Elplural.com analiza los libros de Educación para la Ciudadanía
La afirmación de que Educación para la Ciudadanía promueve la promiscuidad ha sido repetida a lo largo de los últimos meses por las madres objetoras de conciencia de forma incesante y con casi tanta frecuencia como los autodenominados defensores de la familia han criticado constantemente la asignatura de nueva creación, porque, a su entender, suponía un nuevo ataque del Ejecutivo Socialista a una de las instituciones más importantes de nuestra sociedad: la familia.
Bajo estos precedentes, me sumergí en la lectura del séptimo capítulo de la Editorial SM de Educación para la Ciudadanía temiendo encontrarme con algo parecido a una especie de panfleto, desde el cual se atacara sin piedad a la familia y se instara a los estudiantes adolescentes a llevar una vida sexual promiscua y alejada de todo orden moral.
Capítulo 7
Sin embargo, en esta lección de EpC no me encontré con nada parecido a lo anteriormente proclamado y predicado por los sectores contrarios a la implantación de esta asignatura. En cuanto a la sexualidad, se afirma en el capítulo titulado La convivencia con los demás, que el sexo se debe practicar de forma responsable y que todas las sociedades han establecido normas morales y jurídicas para regular la sexualidad, porque, entre otras cosas, una persona que se deja llevar por sus deseos sin pensar en otra cosa no respeta los derechos de los demás. La sexualidad humana, se aclara en el manual, está orientada al establecimiento de fuertes vínculos afectivos entre los seres humanos y a la procreación.
Ternura, afecto y cariño
Lo más parecido que me he encontrado a una posible promoción de la promiscuidad ha sido la afirmación de que, quienes tienen relaciones sexuales no son 2 cuerpos, sino 2 personas y que, por esta razón, a lo largo de toda la historia, los humanos hemos intentado rodear el sexo de ternura, afecto y cariño. Aún así, realmente no creo que esto anunciado sea motivo suficiente para permitir e instar a un alumno de educación secundaria a no asistir a una asignatura a lo largo de todo un año académico. Quizás, pensé, el problema estaba en el apartado dedicado a la familia.
La familia
Pero en el apartado dedicado a la familia tampoco encontré nada que pudiera ser considerado como un ataque a esta, sino, al contrario, en esta asignatura se elogiaba a esta institución, e incluso se lleagaba a afirmar que, la familia es el verdadero núcleo de la sociedad y la institución más valorada por los españoles.
La composición de la familia
La familia, se afirma en este capítulo, está compuesta por los padres y los hijos que viven con ellos. Las familias en la actualidad son menos autoritarias, más igualitarias y más pequeñas. En los últimos tiempos, han aparecido nuevo tipo de familias como las monoparentales (en las cuales los hijos viven solo con uno de los padres debido a una separación, divorcio o fallecimiento de uno de ellos o a la decisión de una persona sola de tener o adoptar hijos), o familias reconstruidas tras un divorcio o una separación.
Feliz
Una vez terminado este capítulo respiré más tranquilo ya que ni se atacaba a la familia, ni se incitaba a los jóvenes a llevar una vida promiscua y alejada de todo orden moral. En cuanto se lean el capítulo las objetoras y los defensores de la familia, pensé realmente feliz, seguro que acaba toda la polémica concerniente a esta asignatura y todos se felicitan por la implantación de Educación para la Ciudadanía. El problema, pensé poco después, es que para que esto suceda, objetores y defensores de familia deberían leer el manual antes de que dé comienzo el nuevo curso y, con tantas cosas que todos los días tienen por las que quejarse, quizás no les dé tiempo a hacerlo. Confiemos que sí.
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