano depositado en un
banco de Londres, robaron a su vez la red de gasolineras CITGO (también del Estado venezolano e implantada en Estados Unidos), tumbaron arbitrariamente a Venezuela en los rankings de las agencias financieras de calificación, etc.
Todo ello provocó, según Rafael Correa, expresidente del Ecuador y asesor económico de Nicolás Maduro, que el Estado pasara a facturar anualmente de 55 mil millones de dólares a 700 millones. Es decir, de cada 100 dólares que facturaba perdió casi 99. Se produjo por tanto una debacle social no por torpeza del gobierno, sino por el
bloqueo impulsado por el gobierno de EEUU, según Alicia Bárcena, secretaria general de la CEPAL, en consistencia con declaraciones al respecto de la Relatoría de la ONU en Venezuela y de la economista Pascualina Curzio, quienes afirmaron que no se podía
hablar de catástrofe humanitaria, pese a lo duro de la situación.
A su vez, los economistas Mark Weisbrot y Jeffrey Sachs, en un informe publicado por The Center from Economy and Policy Research, sostuvieron que dicho bloqueo ha podido generar la muerte de 40.000 venezolanos en un solo año, pudiendo ser constitutivo de delito de lesa humanidad a investigar por un tribunal penal internacional.
Y, cómo no, María Corina Machado es una de las responsables de dicho bloqueo, al apoyarlo y solicitarlo. Naturalmente, ha salido, de nuevo, impune. ¿De verdad que Machado es demócrata y Maduro autócrata?
d. La amenaza de invasión.
En estos días, hay una presencia naval frente a las aguas venezolanas y con varios miles de marines a bordo. Trump ha bombardeado unas seis pequeñas naves asesinando a unas 25 personas. Sostiene que es parte de la lucha contra las drogas. Sin embargo, la ruta de la droga no es el Caribe (Venezuela), sino el Pacífico (Ecuador y Colombia), y la
eficiencia no está en atacar naves (ni siquiera se les abordó para procesar u obtener información), sino en seguir la ruta del dinero, lo que no se hará jamás, pues quedaría en evidencia el poder financiero mundial y su opacidad en los paraísos fiscales.
Es obvio que la intención es retirar a Maduro de la presidencia, por dos razones: porque Venezuela tiene las mayores reservas mundiales certificadas de petróleo, y porque el chavismo logró, de un modo impecablemente democrático, virar hacia la izquierda el mapa político de América Latina en tiempos de Evo, Lula, Correa, Lugo,
Zelaya o Kirchner, casualmente en coincidencia con el hecho de que 100 millones de latinoamericanos dejaran la pobreza, según la CEPAL.
Nos encontramos con la posibilidad de una invasión abierta o, en el mejor de los casos, de una suerte de bombardeos selectivos o quirúrgicos, toda vez que la CIA ya ha recibido órdenes de actuar (es decir, de practicar actos terroristas) al interior de
Venezuela, según declaración del propio Trump.
Las invasiones y el intervencionismo de EEUU en América Latina nos recuerdan a los 200.000 muertos en Guatemala durante la guerra civil tras el golpe contra Arbenz, o la represión del Plan Cóndor y sus decenas de miles de víctimas entre asesinados,
torturados, desaparecidos y exiliados; así como los cerca de 100.000 muertos en Nicaragua entre la dictadura de Somoza y el terrorismo de la contra ya durante el sandinismo. Y, más actualmente, Libia arrasada, Afganistán arrasada, Irak arrasada…
Por supuesto, María Corina Machado (junto con Juan Guaidó y Leopoldo López) ha estado pidiendo reiteradamente la invasión, sin importarle que su país pueda acabar peor que Guatemala, Nicaragua, Libia, Afganistán o Irak. En numerosos países, pedir a una
potencia agresora (y en este caso EEUU lo es incluso de iure) es un delito de alta traición, incluso a castigar con la pena capital. Pero, de nuevo, la dictadura de Maduro ha dejado impune dicho delito. ¿De verdad que Machado es demócrata y Maduro autócrata?
e. Prontuario general de la oposición venezolana.
La reiterada actitud delictiva de Machado, en lugar de ser un verso suelto, se corresponde con la postura sistemática de la oposición. Durante la presidencia de Chávez se produjo el golpe de Estado de 2002, el lock-out empresarial del mismo año
(otra forma de golpismo), todo tipo de fake news por parte de una prensa totalmente impune, tergiversadora y golpista, como han analizado Pascual Serrano en Desinformación y Fernando Casado en Antiperiodistas.
Además, se ha recurrido con reiteración a mercenarios, a violencia altamente cruenta, con asesinatos y torturas; así
como a intentos de desestabilizar la economía y al hecho de echarse a la calle tras denunciar fraude electoral (a despecho de los observadores, a menudo antichavistas por lo demás), sin argumentar, sin mostrar indicios y sin seguir los mecanismos de
impugnación, pero dejando numerosos cadáveres en cada tentativa.
