El virus de la discordia y la violencia -- Pedro Serrano

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Enviado a la página web de Redes Cristianas

Siempre me he tenido por poca cosa, pero mi autoestima ha mejorado ostensiblemente cuando he comenzado a compararme con algunas personas del montón, pero, sobre todo, con personas preeminentes del tipo Quim Torra y su prófugo mentor, residente en Waterloo. Ya saben aquello de: «Si me miro no soy nada, pero si me comparo…»

Dicen que los dioses no se preocupan de repartir por igual los dones como la belleza, la inteligencia, la fortaleza o la grandeza de espíritu, entre otros, sino que ellos lanzan los dados y dejan que el azar decida lo que nos toca en suerte en la vida.

Y lo que a Cataluña le ha caído en suerte, entre otros políticos, es un Quim Torra carente de dones. Bueno, a decir verdad, si tiene un don; y este no es otro que su habilidad para inocular el virus de la discordia y la violencia en mentes carentes de defensas intelectuales.

/ Antoñán del Valle (León)