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Las iglesias evangélicas son bastante independientes, no hay una jerarquía que marque las líneas por donde todas deben ir. Por eso entre ellas podemos encontrar de todo, incluso iglesias con una orientación progresista que puede acercarlas a la Teología de la Liberación, con su opción por los pobres y su lucha contra la injusticia y la desigualdad de nuestro mundo.
Pero la gran mayoría son muy conservadoras y claramente escoradas hacia la derecha más radical. Lo mismo Bolsonaro en Brasil, que Trump en EE.UU. han contado con el apoyo decisivo de las iglesias evangélicas.
A estas iglesias les podemos aplicar el popular refrán español: Dime de que presumes, y te diré de qué careces. Se llaman ?evangélicas??, pero su posición no puede ser más opuesta al Evangelio que predicó Jesús de Nazaret, y que acabó llevándolo a la cruz. Las creencias de estos ?evangélicos?? a lo que les llevan es a buscar la riqueza como la cosa más deseable del mundo. Cuando en el Evangelio podemos leer que "Es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja que el que un rico entre en el Reino de los Cielos", y en otro pasaje Jesús dice: ?No podéis servir a Dios y a las riquezas??, pues para los ?evangélicos?? la riqueza viene a ser un premio que Dios da a sus amigos, a los que se portan bien, participando en el culto de su
iglesia y aportando generosamente para mantenerla.
Es lo que se conoce como Teología de la Prosperidad, el polo opuesto a la Teología de la Liberación. Una versión amable de la terrible Teología de la predestinación de Calvino, según la cual todos los seres humanos estamos predestinados por Dios a la salvación o a la condenación, independientemente de lo que hagamos o no hagamos. Pero la angustiosa incertidumbre que eso crea -¿somos de los que se van salvar o de los que se van a condenar?-,
se puede aliviar con las señales que Dios te da en la vida: si las cosas te van bien, prosperas y te enriqueces, es señal de que eres de los favorecidos por Dios y te vas a salvar.
Naturalmente, una teología que cambia el ??Dios o la riqueza?? por el ?Dios y la riqueza?? es muy atractiva para mucha gente. Pero también son muy hábiles para ganarse adeptos entre los que no han sido nada favorecidos en el reparto de la riqueza. Aquí funciona el principio esperanza.
Crean unos ambientes que son muy atractivos para muchas personas. Ambientes muy cálidos, que dan la bienvenida a todo el mundo, lanzan mensajes muy sencillos, y crean comunidades de esperanza, esperanza en la ayuda divina para todos sus problemas, sean económicos o de salud. Con cánticos y alocuciones ardientes se crea un clima de euforia en que todo el mundo
espera su milagro, a ver si lo sanan o consigue un buen trabajo. Y muchas veces sale sanado porque se reconstituye sicológicamente.
Tienen un nuevo grupo de amigos, confidentes, personas que les apoyan… y tienen esperanza en la ayuda divina.
A una pastora de estas iglesias evangélicas, Yadira Maestre, fundadora de la Iglesia Cristo Viene en Usera (Madrid), recurrió el Partido Popular en su esfuerzo por ganar el voto de la comunidad hispana en Madrid. Parece que el acendrado catolicismo de buena parte de la derecha española no le impidió al PP recurrir a una pastora evangélica cuando se tata de ganar
votos.
Pero seguramente han pensado después que esto les podía hacer perder muchos votos entre los católicos, y han borrado ese acto con la pastora evangélica de su historial. Pero, por supuesto, a ellos les parece muy bien eso de ?Dios y la riqueza??.