Un grupo de amigos de distintas partes del mundo hemos pensado que, aprovechando este magnífico recurso que es internet, sería bueno hacer una red virtual mundial de comunidades eclesiales de base, donde las comunidades podamos encontrarnos, pero en chancletas y pijama, sin formalidades, gratuitamente, sin otro objetivo que conocernos, compartir nuestro cotidiano vital y hacerlo desde una perspectiva profundamente fraternal. No se trata de ningún modo de querer coordinar a las distintas comunidades, sino sólo de establecer un vínculo de unión entre todas para informarnos, compartir reflexiones y sentirnos unidas por unos ideales comunes en lo eclesial y en temas sociales también.
Imaginen una comunidad de Cádiz pudiendo entrar en contacto directo con otra de Recife, de Nairobi, Buenos Aires, Montevideo o Macau, o todas ellas relacionándose entre sí. ¿No sería un intercambio estupendo?
En un momento en que la sociedad está enferma, y la gente se aísla, por indiferencia, por miedo, por concentrarse en los problemas cotidianos y propios que la agostan, ser comunidad se vuelve un grito profético capaz de echar los demonios del egoísmo y la soledad y curarnos del miedo, de la angustia, del ombliguismo (mirar con excesivo celo la pelusita del ombligo)
Volver a pronunciar aquellas viejas palabras, pero pronunciarlas desde la vida: Todo lo tenían en común, nadie se consideraba dueño de nada y se lo repartían según las necesidades. Y saber que en ese todo, va todo, no sólo lo material, va el hombro para apoyar al hermano vencido, va el velar junto con, va el compadecerse rescatando el mejor sentido de la palabra que es padecer con los hermanos, van los sueños por un mundo más justo, fraterno y humano, el compartir la lucha de cada día con el Nazareno en medio nuestro.
Nos gusta la idea por lo que tiene de utópico, algo muy difícil de conseguir. Pero muchas utopías se han hecho realidad…
Entrar a esta red es sencillo: envíenos a reddecomunidades@adinet.com.uy el nombre de su comunidad, ciudad y país, alguna característica o particularidad que tenga, una breve presentación, lo más sencilla posible, la dirección de correo electrónico, y ya está.
Cuando la lista tenga unas cuantas comunidades anotadas comenzaremos a difundir entre las que han participado todo el material recogido, para empezar a conocernos y facilitar el intercambio.
Con cariño
María Milano (Londres), Gabriel Sánchez (Montevideo), Juan Cejudo (Cádiz)