El obispo de Vitoria, Miguel Asurmendi, destacó hoy que el Obispado vasco siempre ha defendido el diálogo como ‘elemento importante’ para lograr la paz porque ‘es un requerimiento’. Además, consideró que el comunicado de la Conferencia Episcopal no ha sido ‘claro’, pero el prelado interpreta que está a favor del diálogo y en contra de la negociación.
Tras preguntarse ‘si se puede llegar a negociaciones’ con ETA, aseguró que los obispos vascos no han dicho tal cosa. ‘Cada uno pensará lo que piense, pero nosotros no lo hemos dicho como obispos que tenemos la responsabilidad en el País Vasco. Tampoco lo hemos negado. Ahí quedan sugerencias para que haya’, señaló.
Durante la presentación de una exposición en la Catedral Nueva de Vitoria, el prelado sí manifestó, no obstante, que el diálogo es primordial para conseguir la pacificación.
Miguel Asurmendi consideró que, en el pensamiento de los que redactaron el comunicado de los obispos, ‘está que el diálogo sí es posible con organizaciones para poder llegar a un acuerdo y un consenso en los márgenes que tiene. Diálogo sí, negociación no’, manifestó.
PASTORAL DE 2002
En este sentido, recordó una pastoral de 31 de mayo de 2002, que se titulaba ‘Preparar la paz’ del Obispado vasco, y en la que se hablaba del diálogo ‘como elemento importante para llegar a la paz’. ‘Por lo tanto, los obispos vascos hemos defendido muchas veces esta temática que se trata de un requerimiento’, dijo.
Asurmendi añadió que ‘sobre el diálogo cabe una postura positiva de aceptación’, aunque dijo que también comprende ‘que, al no decirlo con claridad, hay quien se ha podido sentir rechazado y, sobre esto, cada uno tiene su lógica y su planteamiento personal’.
‘Ciertamente, el no poner todas las cosas tan claras, al contrario, a veces dejar algunas cosas no tan clara, puede traer problemas especiales’, concluyó.
Asurmendi ha recalcado que en el País Vasco ‘nos hemos sentido muchas veces cercanos a un planteamiento de buscar la paz por medio del diálogo y de acercamiento a otras posturas’ y en este sentido, ha indicado, se generó una ‘esperanza’ cuando surgió la última tregua de ETA.
‘También dijimos cuando se quedó cortada (la tregua) que era una pena para nosotros, se había perdido una vez más una ocasión que podía haber sido positiva para la cuestión que estamos trabajando’, ha subrayado.