Gª. Gasco dirimirá la denuncia contra un jesuita que cuestiona la virginidad de María -- Alfons García

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Levante

El cardenal arzobispo de Valencia, Agustín García-Gasco, se va a encontrar con un asunto espinoso en cuanto reemprenda la actividad normal tras los actos de las últimas semanas después de su proclamación como purpurado. No será en la mesa del palacio arzobispal de Valencia donde se lo encuentre, sino en la de la Conferencia Episcopal Española (CEE)

El prelado preside allí desde el pasado mes de abril la Comisión para la Doctrina de la Fe (homóloga de la congregación vaticana que controlaba Joseph Ratzinger hasta que fue elegido Papa). El delicado tema que deberá abordar es la denuncia que ha interpuesto el editor de un blog ultracatólico contra el sacerdote jesuita Juan Masiá por cuestionar el dogma de la virginidad de María en su bitácora en internet.

Antigua Inquisición
El teólogo nacido en Murcia en 1941 es un viejo conocido de la comisión que vela por la doctrina católica (la antigua Inquisición), ya que en enero de 2006 fue destituido como director de la Cátedra de Bioética de la Universidad Pontificia de Comillas, en Madrid. Aunque el rector fue el que firmó la expulsión, la responsabilidad se atribuyó entonces al arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, y a su auxiliar Eugenio Romero Pose, que presidía la citada comisión del dogma de la CEE. Tras su muerte, los obispos designaron para este puesto en abril de este año a García-Gasco, que era antes vicepresidente.

Masiá fue represaliado en 2006 tras defender el uso de preservativos como método anticonceptivo. Ya en aquel momento era un teólogo respetado en los ambientes más abiertos de la Iglesia católica española. Después de la destitución puede decirse que su nombre se ha convertido en un referente en estos círculos.

La polémica vuelve ahora a girar sobre él. La razón es la denuncia presentada contra él ante la Comisión para la Doctrina de la Fe por negar supuestamente en algunos de sus escritos el dogma de la Inmaculada Concepción. Esto es, el nacimiento de Jesús sin que la Virgen María mantuviera relaciones sexuales.

El denunciante es Luis Fernando Pérez Bustamante, responsable de un blog que se alinea con la ortodoxia católica más estricta. En su carta a García-Gasco, tras felicitarle por su entrada en el colegio cardenalicio, le pide que examine la doctrina que Masiá dicta en su propio espacio en la red (Vivir y pensar en la frontera).

Y cuenta que el jesuita ha dicho que «la Iglesia no se ha comprometido con la doctrina de que la Virgen María fue virgen «in partu» y «post partum»». «También añade -dice sobre Masiá- que la creencia de que la Madre de Nuestro Señor fue virgen durante el parto implica negar que Jesucristo fue verdadero hombre».

El denunciante argumenta que Juan Masiá es libre como ciudadano de pensar y escribir lo que quiera, pero como sacerdote y jesuita «no puede hacer tal cosa sin dejar de ser sacerdote y jesuita». Si la Iglesia permite que, como tal, niegue dogmas de fe «entonces está lanzando un mensaje muy peligroso para la salud espiritual de todos los fieles».

Controversia en la red
La actuación de este católico converso -ha declarado en algunos de sus escritores que iba para pastor protestante evangélico- ha levantado una ola de reacciones de todo tipo en los medios de información católica, especialmente en internet. Teólogos (como Xabier Pikaza) y plataformas de diálogo (Atrio) han salido en defensa de la libertad de expresión del sacerdote jesuita y de las bitácoras de internet como medio de intercambio de ideas y de reflexión. Pero también, otros autores han respaldado la iniciativa de Pérez Bustamante, quien ha confesado que no esperaba tanto revuelo.

Masiá no ha contestado directamente, sino que ha recurrido a la argumentación teológica. «Es posible sentirse iglesia cuando hay que disentir «en» la iglesia (no «de» la iglesia)», ha dicho en uno de sus últimos artículos.