Con la presidencia de Maduro el hostigamiento se intensificó. Además del económico, que ya hemos explicado con anterioridad, ha habido un intento de magnicidio retransmitido en directo, un intento de invasión por parte de mercenarios estadounidenses (la Operación Gedeón), un intento de introducir a la fuerza ayuda humanitaria (que luego se descubrió que no existía) desde la frontera con Colombia, que
realmente era otro intento de invasión (no en vano la ONU y la Cruz Roja desautorizaron la iniciativa).
Se ha abortado a tiempo a unos aviones Tulcan dispuestos a bombardear edificios gubernamentales, los estudios de Telesur y el Palacio de Miraflores, sede del gobierno. Se ha seguido acusando al gobierno de fraude electoral, y en las elecciones de 2025 se llevó a cabo un ataque informático (reconocido por la empresa Nescout y por su propio autor material), lo cual impidió recibir los resultados de cada mesa y elaborar las actas.
Y, por si fuera poco, ha seguido habiendo presencia de mercenarios, se han atacado sedes del PSUV, el partido chavista, y se les ha prendido fuego con gente dentro; se ha asesinado, degollado y quemado viva a gente. Se ha intentado deponer a Maduro nombrándose a sí mismo a Guaidó, sobre un camión, presidente interino (figura
inexistente), hasta que por su torpeza y corrupción cayó en total descrédito. Se ha prendido fuego a edificios públicos, a autobuses, a guarderías, a universidades, y a seres humanos. ¿De verdad que la oposición es demócratica y el chavismo dictatorial?
2. El autócrata (?) Maduro.
a. La dictadura de Chávez.
Chávez llegó al poder por las urnas, y con el aval del Tribunal Supremo de Justicia convocó un plebiscito para poder abrir un proceso constituyente. Ganado el plebiscito, se abrieron elecciones a asambleístas constituyentes, a la par que se crearon
mecanismos efectivos de participación ciudadana para elaborar la nueva Carta Magna, según explica Eva Golinger en su libro El Código Chávez.
Tras la aprobación plebiscitaria del texto (uno de los más avanzados del mundo), tanto el nuevo presidente como sus asambleístas volvieron a ser electos por la ciudadanía. Es difícil dar con un
proceso constituyente más impecable que el de Venezuela. Y, desde luego, el de España es infinitamente más deficiente, si se analiza con un mínimo de rigor y se aparcan los apriorismos ideológicos.
Tras la nacionalización de facto de PDVSA, el desarrollo de una legislación socialmente avanzada, algunas nacionalizaciones, y el aumento de la tasa impositiva de las empresas inversoras, el balance de logros sociales es tan ingente como su
ocultamiento (es decir, censura) por la prensa libre (Radio Caracas, Venevisión, CNN, El País, ABC, BBC…) lamentable.
Así, según el FMI, el PIB de Venezuela entre 2004 y 2007 fue de los más altos del mundo, cercano al de China y al de La India; según la CEPAL la pobreza descendió del 70% al 23% y la extrema pobreza del 40% al 7%., según la FAO el hambre se erradicó,
y según la UNESCO el analfabetismo; según el PNUD se alcanzó antes de la mitad del plazo todos los objetivos tendentes a la erradicación de la pobreza, y según el FMI se canceló la deuda con este organismo.
Además, durante el gobierno de Chávez (de 1999 a 2013) se convocaron cerca de 20 consultas populares (entre elecciones y plebiscitos), ganando el chavismo todas menos una, con una gran diferencia en cuanto a la media, con el aval de los observadores de organismos antichavistas como la OEA y la Unión Europea, así como el del Centro
Carter, quien en un par de ocasiones ha afirmado que el sistema electoral venezolano es el mejor de mundo.
Con respecto a la represión, no se puede afirmar que no exista (excesos policiales, asesinatos extrajudiciales y torturas), pero en absoluto es mayor que en otros países del mundo y de su contexto, con la diferencia de que en Venezuela se amplifica y se inventa, obviándose la violencia opositora, muy superior. Asimismo, constan los
intentos del gobierno por evitarla, así como el hecho de que se ha procesado a responsables, y no hay indicio de que tal represión sea una política sistemática del chavismo.
b. La dictadura de Maduro.
Prácticamente la realidad de la gestión de Maduro es muy semejante a la de Chávez, si bien sus logros son menores porque los ataques (entre ellos el económico) son muy superiores. Ha venido ganando las elecciones una y otra vez, con el beneplácito de los
observadores internacionales, a la vez que ha venido padeciendo una intensificación del hostigamiento interno y externo, junto con una tenaz manipulación mediática.
Reseñaremos, no obstante, algunos elementos fundamentales.
En 2015 la oposición ganó la Asamblea por cerca de 20 puntos de diferencia. El chavismo, contra lo que cuentan la oposición y el poder mediático, lo reconoció. Pero la CNE (Comisión Nacional Electoral) detectó fraude en cuatro circunscripciones electorales (tres donde había ganado la oposición y una donde el chavismo).
