«Ha sido un encuentro cordial y distendido», apuntaron a ABC fuentes cercanas al encuentro que ayer mantuvieron responsables de la Conferencia Episcopal y del Gobierno para retomar los contactos de cara a alcanzar un acuerdo estable en materia de financiación.
Finalmente, la reunión «técnica», en la que participaron una decena de personas, entre ellas, la directora general de Asuntos Religiosos, Mercedes Rico Carabias, y el gerente del Episcopado, Fernando Jiménez Barriocanal, se dilucidó en una comida, en la que se abordaron los distintos aspectos sobre los que Iglesia y Gobierno habrán de alcanzar el consenso: la nueva fórmula de financiación, la presencia de otras confesiones en el formato de IRPF y el pago del IVA sobre los bienes eclesiásticos exigido por la Unión Europea.
Un acuerdo duradero
Durante el almuerzo, los representantes del Gobierno quisieron dejar claro a los responsables episcopales la intención de alcanzar un «acuerdo estable y duradero» en materia de financiación, que pueda mantenerse durante años y no sea preciso retocar si se produce un cambio de Gobierno o, llegado el caso, en una posible reforma de los Acuerdos Iglesia-Estado (algo que el Ejecutivo socialista no se plantea, al menos en la presente legislatura).
Desde Presidencia del Gobierno se ha abundado en la «prioridad» de llegar a acuerdos básicos con el Episcopado en materia de financiación y educación. Fuentes cercanas a De la Vega constatan la «cercanía y complicidad» de sus contactos con la Santa Sede, que fueron refrendados tras la visita de Benedicto XVI a nuestro país.
Tras haber analizado la propuesta de la Conferencia Episcopal, basada en el aumento del porcentaje del IRPF hasta el 0,82 % a cambio de eliminar el complemento presupuestario («es la mejor solución», apuntó Fernando Jiménez), el Ejecutivo socialista «ha asumido que el aumento del porcentaje que actualmente recibe la Iglesia a través de la Declaración de la Renta es imprescindible para que ésta alcance la autofinanciación».
En este sentido, y como adelantó ayer ABC, expertos del Gobierno y del Partido Socialista han presentado a la Conferencia Episcopal tres opciones: la primera, establecer un «fondo único» para todas las entidades religiosas católicas, opción «inviable» según el Episcopado, puesto que no son «una empresa».
La segunda, preferida por el Gobierno y que la Iglesia no ve con malos ojos, consiste en plantear un sistema transitorio (de tres a cinco años) al término del cual se pudiera establecer un porcentaje definitivo del IRPF, eliminar el complemento presupuestario y alcanzar la «autofinanciación técnica» (financiación únicamente a través de los contribuyentes) de la institución eclesiástica.
La tercera opción consistiría en aplicar, desde el próximo año, un aumento en el porcentaje. En este sentido, el Gobierno no ve «claro» que dicho incremento haya de llegar hasta el 0,82%, aunque el informe presentado antes del verano por la Conferencia Episcopal y otros estudios internos demuestren que menos cantidad no aseguraría la tan deseada autofinanciación.
Nueva reunión esta semana
Al término de la comida, ambas partes quedaron para otra reunión, «al más alto nivel» que tendrá lugar esta semana, y donde, de manera oficial, se dará respuesta a la propuesta de la Iglesia. Tras esto, los representantes de la Conferencia Episcopal elevarán las soluciones al Consejo de Economía, que celebrará su primer encuentro del curso la próxima semana. Posteriormente, tendrá lugar otra reunión en la que los obispos darán la respuesta ante las contrapropuestas del Ejecutivo.
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