Enric Canals acaba de presentar un libro sobre la represión franquista:?La beatificación es inoportuna en el tiempo e innecesaria?? -- Sergio Colado

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El Plural

El periodista y consultor Enric Canals, que ha trabajado en medios como el Diario de Barcelona o El País y es miembro del Consejo de Administración de la Corporació Catalana de Ràdio y Televisió, acaba de publicar el libro Delators (L’Esfera dels llibres). En él analiza la represión del franquismo una vez concluida la guerra civil contra quienes se mantuvieron fieles a la II República.

En una entrevista a elplural.com analiza esa represión y el papel de la recuperación del pasado en un momento en el que la Ley de Memoria Histórica y las beatificaciones de este domingo han llevado a hablar de la reapertura de heridas.

– ¿Qué cuenta en Delators?

Son treinta historias de la represión franquista recién acabada la guerra civil en Cataluña entre 1939 y 1945. La mayoría tienen su fundamento en el inicio de un procedimiento judicial sumarísimo y son contra personas de significación o filiación republicana.

– ¿Cómo se desarrolló esa represión?
El libro recoge todo el entramado de delaciones, denuncias, testimonios de testigos de cargo de estos procedimientos?? La represión fue brutal y posible gracias al entramado de Falange y a los militares que entraban en las ciudades y pueblos que empezaron a realizar una limpieza política. Franco convirtió en delito cuestiones que en democracia eran ejercicio libre de libertades. Envolvió todo con un entramado de leyes retroactivas que declaraba delito actividades lícitas en los años anteriores, remontándose. Así, cualquier persona que militara en un partido considerado democrático entre 1934 y 39 era susceptible de ser prendida, juzgada y condenada.

– Un sistema en el que la delación era fundamental?? Sí, además fue una delación inducida. Desde las mismas páginas de la prensa se publican edictos y declaraciones de los mandos del Ejército ?la columna de Orden y Ocupación como se llaman cuando entran en las zonas que consideran liberadas- donde se insta a la delación, que la gente vaya a oficinas bien de la Falange bien de la Audiencia militar y que delaten a las personas que crean que ha contribuido al mantenimiento del régimen republicano. La Falange fue el brazo ejecutor de esta justicia, que es en realidad una venganza.

– ¿No tenían que ser personas que se hubieran significado en la guerra civil?
No, no, significadas por su republicanismo?? Sólo en Cataluña entre el 39 y el 45 hubo 70.000 procesos judiciales sumarísimos con el resultado de 3.385 personas fusiladas, y centenares de miles fueron enviados a la cárcel con condenas de cadena perpetua, treinta, veinte, quince años. Incluso las condenas a prisión se celebran por parte de los condenados, porque quería decir que te has librado de la ejecución. Y es que la frontera entre condenas a muerte y otras graves de prisión prácticamente era inexistente. Los procesos eran por la jurisdicción militar, los jueces y los ejecutores formaban parte obviamente del bando militar, los sistemas de garantías no es que se incumplieran, es que no figuraban en ningún sitio.

De hecho, en el 36, en el sector en manos del poder Republicano, hay un estallido revolucionario y se cometen barbaridades y crímenes. La mayoría de los autores de estos crímenes en el 39 se marchan, emigran, desaparecen?? Los que se quedan son los que se creen las declaraciones de Franco poco antes de que termine la guerra de que quien no tenga las manos manchadas de sangre no le va a pasar nada. Eso es mentira, recojo casos de fusilamientos por cargos sin pruebas, más allá de las delaciones de gente del otro bando.

– ¿Hubo un ensañamiento en Cataluña?
Hubo un especial ensañamiento con los militares y guardias civiles que se mantuvieron leales a la República. En el libro aparecen dos de estos casos: el general de la Guardia Civil José Aranguren, jefe del cuerpo en Cataluña, y el coronel Antonio Escobar Huertas. Eran dos personas de convicciones conservadoras, de una filiación derechista pero que se mantuvieron fieles a los estatutos de la Guardia Civil de servir al Gobierno legalmente constituido. Estas personas desbaratan el alzamiento en Barcelona y Cataluña y el golpe del 36, y se da la paradoja y el gran drama de la guerra: los dos tienen hijos combatiendo en el bando franquista.

– ¿Qué piensa de la Ley de Memoria Histórica?

Personalmente el término memoria?? es acomodaticia, Estoy a favor de la verdad, en muchos países que han salido de dictaduras se han creado comisiones para encontrar la verdad en todos los campos, con investigación?? En cualquier caso una ley sí, siempre que no establezca la verdad por decreto, ésta la tienen que buscar los profesionales, los historiadores. También es evidente que quien no ha tenido ningún tipo de reconocimiento o ayuda tenga ahora una oportunidad. Es necesario perdonar los errores, pero eso no equivale a ignorar.

– ¿Y de las beatificaciones de los mártires de la Iglesia este fin de semana?
Es inoportuna en el tiempo e innecesaria. Durante 40 años la Iglesia en este país se cuidó muy mucho de recordar estos casos, en su mayoría los que están documentados me parecen horripilantes y condenables, pero al lado hay otros muchos silenciados y olvidados y eso puede ser un agravio. Para perdonar hay que ponerse en qué cosas y cómo. No sé el sentido que le da la Iglesia a estas beatificaciones, algunos artículos y reportajes hablan de beatificaciones de personas que podían haber participado en actos de tortura, no creo que ese sea el prototipo de beato que la Iglesia necesita.