Ecuador -- Grupo de Presbíteros católicos «Yahuarcocha»

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Moceop

Ecuador
Creíamos que el pueblo ecuatoriano ya no era prisionero de obispos y curas católicos hasta que un obispo extranjero, el español Antonio Arregui, del Opus Dei, el obispo de Guayaquil pretendió movilizar a obispos y religiosos, y al pueblo ecuatoriano por el voto negativo a la Nueva Constitución movilizando al Cristo del Consuelo a una misa campal. Gran parte de católicos ecuatorianos han rechazado tal propuesta por considerar influencia negativa que en todo caso, no debe intervenir la religión católica

No solamente la Historia Universal del pasado o la actual Unión de Estados Europeos rechazan la propuesta del Papa Juan Pablo II para que la cúpula de la iglesia católica no intervenga en asuntos que no son de su competencia, es el mismo Jesús con su Evangelio el que rechaza actitudes de la Iglesia católica y busca el CAMBIO.

Efectivamente la Historia Universal condena la persecución de judíos, el fracaso de las cruzadas, los procesos contra supuestos herejes que no pensaban como el Papa, la quema de brujas, los crímenes de la inquisición, el Sílabus de Pío IX que condena todo progreso, el colonialismo, las guerras de religión, la solución errónea de muchos problemas, los compromisos de la Jerarquía con determinados sistemas sociales, políticos y doctrinales, sus fracasos en cuestión de esclavitud, las guerras, la mujer, en la cuestión social, en cuestiones históricas o científicas como la teoría de la evolución etc, etc.

Es la Unión Europea de naciones la que rechaza la insistente propuesta del Papa Juan Pablo II de introducir en la Constitución que la iglesia católica ha contribuido a la civilización europea

Pero es el mismo Jesús con su evangelio elaborado para todos los tiempos el que condena la crisis, la traición y el fraude a la humanidad entera de la cúpula de nuestra iglesia. En efecto Jesús vino y dio su vida por todos, pero en especial por los pobres, los enfermos, las mujeres, las lesbianas y prostitutas, los homosexuales, los ladrones, los desequilibrados que podemos ser la mayoría de seres humanos, su palabra y sobre todo los ejemplos de su vida son para los más necesitados. «No he venido para los sanos, sino para los enfermos» Los sanos no necesitan médico. Ese es el Jesús que amamos todos.

Grupo de Presbíteros católicos «Yahuarcocha»

Movimiento Monseñor Leonidas Proaño