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El capitalismo realmente existente está multiplicando las guerras, porque es la única forma en que puede sobrevivir. Guerras entre estados, guerras internas disfrazadas de combate al narcotráfico o defensa de la democracia, guerras no declaradas para apropiarse de los
bienes comunes, guerras imperiales cada vez más despiadadas.
Es probable que la próxima sea contra Venezuela, ya
que la frágil tregua en Gaza, que denominan como ?fin
de la guerra?, les permite elegir otros escenarios para
continuar con la escalada militarista.
Según el analista Rafael Poch, la ampliación de la gue-
rra en Ucrania es inminente, y puede involucrar a toda
Europa, lo que amenaza derivar en una guerra entre las
tres grandes potencias militares (https://goo.su/cMpleZ).
Afirma que las élites europeas no saben de historia, ?no
entienden de qué se está hablando y carecen tanto de
los conocimientos básicos como de la vitalidad intelec-
tual para intentar comprenderlo?. No entender ni acep-
tar la realidad, es el camino hacia el desastre.
El millonario Ray Dalio lleva meses advirtiendo sobre
los problemas de la enorme deuda de Estados Unidos,
que crece de forma exponencial, a la que denomina
?bomba del déficit y la deuda?, que representaría una
amenaza para el orden monetario.
Ahora agrega que ?se están gestando varias guerras
civiles en diferentes partes del mundo?, incluyendo de
forma destacada al corazón del Imperio
(https://goo.su/A38D). El mega especulador sostiene
que se empieza a sentir ?un clima muy similar al de los
años previos a la Segunda Guerra Mundial?. Sólo que
será con armas nucleares.
Los economistas del sistema aceptan que China ya es
la mayor economía del mundo, representando 20 por
ciento del PIB mundial medido en paridad de poder de
compra, en tanto el de Estados Unidos cayó a 14 por
ciento. El 2014 fue el año en que China adelantó al Im-
perio, pero la brecha sigue creciendo y crecería aún
más con las nuevas políticas de Trump que se le están
volviendo en contra.
El rechazo a la inmigración es un golpe a la innovación
tecnológica, ya que son responsables de una parte im-
portante de las nuevas empresas del sector. ?El 29 por
ciento de los emprendedores son inmigrantes (aunque
representan sólo 15 por ciento de la población); el 44
por ciento de los fundadores de las compañías que hoy
son unicornios son inmigrantes; y 26 por ciento de los
inmigrantes trabaja en los campos de la ciencia, la tec-
nología, la ingeniería y las matemáticas?, según la Na-
tional Science Foundation (https://goo.su/ngftL4).
¿Qué se hace cuando todo está perdido, cuando ya no
tienes posibilidades de enfrentar al rival con alguna po-
sibilidad de vencerlo? En el futbol decimos ?embarrar la
cancha?, con la esperanza de alargar el pitido final del
árbitro que sellaría la derrota.
Las clases dominantes están haciendo exactamente
eso. En este caso, la sobrevida del capitalismo son ge-
nocidios, más guerras, y una estrategia de la confusión
que tiene por objetivo enturbiar las aguas, confundir a
los pueblos para seguir siendo… las clases dominan-
tes, más allá del nombre del nuevo sistema.
Una parte de esta estrategia de la confusión es la su-
puesta firma de la paz en Gaza. Todos sabemos que la
guerra comenzó con la Nakba en 1948, la expulsión
forzada de casi un millón de palestinos, la destrucción
de cientos de aldeas y de la propia sociedad palestina.
Nunca hubo paz. Lo que comenzó dos años atrás fue el
genocidio, un escalón superior de la guerra contra ese
pueblo. El supuesto fin de la guerra se decidió para se-
guir expoliando Palestina sin tantos focos mediáticos, y
dejar las manos libres para iniciar una nueva guerra.
La enorme movilización global en apoyo al pueblo pa-
lestino, que tuvo que ser reflejada incluso por los gran-
des medios del sistema, llevó a los perpetradores a ha-
cer lo que hacen siempre: enmascarar la dominación
con nuevos modos, cambiando apenas el envase para
que todo siga igual.
Este es el corazón del llamado progre-
sismo, sólo que esta vez la maniobra fue planeada por
la ultradaderecha de Trump. Una vez más, la pregunta
es qué vamos a hacer nosotros, los que nos decimos
anticapitalistas y antimperialistas.
Podemos sucumbir a la maniobra aflojando la resisten-
cia y la solidaridad, lo que sería una derrota mayúscula.
Podemos entrarle frontalmente a la guerra del sistema
con nuestra propia guerra, lo que nos llevaría a facilitar-
les un nuevo genocidio.
Podemos adoptar, en cada lugar a su modo, la pro-
puesta zapatista de resistir y crear lo nuevo, como el
Común, lo que supone un desafío enorme porque se
trata de recorrer caminos completamente nuevos, que
no han sido transitados por ninguna revolución en el
mundo, hasta ahora.
Poco a poco vamos comprendiendo que el Común es
una nueva estrategia o forma de lucha y resistencia. Si
entendí algo, creo que es un modo de fortalecer la re-
sistencia y, a la vez, un camino hacia la construcción
del mundo nuevo. Una suerte de bisagra que debere-
mos explorar, trasplantar a cada realidad, probar, equi-
vocarnos, y así.
(jornada.com.mx) 17/10/2025

