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En este viernes santo es justo y necesario solidarizarnos con nuestros hermanos Venezolanos que les tenemos en medio de nosotros en calidad de migrantes y refugiados, victimas del trato inhumano de la dictadura del gobierno venezolano. Para ellos nuestras plegarias en este día santo.
A semejanza del pueblo de Dios que tuvo su éxodo, al salir del país de Egipto a la libertad, parte del pueblo venezolano, familias enteras, grupos de jóvenes, de trabajadores, y adultos, también repiten la escena con el fin de buscar una vida mejor en los países vecinos, como es ecuador.
Según el dato de la cancillería ecuatoriana desde el año 2017, han llegado a ecuador 9000 venezolanos, solicitando refugio, los motivos son diferentes; unos por no estar de acuerdo con la política del gobierno, otros porque son perseguidos políticos, han sido encarcelados y torturados.
Elena Grate, en una declaración al diario el comercio de Quito a nombre de la asociación de venezolanos, señalo que a pesar de la crisis que vive su país, los venezolanos llegan a ecuador en condiciones de vulnerabilidad y reporta haber enfrentado peripecias en el acceso a la salud, a la educación, al trabajo, a la movilidad. Generalmente las personas cuentan con limitados recursos para continuar su viaje y están expuestas a situaciones de violencia, explotación, abuso, trata y tráfico ilícito. durante el trayecto de sus largos viajes hasta llegar a la frontera.
Cumpliendo el mandamiento del amor al prójimo y la obra de misericordia, algunos barrios de la ciudad como Carcelén, recibieron durante un buen tiempo a familias migrantes, ciudades del norte de ecuador recibieron también a familias y personas que venían solas, a pesar que en algún momento sucedieron graves problemas, porque entre los migrantes vinieron también delincuentes. En el centro de la ciudad se abrió un alberge especial para personas solas, abandonadas, y mendigos.
Como señala en profeta Isaías, 53, 4-6. ?todos nosotros andábamos errantes como ovejas sin pastor, siguiendo cada uno su camino?? efectivamente los migrantes llegaban a la ventura, sin conocer el país, en algunos momentos impedidos de ingresar, por los cambios que las autoridades de migración de ecuador hacían, sin saber lo que les esperaba, una madre de familia en cierta ocasión exclamo: ¡venimos cuidados por la providencia y voluntad de Dios!
La fe y confianza que depositaron en las manos de Dios, al caminar largos y peligrosos trechos, se recuerda el salmo 91,11-12, ?te encomendara a tus ángeles para que te guarden en todos tus caminos. Y ellos te llevaran en sus manos para que tus pies no tropiecen en las piedras??
En el caminar de los migrantes, hay el ejemplo de una mujer afro-ecuatoriana, en el poblado llamado el Chota, provincia de Imbabura, ha convertido su casa en una hospedería gratuita, allí los caminantes que van hacia el centro del país, descansan, se asean, reciben un refrigerio, se encuentran, y si es necesario pernoctan, sin pagar ni un centavo, esta actitud es un ejemplo maravilloso, que nos da esta mujer humilde, sencilla, que cumple a cabalidad el amor al prójimo.
En el caso del vía crucis, Simón Cirineo, la verónica, las mujeres, en el evangelio, los ejemplos del buen samaritano, la samaritana y otros.
El camino de la cruz de Jesús, nos lleva a cumplir la voluntad de su padre, la salvación de la humanidad, a cambio de su pasión y muerte, pero al final, está la esperanza de la resurrección, que en el caso de nuestros hermanos venezolanos será que se termine la dictadura del gobierno y resucite una nueva vida, para nuestros hermanos, que sufren el destierro y la amargura de verse fuera de su patria.
Creo que la fuerte y permanente oración de todos los que tenemos fe y esperanza en Dios y la madre Divina, unida a la acción política y efectiva, de los gobiernos hermanos que están trabajando por la paz y el termino de la dictadura, salvaran Venezuela.
Quito 19 de abril 2019
Mario Mullo Sandoval