La Conferencia Episcopal Española señaló ayer que monseñor Ricardo Blázquez, presidente de dicha institución y obispo de Bilbao, «no ha recomendado ni recomienda» que los musulmanes «recen de ningún modo» en la Catedral de Córdoba. Esta afirmación es del todo gratuita por cuanto Blázquez no habló sobre «animar» a los musulmanes a acudir a la Mezquita, sino a «permitirles» que lo hagan.
Este comunicado de la Conferencia supone así una clara desautorización a Blázquez que era «posible que no estén permitidas las oraciones públicas»pero que «si los musulmanes entran a ver el mihrab y se ponen a rezar no habría problemas.»
A través de un comunicado, la Casa de la Iglesia también precisó que de las declaraciones del prelado, en el marco de los desayunos de Europa Press, «no puede derivarse, en ningún caso, que deba realizarse negociación alguna para el uso compartido» de dicha catedral, «bajo pretexto de un falso diálogo interreligioso».
Por último, recordó que «al referirse al obispo de Córdoba, Juan José Asenjo», el presidente de la CEE «era consciente de que la única autoridad en la materia es el ordinario del lugar, es decir, el mismo obispo de Córdoba, en comunión y bajo la autoridad directa de la Santa Sede».
Carta al obispo
Así respondió el Episcopado a las afirmaciones realizadas por el presidente de la Junta Islámica, Mansur Escudero, quien aseguró que, «tal y como recomienda monseñor Blázquez, los musulmanes, a título personal, de manera individual y desde el mayor de los respetos, rezaremos ante el mirhab de la Mezquita de Córdoba».
Escudero aseguró que remitirá una carta al obispo de Córdoba, «dándole cuenta de cómo monseñor Blázquez, no en forma de oraciones públicas organizadas, pero sí a título personal, es partidario de que los musulmanes puedan rezar en la Mezquita».