Este organismo ordenó la repetición de los comicios en tales circunscripciones, a lo que la oposición se negó. Según dispone la ley, el asunto se elevó al Tribunal Supremo de Justicia, quien en función de sus atribuciones dictaminó que la actividad de la
Asamblea, que no fue disuelta, quedaba nula y sin efecto hasta la repetición de la consulta en tales circunscripciones.
La oposición, pensando que Maduro no tendría la talla de Chávez y crecida por la gran victoria electoral en el legislativo, intensificó sus ataques, que ya venían siendo intensos: la presidencia paralela e ilegal de Guaidó, el intento de magnicidio, el intento
de invasión de mercenarios norteamericanos, etc.
Uno de los elementos nucleares de estos ataques fue el ya reseñado bloqueo económico, que disparó las tasas de pobreza y provocó el flujo migratorio de hasta 7 millones de venezolanos. Prueba de que el responsable de la carestía era el bloqueo y no
la política económica del gobierno es que, en cuanto se levantó parcialmente el bloqueo por el cambio de coyuntura geopolítica ocasionado por la guerra de Ucrania, el PIB del
país caribeño, según el propio FMI, ha pasado a ser el más alto de América Latina, en torno al 9%.
El carácter fraudulento de las elecciones de 2025 es otra gran fake new de libro creada por la oposición y por el poder mediático mundial. Tanto la empresa norteamericana Nescout como el autor material han reconocido la veracidad del ataque informático al CNE, lo que impidió la recolección de los datos electorales y la creación de las actas.
A su vez, a las actas publicadas por la oposición en la red no solo le faltan el 15% de los votos, sino que, como sabe cualquiera que haya accedido a dichas actas, hay numerosas inconsistencias y alteraciones a posteriori (falta de firmas, recuadros en blanco…). Pero, aunque tales actas opositoras fuesen veraces, el CNE es la única autoridad capacitada para proclamar al vencedor, de modo que aquellas actas a lo sumo servirían, de ser correctas, para impugnar al CNE.
Este organismo electoral, siguiendo el protocolo jurídico, elevó el caso al Tribunal Supremo de Justicia, quien le pidió las copias de las actas de cada colegio electoral a cada uno de los 10 contendientes electorales, lo que hicieron todos, salvo el candidato
de Machado (lo cual pudiera constituir el delito de obstrucción a la justicia), quien ya había afirmado que solo acatarían al CNE si proclamaba vencedor a Edmundo González
(es decir, el delantero juzgando al árbitro).
Con tales datos, cotejando las copias de los demás candidatos, el TSJ pudo poner en pie el resultado final, coincidente con los datos
del CNE.
Conclusión.
A día de hoy, sigue la presencia de los barcos de guerra estadounidenses, y hay un ambiente prebélico (tanto Mª Corina Machado como Leopoldo López han pedido abiertamente la invasión, probablemente cometiendo el delito de alta traición). Dicha invasión es bastante improbable, pues el ejército venezolano, junto a unos 4 millones de
milicianos voluntarios (hay líderes antichavistas que han hecho un llamado al alistamiento) están preparados para la defensa.
Por ello, EEUU sabe que se toparía con todo un Vietnam, con un descomunal flujo migratorio hacia sus fronteras, y con el hecho de que Irán, Rusia y China apoyan a Venezuela (en caso de guerra abierta es poco probable que lo apoyen directamente si el país es invadido, pero hay muchas formas de apoyo indirecto de impacto considerable).
Y el país norteño sabe que dicha invasión crearía un gran sentimiento
antinorteamericano a lo largo de América Latina, de incalculables consecuencias políticas y electorales.
Lo que es más que probable es que se produzcan bombardeos y asesinatos selectivos (Trump ya ha reconocido que ha cursado órdenes a la CIA para operar al interior del país caribeño), como en Irán.
Sin embargo, no consideramos suficiente dicha opción ni para derrocar a Maduro (el ejército y buena parte de la ciudadanía lo apoya; y un cierto sector de la oposición, ciertamente minoritario, se opone al intervencionismo, caso de Capriles) ni para provocar una guerra civil, que en última instancia ganaría el chavismo, pues cuenta con la cohesión del ejército y con varios millones de milicianos armados.
Por tanto, consideramos que no habrá invasión, pero sí bombardeos y asesinatos, aunque todo el dolor causado será en vano. En realidad, tras haber intentado todas las opciones realistas de un cambio ilegal de gobierno (guarimbas, asesinatos, intentos de magnicidio, manipulación mediática, gobierno paralelo, francotiradores, mercenarios, bloqueo económico, coches bomba…), y descartada la invasión, al ser opción no realista, la única posibilidad es una victoria electoral.
Pero el juego sucio de la oposición, su gran fragmentación y el hecho del sufrimiento causado a la población están eternizando las reiteradas victorias electorales de un chavismo que las alcanza limpiamente; chavismo que ha cometido la herejía de tratar de modo efectivo de redistribuir la riqueza y de plantar cara al establishment
mundial, costándole el despiadado acoso que hemos tratado de analizar en el presente artículo, y del que se ha defendido con notable fortuna.

