El frente de los pobres… -- Gabriel Sánchez (Montevideo-Uruguay)

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??te quiero en mi paraíso es decir que en mi país la gente viva feliz aunque no tenga permiso Mario Benedetti
Montevideo, 29 de junio de 2010 ?
Mientras leía este especie de dolorida crónica, sobre los mártires del pueblo??del pueblo más abandonado, desposeído, marginado y manipulado y del destino de sus homicidas, escrita por Claudia Rafael de Pelota de Trapo*?? que me llego desde el otro lado de la otra orilla del río??desde Buenos Aires por una querida compañera?? me resonaban alguna frases de ese artículo, que fuimos leyendo, mientras los dientes apretaba con cierta bronca la bombilla del mate?? ?Ellos no pudieron exterminar su memoria con el plomo de las balas en su cabeza.??**

Esas historia de seres entrañables, que parecen enviados a dar calor y sol a nuestra vida, en el gris dolorosos de los desamparados??tal vez por eso, esa forma que tiene la oscuridad, el poder??de arrancarnos sus presencias se vuelve profundamente dolorosa, como un estilete clavado a fondo, pero también se vuelve rebeldía y porque no proyecto, sueño, bandera?? ?Pochormiga ?del rosarino barrio Ludueña, entre las casitas bajas y las viejas vías que hoy sólo saben de trenes de carga y abandonos. Pochormiga de brazo que cobija en el huracán de los desamparos más feroces, en donde la vida es margen y orfandad.

Ellos, los emisarios de la muerte más perversa trajeron -diría Neruda- los fusiles repletos de pólvora, ellos mandaron el acerbo exterminio. Entonces -seguiría el poeta- el joven sonriente rodó a su lado herido, y el estupor del pueblo vio caer a los muertos con furia y con dolor??**

Es una imagen repetida, aquellos que acercándose a las barrios y a sus gentes más abandonadas por el poder, se vuelven referentes, encienden la esperanza??invita a organizar y pelear con el gris y con el destino escrito (por los ricos) de que algunos nacieron para ser pobres??a ellos apunta el plomo sicario del los mandamases de siempre?? ?Se sienta en el sillón del barcito, ahí nomás de donde otros mártires de esta tierra tantas veces teñida de rojo cayeron bajo las balas asesinas. Los nombres de Darío y Maxi pueblan la vieja estación y le abren los brazos a los de Pocho, Luciano y tantos otros engullidos por el poder.??**

Pero entonces sus frases, se vuelven luz??y camino??aliento y lucha??y entonces allí quedan otros, que volverán a levantar sus sueños y seguirán luchando?? ?La posta está ahí. Pocho la dejó y no hay forma de mirar hacia otro lado??**

Las viejas historias, de la jueces, fiscales y tribunales, que tan dolidamente se extienden por nuestra América consangrando la impunidad, dando la espalda a la sangre caída, dando razón al sicario, que nos enseña que los poderosos, tiene no sólo el poder de condenar a la pobreza y a la marginación, sino el poder de vida y muerte??Esos tribunales que se vuelven una parodia patética de la justicia que nos hiere, que nos niega el elemental derecho a un juicio justo??que consagran la impunidad, que grita en la cara, ?vamos asesinar cuantas veces y a quienes el poder quiera???? ?Ya no hay presos por el crimen. Esteban Velázquez, el único policía detenido, se regocija desde hace un tiempo entre el aire libre y la carcajada al viento. ?Hace muy poco fueron absueltos por la Cámara los cinco policías que habían sido condenados por el juez García. Es algo que no tiene ningún tipo de explicación pero que responde a la lógica que ha venido teniendo la justicia santafesina durante estos casi diez años respecto de las causas del 2001: garantizar la impunidad, primero para los responsables materiales y luego, para los responsables políticos.

Y acá no podemos dejar de mencionar a Carlos Reutemann. Vemos el gran vacío que queda con Esteban Velázquez fuera de la cárcel porque no hay nadie más rindiendo cuentas por lo que fue el asesinato de Pocho, su encubrimiento y sobre todo por el asesinato de todos los compañeros. Santa Fe tuvo nueve muertos, siete a manos de la policía provincial y sólo hay dos policías que terminaron con condena firme. El que asesinó a Pocho que terminó con libertad condicional y el de Graciela Acosta que fue condenado a 11 años de prisión, con lo cual en poco tiempo gozará de beneficios semejantes. No hay nadie más, a pesar de que sabemos que son muchos los involucrados. Y las responsabilidades políticas brillan por su ausencia??. **

Lo que más hiere a la convivencia democrática, tanto como la sed de sangre de los sicarios, o la impunidad que les otorga la justicia, es que quienes engendraron ese constructo social comicidad y opresor, los miembros de la clase del poder, son lo políticos que se supone representan al pueblo al que victimizan y sus responsabilidades no aparecen y ellos nada cambiarán seguirán con las misma dinámicas, con las mismas practicas de dominio, que hacen que un grupo de gente acumule poder y riqueza, a costa de la marginación y de la pobreza de los más??aplastando a quien se oponga, reprimiendo a quien resista y cuando se vuelven muy molesto, simplemente los mandan matar??

Para cambiar esto, estimo es necesario arrebatarles el gobierno, es necesario poner al pueblo a tomar decisiones y esto se debe hacerse en estas coyunturas de una sola manera??potenciando una frente social y político de todos los postergados, porque muchas hormigas pueden más que un elefante??

* http://www.pelotadetrapo.org.ar/agencia/

**http://correo.adinet.com.uy/cp/ps/Mail/ViewMsgController?d=adinet.com.uy&u=hijosdelaluz&an=hijosdelaluz&t=11482&s=1309348742932&fp=INBOX&uid=8545

(Información recibida de la Red Mun dial de Comunidades Eclesiales de Base)