(APe).- El pesebre todavía está presente en muchas casas de la Argentina. Animales perdidos que, por esos misterios insondables de los huecos en cada vivienda, reaparecen para el armado del arbolito que dura desde el 8 de diciembre al 6 de enero, la llegada de los supuestos reyes magos. Debajo del arbolito, el pesebre es, en realidad, un establo, un lugar para bestias, no apto para chicas y chicos.
El pesebre, más allá del cariñoso gesto del armado del arbolito, representa la ferocidad del sistema. El imperio que condena a un recién nacido a refugiarse entre animales, a vivir entre las bestias, a ser, en definitiva, un animal más, una bestia más. ··· Ver noticia ···
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