El miércoles 20 de diciembre la 61ª Asamblea General de la ONU tomó una decisión histórica al aprobar por unanimidad la Convención Internacional para la Protección de Todas las Personas contra la Desaparición Forzada. La Federación Latinoamericana de Asociaciones de Familiares de Detenidos Desaparecidos (FEDEFAM), manifestó su alegria al conocer la decisión ya que éste es un logro por el que los familiares de detenidos desaparecidos de América Latina vienen luchando desde hace 25 años.
«Cuando nos reunimos a fines de enero de 1981 en el primer Congreso Latinoamericano de Familiares de Detenidos-Desaparecidos en San José, Costa Rica, la convicción entre todos los participantes, basada en la experiencia personal de cada caso, era de que estábamos ante una nueva forma de violación de los derechos humanos ante lo cual no estaban preparadas ni la comunidad internacional ni la tradicional estructura jurídica de los países», recuerdan.
«La perversidad de ese fenómeno inédito consiste en la negativa de las autoridades a reconocer detenciones practicadas por sus órganos de seguridad, y en la consiguiente imposibilidad de conseguir información certera sobre el paradero o el destino de las víctimas. Y como una mancha imparable la práctica se extendió a todos los rincones de América Latina, no sólo a los países dictatoriales de entonces sino también a países formalmente democráticos como México y Colombia», afirman.
El recuerdo de estas casi tres décadas impregna los mensajes. Viene a la memoria aquel primer encuentro realizado en San José bajo la consigna «No hay Dolor Inútil». La actitud de los familiares, provenientes de niveles muy diferentes de vida, países, sectores sociales y pueblos, se hicieron intérpretes de un sentimiento común para buscar más allá de la solución de cada caso individual. Se propusieron lograr la erradicación de la práctica de la detención-desaparición de la faz de la tierra. Así los familiares tomaron las primeras decisiones de gran trascendencia que tuvieron su primer fruto en 1983 cuando FEDEFAM, gracias al trabajo de los eminentes juristas Eduardo Novoa Monreal de Chile y Alfredo Galletti de Argentina, pudo presentar un primer proyecto de Convención.
En 1992, después de arduas luchas, la ONU aprobó la Declaración para la Protección de Todas las Personas contra las Desapariciones Forzadas, y finalmente la Comisión de Derechos Humanos en 2001 bajo la presidencia de Dr. Leandro Despouy (Argentina).
La Convención Internacional de Protección de Todas las Personas contra la Desaparición Forzada enriquece el proyecto inicial de FEDEFAM, informan. En ella están consagrados varios derechos que nunca antes habían sido formulados tan claramente a nivel internacional:
– El derecho de no ser sujeto de una desaparición forzada con todas las consecuencias y obligaciones para los Estados.
– El derecho a la verdad, es decir, el derecho de saber la verdad acerca del destino de la persona desaparecida y de todas las circunstancias sobre este crimen.
– El derecho de los familiares a recuperar los restos de sus seres queridos.
– El establecimiento de garantías en cuanto a la prohibición de la detención clandestina de cualquier persona en cualquier lugar.
– El derecho a la justicia de los familiares de los desaparecidos. Este derecho debe ser garantizado por la incorporación al código penal nacional de la figura de la desaparición forzada.
– Las desapariciones forzadas constituyen crímenes contra la humanidad.
– Se expone un concepto amplio de víctima al incluir también a los familiares y los allegados,
– Se afirma las múltiples dimensiones del derecho a la reparación.
– Se ratifica el derecho del niño -victima de desaparición forzada- a recuperar su identidad. Se establece un órgano de vigilancia independiente; el Comité contra las Desapariciones Forzadas, con poder de decisión autorización para procedimientos urgentes como las características mas destacadas.
Ante este merecido derecho conseguido, la FEDEFAM quiere dejar constancia de que están realmente entusiasmados con este nuevo instrumento internacional. «Creemos en él y estamos convencidos de su efectividad para lograr una protección plena contra las desapariciones forzadas. FEDEFAM está comprometida con este logro», y agregan un llamado a todos los Estados para que firmen y ratifiquen esta Convención con el fin de que su entrada en vigor sea lo antes posible.