Ex-párroco de la dolorosa de la ferroviaria explica al pueblo.
Ante la incomprensión de algunos y la admiración de otros, siento que debo explicar mi situación, sobre todo para invitar a la reflexión de todos: Acepté ser presbítero para el bien de mi pueblo. Fui verdadero célibe por más de 25 años, inclusive negándome a varias mujeres que se me ofrecían, tal vez porque creían que tenía mucho dinero, que nunca tuve más de lo necesario. Sin embargo, les di lo poco que podía, pero que no me molesten
A mi regreso de una beca de estudios en París, el Presbiterio de Ambato por unanimidad me eligieron vicario de Pastoral. Acepté creyendo que podría aplicar en la diócesis las normas del Concilio Vaticano II. Pero al cabo de cuatro años fui desautorizado por gran parte del presbiterio que sintió que estaba desestabilizando lo establecido. De tal forma que me echaron del cargo. Al verme en la calle por algún tiempo, hice mi familia con una mujer que me ha resultado excelente, casi divina. Dos hijos regalo de Dios: uno que cumple 30 años el 25 de Diciembre.
Una inspiración que la considero de lo alto: «Sea también pastor de una comunidad». Solicité a Monseñor Vicente Cisneros la parroquia la Dolorosa: comunidad muy buena, pero, en ese tiempo, llena de problemas El primer párroco se había casado y se fueron a Australia; el segundo y tercero alcohólicos, también se casaron. Sus esposas muy buenas los reformaron y tienen hoy sus excelentes hogares. Ustedes les conocen: verdaderos padres: Pepe Arellano y Carlos Leon, mis buenos amigos hasta el día de hoy
Hemos pasado treinta años en la Dolorosa. Hemos construido una casa social de siete pisos con ascensor, por el valor aproximado de un millón de dólares. Pensaba que allí podía realizar el proyecto post Conciliar. Todo es municipal pues el terreno fue donado al Municipio por la familia Albornoz Sánchez a condición de que allí se construya un templo católico, para lo que entonces era un barrio. Todos han conocido mi situación de presbítero con familia, franco, abierto y verdadero: Obispo Vicente Cisneros, Catequistas y comunidad han visto nuestra vida de familia. No hemos vivido en la Dolorosa pero hemos estado unidos en la herencia de nuestros padres y nunca nos ha faltado nada.
En la actualidad he sido expulsado de la Dolorosa por el obispo Germán Pavón, que a pretexto de que tengo más de setenta y cinco años, dice qué me jubila, cuando hay más de una decena de presbíteros mayores de 75 años a quienes no les jubila y sólo les jubilará a los que tratan de pensar diferente de la estructura de papas, cardenales y obispos. Todo el mundo sabe que Cristo vino para su pueblo y nosotros somos servidores de ese pueblo bien amado de Dios
El mundo ha visto que más de cien mil presbíteros han dejado el servicio de las parroquias por realizarse con sus Familias, pero han sido obligados a dejar su servicio a las comunidades por la autoridad de los célibes
Cuestionamos la corrupción, la mentira y la hipocresía de gran parte de los célibes; la domesticación de los bautizados por muchos siglos de la iglesia. «si no saben organizar sus propias familias, ¿como pueden organizar al pueblo de Dios?» (S. Pablo 1 Tim. 3 y ss.) «crezcan y multiplíquese» , dice Dios en el primer libro de la Biblia. ¿Y los derechos humanos? ¿Y a que edad madura el ser humano?
Jesús el enviado de Dios no tiene reparo en escoger de los 12 apóstoles 11 casados e incluso sana a la suegra de Pedro, el primer papa. Nos sentimos felices con nuestras familias. Porque además es costumbre de los apóstoles llevar a su familia a los lugares donde van a evangelizar (1 Cor. 9, 3 ss.)
Son siglos de lucha de célibes que han sabido vender tan bien su herejía de célibes y ante el silencio de la estructura jerárquica, acudimos al tribunal del pueblo cristiano que juzgue esta actitud, ya que Cristo vino a salvar a su pueblo y no sólo a la Jerarquía de la comunidad .