El rincón del peregrino
El que anduvo descalzo entre pescadores y prostitutas, el que no tuvo dónde reclinar la cabeza y se la jugó toda por amor.
Que nuestra opción —una sola— sea la de los pobres, cada día,
cada decisión, hasta que duela de verdad.
El que anduvo descalzo entre pescadores y prostitutas,
el que no tuvo dónde reclinar la cabeza y se la jugó toda por amor. Ver noticia original en …