Enviado a la página web de Redes Cristianas
La buena gobernanza de un país no depende exclusivamente del gobierno de turno, sino también de los partidos en la oposición. Estar en la oposición no significa que haya que oponerse por norma a cualquier intento de un gobierno en minoría para aprobar leyes que contribuyan a la mejora y al progreso del conjunto de la sociedad o a una parte de la misma que lo requiera por circunstancias especificas.
Hacer política de verdad no es buscar la bronca y la crispación continuas para obtener réditos electorales, sino procurar el consenso que tenga como fin el bien común. El mundo no está pintado de blanco o negro, sino de matices. Y matices y combinación de colores es los que nos falta en este país para pintar el progreso y desarrollo de esta España maltratada por nuestras miserias políticas, intelectuales y morales.
/ Antoñán del Valle (León)