La legislación, de la época franquista, otorga a las empresas la posibilidad de extraer del subsuelo sin necesidad de ofrecer ninguna contrapartida a las administraciones.
Cuando Fernando VII firmó el primer Real Decreto en 1816 sobre las aguas minerales, muy pocos podrían imaginarse el curso que seguirían antes de desembocar en el escenario actual: un negocio anual de cerca de mil millones de euros, explotado en buena parte por empresas multinacionales que, además de contar con ayudas públicas en forma de subvenciones y préstamos, no aportan beneficios relevantes a las instituciones propietarias del terreno donde manan las aguas. ··· Ver noticia ···
Inicio Revista de prensa consumo El negocio del agua mineral: fuentes públicas, beneficios privados -- David ...
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