Rouco se lo impidió cancelando una audiencia prevista
Antes de la celebración de una audiencia con el Papa para ofrecerle Madrid como sede de la jornada mundial de la juventud en 2011, Alberto Ruiz-Gallardón le transmitió a Rouco Varela su intención de quejarse ante Benedicto XVI de “un programa de la emisora la Conferencia Episcopal” a la achacó un “mensaje injurioso” y de “odio reiterado”. El cardenal Rouco, arzobispo de Madrid y presidente de los obispos españoles, se lo impidió anulando la audiencia que tenían prevista.
Así lo confiesa el alcalde en una entrevista en El Mundo de Pedro J, que dedica un editorial al asunto. El editorial acusa al alcalde de querer el “amordazamiento del réprobo” Losantos y de “poner en riesgo que la voz más discordante con el oficialismo cuente con un micrófono lo suficientemente potente”.
En una entrevista en El Mundo, Gallardón cuenta que durante la preparación previa a de audiencia en El Vaticano le transmitió al cardenal Rouco su intención de quejarse ante el Papa “por el efecto perverso que está produciendo en la sociedad madrileña y española el mensaje permanentemente injurioso y de odio reiterado que se transmite desde un programa de la emisora de la Conferencia Episcopal”. “Nuestras normas de convivencia y el propio mensaje evangélico se veían profundamente atacados como consecuencia de esa injuria permanente y ese odio reiterado que se produce desde la COPE”, insiste el alcalde en que quiso “manifestar” al Papa.
Veto de Rouco
No pudo hacerlo porque “como consecuencia de ese anuncio Rouco me dijo que no habría audiencia con el Santo Padre, la ha cancelado”, lamenta Gallardón.
Que la Iglesia “asuma su responsabilidad”
Preguntado sobre si tiene una “obsesión personal” con Losantos, Gallardón responde que “cualquier voz tiene que ser respetada y cualquier opinión tiene que tener la oportunidad de ser oída” pero “lo que le pido a la Iglesia es que asuma su responsabilidad (…) y diga si esa voz es suya”.
Las cruces sí
Sin embargo, a la hora de opinar sobre la polémica de los crucifijos en los colegios públicos, Gallardón echa un cable a los obispos citando a su predecesor Tierno Galván, cuando defendió la permanencia de una cruz en el salón de plenos del Ayuntamiento porque era “un signo de paz y de concordia”.
“Descortesía” del alcalde
Desde el propio El Mundo llega la réplica al alcalde en forma de editorial, en el que defienden el veto de Rouco apuntando que “nadie invita a alguien a casa de su jefe para que le denigren” y esa actitud es “una descortesía”. También aseguran que el alcalde cuestiona “el derecho de al menos un millón y medio de ciudadanos a seguir sintonizando programas de la COPE” y lo hace “de forma perversa, identificando como posiciones de la Iglesia las que pertenecen exclusivamente a los locutores y colaboradores de la cadena”.
”Amordazamiento del réprobo”
También asegura el editorial del diario de Pedro J –tertuliano del programa de Losantos, quien escribe a su vez en El Mundo- que Gallardón cree que la condena por injurias al locutor “debería llevar aparejada la pena accesoria del amordazamiento del réprobo”. Concluyen recordando que Rajoy tuvo que “dar macha atrás” de su veto al grupo PRISA, y que “el alcalde, que ha ido mucho más lejos de lo que fue el presidente de su partido, debería hacer lo mismo”.