El agua, preocupación ecuménica en Lima -- Verónica Flachier

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«El agua debe ser para todos y todas, porque es la sangre de la Madre Tierra», fueron las palabras de la congresista peruana María Sumire durante su intervención en el panel realizado durante la Conferencia: Agua para la Vida y la Creación, realizada en Lima-Perú del 23 al 25 de Noviembre. La reunión fue convocada por la Red Ecuménica del Agua ?REDA- y el Consejo Latinoamericano de Iglesias ?CLAI-.

El encuentro congregó a pastores de diversas denominaciones, sacerdotes, laicos, técnicos y administradores ambientales, líderes de movimientos sociales y políticos, geólogos, sindicalistas, periodistas, representantes de organizaciones no gubernamentales, líderes de comunidades de pueblos originarios, provenientes de Costa Rica, Guatemala, El Salvador, Brasil, Colombia, Perú, Bolivia, Ecuador, Costa Rica, El Salvador, Argentina, Chile, Uruguay, Guatemala, Paraguay y Alemania.

Entre los asistentes se encontraron Nilton Giese, Secretario Ejecutivo del CLAI, Maike Gorsboth y Michael Windfuhr, Secretaria Ejecutiva y Presidente de la REDA, respectivamente. El encuentro apuntó a hacer un abordaje del derecho humano al agua, es decir, del derecho de todos y todas a disponer de agua suficiente, salubre, aceptable, accesible y asequible para el uso personal y comunitario, todo ello analizado desde la perspectiva ético-teológica que desafía a la Iglesia a asumir una postura crítica y de denuncia frente a la realidad que nos revela que el agua está en pocas manos, que los sectores más empobrecidos y vulnerables son los que más tienen que pagar por un bien al que casi no tienen acceso, producto del ejercicio de un modelo de ?desarrollo?? que depreda y oprime al más débil y ante lo cual la Iglesia no puede ni debe permanecer impasible.

?Dios es el centro de valores y actitudes, no es dogma. Ser cristianos hoy en día no es solo hacer una declaración de fe??relacionarnos con Dios es relacionarnos con los derechos propios y los de los demás?? Estas las afirmaciones del Pastor Rafael Goto, quien sostuvo además que toda acción humana debe estar orientada a la re-construcción de la comunidad ?koinonía- en la que prime el criterio de participación y solidaridad, y en el que la ética sea el código y el denominador común de las relaciones de justicia y bienestar. Añadió que el shalom no es solo sinónimo de tranquilidad y paz, sino del compromiso de cada ser humano como actor de un mundo cuyos bienes nos son comunes y que por lo tanto todos debemos sentirnos dueños y siervos en co-existencia y co responsabilidad, desde la perspectiva integradora que nos une más allá de la perspectiva de fe.

Michael Windfuhr, Presidente de la REDA, sostuvo por su parte, que es obligación de los estados respetar, proteger y garantizar el derecho del acceso a agua segura, y que ningún estado tiene derecho de estratificar su uso.

El secretario del CLAI, Rev. Nilton Giese, afirmó que en muchos de los países de América Latina, el poco acceso al agua potable de gran parte de sus poblaciones muestra que el Estado no se hace presente. En ese sentido, Giese manifestó que las iglesias deben cooperar no sólo con la solución al problema inmediato de la falta de agua, sino con otras acciones como la organización de la población y la articulación de organizaciones permanentes para situaciones de emergencias.

El énfasis de la jornada que duró tres días giró alrededor de la necesidad de que la gestión del agua esté siempre respaldada por las comunidades organizadas en torno a la defensa del derecho al agua. Para sostenerlo, varios de los y las asistentes narraron las experiencias de sus países, en los que se viene combatiendo en todos los espacios de incidencia práctica posibles, aún a riesgo de la seguridad y la vida de los líderes comunitarios. Adicionalmente, se hizo visitas de campo a diversas zonas urbano marginales de Lima para constatar el poder y la fuerza de la organización ciudadana que ha asumido su rol de agente de cambio y transformación de su comunidad.

Al cierre de la consulta se estableció un mecanismo de seguimiento que permita la continuidad y el monitoreo de los compromisos ?personales o institucionales- asumidos en ésta, cuyas líneas de acción apuntan a fortalecer la reflexión bíblico teológica; la información y educación ciudadana; la participación e incidencia pública y política; y el fortalecimiento de las redes ecuménicas, a nivel local, nacional y regional.

La Red Ecuménica del Agua (REDA) es una iniciativa impulsada por el Consejo Mundial de Iglesias (CMI), y en la que están alrededor diferentes iglesias y organizaciones cristianas que buscan el acceso universal al agua dentro de un marco de justicia social y ecológica.