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La riqueza se construye en base a pobreza
Entre las 12 y 30 y las 13 y 30 de cada domingo, los oídos argentinos quedaban adheridos a los parlantes de las radios (todavía grandotas, todavía eléctricas) de los años ´50 del siglo XX sintonizadas en Radio Argentina primero, en ?Splendid?? después.
Délfor Amaranto Dicásolo, había inventado el dislate de talento musical llamado ?La Revista Musical??, banda sonora de la reunión familiar alrededor de la raviolada, el vino ?carlón?? y los chistes de una selección nacional de cómicos e imitadores, acompañados de una orquesta integrada, también, por campeones mundiales de cada instrumento.
El cómico apeló al adjetivo ?dislocada?? por su fácil asociación con ?locura?? de ese concepto que, en realidad, alude a sacar algo de su lugar habitual como, por ejemplo, un hueso de su articulación?? Aunque haya quedado en el olvido, el nombre de aquel programa, mezcla de locura, desencaje e incoherencia generalizada, bien podría servir de definición al presente argentino, cargado de ?dislocaciones?? adjudicadas a una ?grieta?? que, en realidad, se apoyan sobre una ?fractura??, para nada ósea, sino tectónica, de esas que, cuando las placas se rompen o friccionan producen terremotos.
La real realidad del país, es mucho más rica que cualquier ficción, dramática o cómica. El país de las vacas, la soja, el litio, el gas y el petróleo, el trigo, los obreros industriales de mayor calidad regional, los desarrolladores de programas requeridos por el planeta tecnológico y de todo lo que se quiera agregar?? tiene indicadores económicos excelentes, junto a un escenario concreto, diario, de más de 10 millones de personas viviendo en la pobreza (más de la mitad menores de 14 años), de los cuales 2,6 millones no pueden satisfacer siquiera sus necesidades de alimentación. Disloque entre macroeconomía no distributiva y vida diaria miserable.
Y en cada espacio que se enfoque se repite el resultado:
?? Entran divisas y no hay reservas. En lo relativo al flujo de divisas, por ejemplo, el superávit comercial desde 2020 hasta agosto pasado es de u$s 29.500 millones que, sin embargo, no se reflejan en los libros contables del Banco Central que, por el contrario, muestran una reducción de 7.200 millones?? es decir, una sangría de 30.000 + 7.000 millones de dólares, licuada, básicamente, por los grupos económicos y las familias más adineradas del país, que viven a expensa de las divisas necesarias para la producción nacional.
El panorama se agravó con la batuta a cargo del Fondo Monetario y su exigencia del pago de la deuda macrista, no denunciada por el gobierno asumido en diciembre de 2019 ante los tribunales internacionales y aceptada sin intentar negociar su reestructuración.
?? No hay diálogo entre oposición y oficialismo. La tal ?grieta?? va mucho más allá de las diferencias de circunstancias o de la exageración de los posicionamientos electorales. El triunfo electoral del neoliberalismo en 2015 tuvo diferentes causas, pero llevó a la superficie el rechazo de parte de la población hacia la figura central del periodo de mayor redistribución de renta en el país: Cristina Fernández de Kirchner y, también, la existencia de un núcleo importante de ciudadanía inclinada hacia políticas con menor participación del Estado.
La experiencia desastrosa de Mauricio Macri, representante de esa postura, lo condujo en el siguiente turno a la derrota estruendosa de su intento reeleccionario.
?? La alianza electoral no fue una buena coalición de gobierno. De la mano de la mala gestión gubernamental de la economía heredada y de los efectos de la pandemia y su cuarentena prolongada, apenas dos años después, el espacio liberal logró imponerse en las parlamentarias de medio turno.
El Presidente hizo como si nada hubiese pasado. La Vicepresidenta se lo hizo notar a través del anuncio estridente sus principales funcionarios de la puesta a disposición de sus renuncias a los cargos en el Poder Ejecutivo, algo que va de suyo en un sistema presidencialista y unipersonal como el argentino, La trilogía del desatino se completó con apoyos a la Casa Rosada ante inexistentes intentos golpistas.
Entre tanto, ajustes presupuestarios, descreimiento social, especulación de las grandes corporaciones, presiones destituyentes sobre el dólar, armaron el cóctel que empuja la inflación hacia el infierno, es decir al aumento de la indigencia dentro de un porcentaje de pobreza que avergüenza, en un país al que le sobra producción de alimentos y le faltan políticas de control de las cadenas de valor y de los aumentos sin justificación.
?? La alianza opositora se desangra tras las candidaturas. El liberalismo se impuso en los comicios parlamentarios de medio término; al día siguiente comenzó el fuego cruzado entre propios y extraños: entre los partidos que la integran (el PRO de Macri y una Unión Cívica Radical olvidada de su doctrina) y, dentro de cada uno, entre quienes apuntan a un espacio de racionalidad ante los problemas del país y los que, empujados por el liberalismo extremo, corren el tablero hacia los márgenes de la democracia.