Elegía de agradecimiento por Andrés Cabrera -- Miguel Ángel Mesa

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Otro mundo es posible

Según te veía desplegaba sus brazos y te dabas cuenta que no tenías escapatoria, que te esperaba un abrazo sincero, como de oso con barba larga y canosa y, a los hombres a quienes no nos importaba, nos plantaba un par de besos.
Andaba deprisa, como si no pudiera o quisiera perder el tiempo. Quizá fuera alguna reminiscencia de sus años juveniles, al tener que poner los pies en polvorosa cuando le perseguían los grises.
Porque siempre había algo que hacer: una reunión en la asociación vecinal, una manifestación, un encuentro o una sesión de control en el Ayuntamiento, la asistencia al acto que estaba a punto de comenzar en la Quinta de los Molinos?? ··· Ver noticia ···