El Padre Guadalupe un hombre nacido en el país cuna del consumismo y procedente de una región con mucho racismo, Chicago, Illinois, el 24 de octubre de 1924, sin embargo para el llamamiento al ministerio profético Dios nos deja desconcertados, es así como transcurre el desarrollo de la vida de este gran profeta de Honduras.
Superando toda una educación conservadora y su participación en el ejército de USA durante la segunda guerra mundial este hombre se plantea durante toda su vida la búsqueda sincera del seguimiento de Jesús, ? para mí, la vida e Jesús en los Evangelios, su identificación con los pobres y sus problemas, su vida personal de pobreza material, el hecho que él, siendo el Dios rico, escogió para madre una campesina muy pobre de una aldea en la montañas e Galilea, porque él quería ser uno entre las masas de pobres que son la mayoría de la humanidad, todo esto hizo obvio el sentido de Jesús cuando dijo que si uno quería seguirle, tenía que vender todo lo que tenía, dárselo a los pobres, y seguir al Hijo del Hombre que no tenía donde recostarse.?? Este pensamiento del Padre Guadalupe nos resume su sencillo y decidido camino del compromiso Cristiano.
En esta búsqueda trabajó con los campesinos organizándolos conviviendo en su pobreza, buscando un mejor futuro para ellos, es de esta manera que renuncia a su nacionalidad Norte Americana y se hace hondureño, optando por el nombre de Guadalupe o simplemente como el pedía que la llamaran Lupe, ni el ser expulsado por los cuerpos represivos ni el temor a la muerte doblegan su voluntad de amar y servir a sus campesinos.
Finalmente influenciado por la efervescencia de la lucha en los años 70 y 80 decide luego de su exilio en Nicaragua el regresar como capellán de un grupo de jóvenes que lucharían en la guerrilla por la libertad del pueblo hondureño, deseando su retorno a Honduras ingresan por la frontera con Nicaragua donde estaban siendo esperados por el Ejército de Honduras en operativo combinado con el Ejército de USA, a pesar de ser detenidos tras su rendición son torturados y muertos a mansalva.
La pobreza y marginamiento de los campesinos es hoy más grave, con la pérdida de sus pocas tierras de cooperativas gracias a la retrógrada ley de Modernización Agrícola, se encuentran sin tierra, sin créditos y marginados obligados a engrosar los barrios pobres de la ciudad y sus hijos jóvenes en gran parte emigrando tras el sueño americano.
El compromiso por los pobres es tan actual tras 25 años de su martirio y nos cuestiona sobre la necesidad de buscar sinceramente un compromiso y encuentro con Jesús a través de los crucificados de nuestro tiempo, para ser solidarios en su derecho a una vida digna y su necesidad de organizarse.
(Información recibida de la Red Mundial de Comunidades Eclesiales de Base)