En octubre de este año se celebrará la segunda parte del Sínodo de los Obispos, que será continuación del que tuvo lugar en 2014 y tendrá a la familia de nuevo en su centro de interés.
La Relatio synodi ?resumen de lo que se expuso en el sínodo del año pasado? y la Lineamenta publicada hace algunas semanas por el Vaticano son el material de reflexión que deberían tomar inicialmente los sinodales a lo largo de este año. Así estarán preparados para tomar decisiones en la próxima convocatoria de octubre.
Sin embargo, para completar este material, el Vaticano publicó un sondeo a mediados de diciembre para que fuese respondido por todas y todos los fieles que quisieran participar. Se invitó a las Conferencias Episcopales a elegir las modalidades adecuadas para la difusión del cuestionario ?implicando a todos los componentes de las iglesias particulares e instituciones académicas, organizaciones, agregaciones laicas y otras instancias eclesiales??. Según sus autores, el cuestionario pretende hacer accesible la ?recepción?? de la Relatio synodi y la ?profundización de los temas en ella tratados??.
No cabe duda de que esta intención de escucha y de apertura de canales de expresión para los cristianos y cristianas de todo el mundo es positiva. En las instrucciones de la encuesta, además, se señala que deben evitarse respuestas ?según esquemas y perspectivas propias de una pastoral meramente aplicativa de la doctrina, que no respetaría las conclusiones de la Asamblea sinodal extraordinaria y alejaría su reflexión del camino ya trazado??. No se pide, por tanto, una respuesta ?de libro??, catecismo en mano, sino contestaciones desde la vida real de las personas reales dentro de la Iglesia. Eso está bien.
Pero el problema llega a la hora de responder el cuestionario, cuando los grupos o personas se encuentran con 46 preguntas (en realidad 94 porque algunos enunciados son múltiples) en las que se piden respuestas tipo ensayo. Un formato que hace complejo e impracticable contestar el cuestionario, así como sumamente difícil sistematizar las respuestas que se reciban. Es complejo y abrumador, lo cual claramente puede hacer desistir a las comunidades de base o cristianos de a pie a responderlo.
Organizaciones como Catholic Church Reform han elevado su queja y han llegado a declarar que ?el cuestionario está diseñado para fracasar?? y han lanzado una carta abierta al papa Francisco expresando su desacuerdo con el mecanismo de participación desarrollado por el Vaticano. Otros grupos en Europa han seleccionado algunas preguntas, relativas a los temas clave, y están enviando respuestas parciales.
Da la impresión de que, una vez más, se ha puesto de manifiesto la apatía y oposición encubierta de las conferencias episcopales a la hora de facilitar que la base de la Iglesia responda el cuestionario y exprese su opinión abierta y libremente.
El resultado de esta nueva consulta ?que deben responderse antes del próximo 15 de abril? debe enviarse a la Secretaría general del Sínodo de los obispos para que pueda ser estudiado y evaluado en la preparación del Instrumentum laboris, que será publicado antes del verano.
¿Qué podemos esperar pues de este Sínodo? ¿Se atreverá a promover cambios en la doctrina oficial? ¿Se quedará en recomendaciones pastorales de acogida y respeto? Esperamos realmente que el Sínodo de octubre serva para aceptar oficialmente, al fin, situaciones y realidades que desde hace tiempo viven muchos católicos y católicas de todo el mundo. Es urgente, por tanto, que los sinodales ?pongan al día a la Iglesia?? porque estas decisiones llegan ya muy tarde.
En tanto los sínodos se abran verdaderamente a la pluralidad y a la participación de personas diversas que integran la Iglesia y en tanto se generen mecanismos de participación reales y eficaces, habrá que ir aprovechando estos cauces. Por eso, pese a las dificultades que ofrece el cuestionario, desde Redes Cristianas os animamos a participar y a trabajar las preguntas ?todas o una parte? en comunidad, en familia o individualmente. Para ello hemos habilitado un cuestionario on line (colectivos@redescristianas.net) en el que recogeremos las respuestas que nos comprometemos a enviar posteriormente al Vaticano.