El ex presidente de los evangélicos recuerda que la Iglesia fue ?víctima?? pero también ?verdugo cruel e implacable??

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El Plural

Defiende la Ley de Memoria Histórica
Enric Capó, ex presidente de la Iglesia Evangélica, sale al paso de quienes critican la conveniencia de la Ley de Memoria Histórica. En un artículo publicado en Lupa Protestante, recuerda una instrucción pastoral de la Conferencia Episcopal en la que los obispos consideraban que ?no sería bueno que la Guerra Civil se convirtiese en un asunto del que no se puede hablar con libertad??.

Capó cita en su artículo a Churchill para recordar que el pueblo que olvida su historia está condenado a repetirla, defendiendo la Ley de Memoria Histórica como una manera de superar el tabú en torno a la Guerra Civil, que durante años fue ???un tema casi prohibido??.

Los obispos también recuerdan
Recupera incluso una cita de la instrucción pastoral de la Conferencia Episcopal Española, ahora tan críticos con la Ley, especialmente a través de la COPE: ?No sería bueno que la guerra civil se convirtiese en un asunto del que no se pueda hablar con libertad y objetividad. Los españoles necesitamos saber con serenidad lo que verdaderamente ocurrió en aquellos años de amargo recuerdo??.

Recordar para ?evitar errores??
Para Capó, se puede usar el recuerdo del pasado ?no para acusar, sino para evitar los fatales errores que entonces se cometieron y pongamos todo nuestro empeño en evitar la reconstrucción de las dos Españas, si es que alguna vez existieron??. Además, advierte de la necesidad de este ejercicio cuando ?la confrontación política actual entre derechas e izquierdas nos trae amargos recuerdos y nos mete el miedo en el cuerpo. Cosas tan simples y con tan poca significación real como la quema de fotografías del rey, o los discursos incendiarios de la extrema derecha, adquieren proporciones gigantescas en el contexto del miedo a que la historia se repita??.

?Los buenos españoles?? El evangelista señala cómo el arzobispo Pla y Denial se refería a los llamados nacionales como ?una cruzada por Dios y por España?? lo que significaba que en ella ?no cabíamos los protestantes que no sólo no éramos católicos, sino que éramos acusados de ser malos españoles. Los buenos españoles eran católicos y de derechas??.

Cuando Franco iba bajo palio
Capó también recuerda que de la Memoria Histórica también forman parte los 498 martires de la cruzada que van a ser beatificados en Roma, y en este sentido, advierte de que ?la Iglesia Católica fue parte activa en esta confrontación civil y lo fue como víctima, pero también como verdugo. Como víctima merece todo nuestra consideración (??) como verdugo debe recibir nuestra más contundente repulsa. Fue un verdugo cruel e implacable. Y no sólo durante los años de guerra, sino en la posguerra en la que unió su destino al del franquismo??.