Esperanza… política -- Deme Orte

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Al capitalismo no le gusta la esperanza
porque la esperanza quiere cambiar las cosas.
El capitalismo quiere personas satisfechas
que están bien con lo que tienen;
o personas sumisas y resignadas
que acepten que no hay alternativa.

Y en ambos casos no hay esperanza.
La esperanza es revolucionaria.
No viene de arriba, de las élites,
para quienes la esperanza es un lujo innecesario.
La esperanza viene de las de abajo,
de las personas desesperadas y desesperanzadas.

Un cayuco lleno de gente
viene cargado de la desesperación del hambre,
de la guerra, la violencia, la falta de futuro.
Pero va cargado de esperanza
de llegar, de una vida nueva, de un futuro mejor.
La desesperación de la gente de Gaza
es a la vez resistencia de un pueblo que no se rinde
y resiliencia de sobrevivir a la muerte.

En medio del desastre de la dana
también han brotado signos de esperanza
en el apoyo mutuo y la solidaridad.
Peor que la desesperación es la desesperanza
de gente resignada, rendida o instalada.
Sólo la esperanza mantiene viva
la utopía de un mundo mejor
y el sentido de la vida.

Al capitalismo no le gusta la esperanza
y a la esperanza no le gusta el capitalismo.

Deme Orte 3-12-24