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En alguna ocasión, le preguntaban a un famoso teólogo de los nuestros, cuyo nombre no recuerdo, ?Padre, en todo su trabajo como teólogo y sacerdote, en su labor pastoral, dentro de la Iglesia, han habido mujeres??? Era más o menos la pregunta. Y nuestro teólogo, respondió: ?No??. Su interlocutor, inmediatamente le pregunto: ?Padre, en su trabajo, no cuenta con el apoyo de religiosas??? Nuestro teólogo, quedó ploff.
¿Cómo mira la Iglesia jerárquica a las religiosas? ¿Dónde las tienen clasificadas, en que categoría de género?
La respuesta de nuestro teólogo, es ni más ni menos, el reflejo de lo que las mujeres vivimos en la Iglesia jerárquica. Lo demuestra muy claramente, su actitud ante las religiosas de LCWR de los Estados Unidos. Ahí, ni empieza, ni termina el asunto. No olvidemos el Canon 1024, en donde palabras más o menos, a las mujeres se nos ?borra?? del Sacramento del Bautismo! Solamente son bautizados los varones y solo ellos, tienen derecho al ministerio del Orden.
Las mujeres, nos vemos en la necesidad de preguntar, a ver si alguien nos puede explicar y decir, a qué Iglesia es que nos dicen que pertenecemos? Además es que cuando nos bautizaron, nos encontrábamos en ?estado de inocencia y de gracia??.
Las mujeres religiosas, ó seglares brillantes y preparadas, el elogio y piropo más ?elegante?? que se ha escuchado en la historia, dicho por otro ?sabio?? famoso, es aquel refiriéndose a Teresa de Jesús de Ávila: ?es lo más parecido a un hombre??! Qué vergüenza!
En un principio, hasta ni teníamos ?alma?? llegaron a decir los ?sabios??. Asunto que fue debatido y tratado en 1744 en Amsterdam, según Francisco Dumas el autor de ?Controversia en el asunto sobre el alma de la mujer??: ?La mujer sólo creada para el hombre, cesará de existir cuando acabe el mundo, porque ella dejará de ser útil para el propósito para la cual fue creada, de lo cual necesariamente se deduce que su alma no es inmortal?? (1) De esto ya hace 269 años??
Reclamar nuestro ser de mujer, ha sido siempre una ofensa y pecado. Es el pecado: del sexismo.
En el Evangelio apócrifo de Tomás verso 22 encontramos el siguiente aporte de Jesús: ?Dice a sus discípulos: Estos infantes que maman se asemejan a los que entran en el Reino. Le dicen: ¿Así al convertirnos en infantes entraremos en el Reino? Jesús les ha dicho: Cuando hagáis de los dos uno, y hagáis el interior como el exterior y el exterior como el interior y lo de arriba como lo de abajo, y cuando establezcáis el varón con la hembra como una sola unidad de tal modo que el hombre no sea masculino ni la mujer femenina, cuando establezcáis un ojo en el lugar de un ojo y una mano en el lugar de un pie y una imagen en el lugar de una imagen entonces entraréis en el Reino??
Qué forma tan humana y sencilla, en que Jesús nos insiste en que lo que importa es que nos amemos los unas/os a otros/as, dentro de esa imagen y semejanza en que hemos sido creados, dentro de su UNIDAD Y ESENCIA DIVINA! Con ?l y en ?l, mujeres y hombres somos UNO!
El desafío a la conversión propuesta por Jesús en su Evangelio es para tomarlo en serio! Una cosa es estar de acuerdo contra la lucha antirracistas, anti-opresión, anti-marginación y otra hacerse carne de la misma carne del marginado/a, del oprimido/a, del excluido/a, sea afro, mujer, niño, indígena, haciendo verdadera EUCARISTIA!
Parece que alguien ha distorsionado totalmente su mensaje, es más lo ha escondido!
(1) Beatriz Melano Couch: La mujer y la Iglesia. Pág 61 Ed. Gráfica Prisma; Ricardo Guiraldes. San Andrés, Buenos Aires, 22 de Mayo 1977 Argentina.