El envoltorio -- Pedro Serrano

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Enviado a la página web de Redes Cristianas

Ante un paquete regalo casi nadie presta atención al envoltorio y todos ansiamos conocer su contenido. Sin embargo, ante las personas, solemos fijarnos más en la envoltura que en lo que hay en su interior. E incluso, una vez reconocido el valor interno, tal vez sigamos más interesados en el continente que en el contenido.

Es decir, que, a pesar de ser seres pensantes, seguimos guiándonos más por el instinto que por la razón. Y este hecho se da, sobre todo, en la elección de pareja, pues se sabe, por ejemplo, que los animales eligen a sus parejas entre los mejor constituidos, es decir los más fuertes y simétricos, porque esas características significarían que gozan de buena salud y, por tanto, asegurarían una descendencia más sana y robusta. Sin duda, la naturaleza tiene reglas poderosas que también a los humanos nos hacen claudicar.

Sí, ya sé que también nos enamoramos de la inteligencia y de los valores personales superiores, pero el envoltorio de nuestros cuerpos sigue siendo un valor nada desdeñable para tener buena autoestima, encontrar pareja, trabajo o incluso amigos; o un motivo para ser rechazados por nuestro aspecto o color de nuestra piel.

/ Antoñán del Valle (León)