IBB: Bios y Ethos conjugados, pero… con ?seny?? -- Juan Masiá Clavel

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La Comunidad

Como ocurre a menudo en Celtiberia, sobre telón de fondo de banderas rojigualdas y bajo pretexto de proteger la vida, hubo despliegue de manifestación de un extremo, mirada con sospecha desde el otro extremo. Mientras desde el ala ultraderecha airea un cardenal el fantasma del nazismo y otro mitrado falta al respeto a la mujer, calificando su decisión como «infanticidio suicida», desde el ala opuesta de izquierda a ultranza se proclama como presunto derecho la supresión de la vida fetal sin condiciones.

Ambas partes regando fuera del tiesto, por decirlo finamente. Menos mal que, en ética como en política, soplan vientos de seny desde el Mediterráneo para contrarrestar la aridez inquisitorial de la meseta y equilibrar la balanza inestable del estado español.

Digo, porque he leído con satisfacción el Informe ?Consideraciones sobre el embrión humano??, (Véase el n.57 del vol. 15 del Boletín Bioética y Debate, del Instituto Borja de Bioetica, de la Universidad Ramón Lull).

El estudio se pregunta qué es un embrión humano desde el punto de vista biológico, cuál es el estatuto ético del embrión y en qué casos y en qué condiciones de seguridad jurídica se puede intervenir en el proceso de una vida incipiente.

Sin dejar lugar a ambigüidades o dudas sobre la ?postura de una ética de máximos de orientación cristiana ?donde se sitúa el Instituto Borja de Bioética-?, el informe es consciente de que ?vivimos en una sociedad plural, no en una sociedad de código ético único… no se puede imponer una ética de máximos para todos, sino que se deben buscar unos mínimos éticos compartidos que garanticen la convivencia??.

El estudio merece una lectura reposada y debate plural y sereno. Dejando para posteriores comentarios la prolongación del debate a que invita este estudio, de momento quisiera subrayar aquí algunas de sus afirmaciones dignas de tenerse en cuenta para contrarrestar el bloqueo del debate sobre bios y ethos en las zonas del país más ideologizadas político-religiosamente.

Subrayo los puntos siguientes, dejando para otra ocasión el resto:

1. El inicio de la individualización humana del embrión puede durar algunas semanas.
2. Es discutible denominar embrión a realidades que aún no lo son, como el zigoto humano, la mórula o el blastocisto.
3. La fecundación es un proceso. Es en la implantación cuando se dan las condiciones indispensables para asegurar la posibilidad de crecimiento y desarrollo del embrión.
4. En el primer trimestre del desarrollo del embrión aparecen nuevas estructuras y propiedades emergentes.
5. En todo este proceso hay que considerar la unidad fisiológica materno-fetal que es constitutiva para el nuevo individuo.
6. Para poder considerar al embrión humano como persona se requiere que éste disponga de la información suficiente para darle autonomía biológica e individuación: estructura genética básica de información, condiciones de implantación, morfología mínima e interrelación embrio-materna constitutiva. Mientras no se den estas condiciones, hay vida humana, pero no una persona (también un gameto es vida humana y no es persona).
7. Un aborto en fase prematura es rechazable, pero no es un homicidio.
8. El inicio del carácter personal del embrión humano se sitúa no antes de la implantación completa (día décimocuarto después de la fecundación), ni más allá de la semana décima de desarrollo embrionario, duodécima semana de gestación.
9. Despenalizar no es normalizar, ni despreciar ni rebajar la protección de la nueva vida no nacida.
10. Las relaciones sexuales no reproductivas son aceptables siempre que se deriven de una decisión responsable.

(Continuará)