La altivez de la UE (Unión Europea), ?ciudad amurallada?? -- Jesús Mª Urío Ruiz de Vergara??

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Enviado a la página web de Redes Cristianas

Me ha encantado leer en RD las declaraciones del arzobispo de Tánger, Santiago Agrello, cuyos titulares suenan así: «En las fronteras del Sur de Europa se vulneran los Derechos Humanos»; «Eurosur asocia inmigración y crimen, inmigración y delincuencia»; «Pedimos la retirada inmediata de las concertinas instaladas en las vallas de Ceuta y Melilla». Es muy reconfortante que algunos obispos levanten su voz, y la lancen, como un proyectil, contra las autoridades asustadas y cobardes de España y de Europa. Nos gustaría que desde el arzobispado de Madrid, que está muy cerca del Gobierno, también se elevaran voces de protesta y denuncia.

Además, me ha encantado que el arzobispo tangerino esté tan rápido y ágil para aplicar las lecturas de la liturgia a las realidades actuales y urgentes del territorio de su diócesis, y de las gentes que por él cruzan, buscando mejores horizontes. En el artículo que firma en RD cita este párrafo de la primera lectura de la misa de hoy, viernes de la 1ª semana del Adviento: «El Señor doblegó a los habitantes de la altura y a la ciudad elevada; la humilló, la humilló hasta el suelo, la arrojó al polvo, y la pisan los pies, los pies del humilde, las pisadas de los pobres» (Is 26,5-6). ¡Qué maravilla en la aplicación de las palabras dedicadas a Jerusalén, ?doblegó a los habitantes de la altura y a la ciudad elevada; la humilló, la humilló hasta el suelo, la arrojó al polvo!, a la orgullosa Unión Europea, cada vez más altiva y más intratable. Parece como si sus habitantes, que somos nosotros, no quisiéramos que los ?pies de los humildes, las pisadas de los pobres??, hollen nuestro noble suelo.

Tampoco tiene desperdicio el párrafo siguiente:
?Los oprimidos volverán a alegrarse con el Señor, y los más pobres gozarán con el Santo de Israel; porque se acabó el opresor, terminó el cínico; y serán aniquilados los despiertos para el mal, los que van a coger a otro en el hablar y, con trampas, al que defiende en el tribunal, y por nada hunden al inocente.?? Y lo primero que quiero decir, que lo repito incansablemente a mis fieles, es que la Palabra de Dios, en toda su oferta, ilumina todos los aspectos, ¡todos!, por muy poco frecuentes que se den en la vida de la gente, de los comportamientos y decisiones que debemos de realizar en nuestra vida.

Interrogados los pocos feligreses que celebraban conmigo la Eucaristía de las 9,30 hs., un varón y cinco seis señoras, sobre qué les sugería este texto, o en qué situación aplicarlo, han respondido: en el abuso que la Comunidad Europea está perpetrando (han usado otra palabra, pero querían decir eso), contra los inmigrantes, y, concretamente en España, en los escándalos judiciales, que ya sobrepasan toda medida, a favor de los poderosos, y contra los débiles y humildes, ?..que por nada hunden al inocente??. La palabra de Dios, en el profeta Isaías, no lo podía decir mejor ni más claro. No nos extraña que el profeta fuera perseguido hasta la muerte. Como tantos en nuestros días. ¡Pues eso!

Artículo de 21rs, blog «EL guardián del Areópago»