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Fuente: Observatorio eclesial
La Reforma Española, es la Reforma para todos los hispanohablantes
En este presente artículo, la intención es hacer una vista muy panorámica de nuestra Reforma Protestante, los principales personajes y algunas de las obras legadas que llegan a nuestros días para alimentar la Iglesia del
Señor. Siempre cuando llegan estas fechas es inevitable mirar al reformador alemán Lutero y recordar sus 95 tesis, es justo hacer esto, porque es lo que realmente dio fecha a que podamos conmemorar dicho acontecimiento y así tener un día de la Reforma.
También gracias a Dios, ya hay algunos autores ?en este y otros medios? que han escrito y escriben sobre la Reforma Protestante Española, algunos desde el «otro lado del charco», pues la Reforma Española, es la Reforma para todos los hispanohablantes. La intención de este artículo, sin dejar de mirar a la Reforma en el resto de Europa, es que podamos poner los ojos en
nuestra propia Reforma Protestante y conocer un poco más de ella.
Características de la Reforma Protestante española
Durante años, Dios fue preparando un «caldo de cultivo» para que la Reforma fuera un hecho en algunos de los países de Europa occidental. La aparición del humanismo del siglo XVI, también llamado erasmismo, trajo la creación de universidades queriendo ir a las fuentes. Esto sucede que haya un regreso a autores clásicos, a la patrística y lo que es más importante a la
Biblia desde el griego y el hebreo.
Las universidades humanistas preparaban a los teólogos y lingüistas para poder interactuar directamente con las fuentes, y esto propició que a muchos se les cayera la venda de los ojos y pudieran abrazar el Evangelio puro y claro. En España, gracias a la reforma isabelina, también conocida como la reforma cisneriana ?por el cardenal Cisneros? provocó la creación de la Universidad de Alcalá.
En dicha universidad estudian personajes muy importantes como Juan de Valdés, que años más tarde publicará un libro llamado Diálogo de la doctrina cristiana, este libro servirá como inspiración junto
con otras de sus obras a los demás reformadores españoles.
Juan de Valdés fue uno de los detonantes de esta Reforma, de origen converso y posiblemente alumbrado, estos rasgos nos indican una fuerte espiritualidad, uniéndolos al conocimiento de las Escrituras y la teolo-
gía, donde pudo interactuar con obras de Lutero y otros reformadores, pues estas obras llegaron a Alcalá.
De Alcalá también salió Pedro de Lerma, muy cercano y seguramente de influencia a Francisco de Enzinas.
Allí también se formaron personajes importantes como Francisco de Vargas, Constantino de la Fuente y Juan Gil «Doctor Egidio», los tres de origen converso de igual manera, fueron también docentes en dicha institución, pero que tuvieron que salir de la Universidad porel edicto de limpieza de sangre, que prohibía a los conversos participar de las universidades.
Fueron acogidos por un arzobispo humanista en Sevilla, llamado Alonso
Manrique.
Allí los tres tomarían lugares de influencia, tanto en la catedral como predicadores, profesores de la universidad de Sevilla, así pudieron influenciar en otros personajes claves en el monasterio de San Isidoro del Campo en Santiponce, como Juan Pérez de Pineda, Casiodoro de Reina, Cipriano de Valera, Antonio del Corro, entre otros; mujeres como Isabel de Baena y nobles como un integrante de la familia Ponce de León.
Como también sin olvidar la influencia que tuvieron en la Reforma en Valladolid. Debido a la persecución de la inquisición tuvieron que salir la mayoría de los protestantes o también podemos llamarlos católicos reformados, que es como se sentían muchos cómodo con esa
descripción.
Con esa muy resumida descripción del comienzo de la Reforma en España, la intención ha sido ver algunas de sus peculiaridades. Comienza como un movimiento independiente de las otras corrientes protestantes de Europa, es una reforma autóctona con sabor español, esto lo vemos en las obras de dichos reformadores.
Obviamente no puedo mencionar a todos y todas las obras, por el bien del espacio de este artículo. Pero si en España se hubiera consumad la Reforma en el siglo XVI, estaríamos hablando de una vía distinta a las co-
nocidas hoy.
Los Reformadores en el exilio
Con el endurecimiento de los procesos de la Inquisición, que llevan a una férrea persecución hacia los católicos reformados (protestantes) españoles y esto les empujaa salir del país y otros a morir en la hoguera
como el caso del carismático Julián Hernández «Julianillo».
A mediados de la década de los sesenta del s. XVI, ya no quedaba en la vida pública la fe protestante en España. Nuestros reformadores fueron a los países de Europa no dejando de ser relevantes y muy influyentes
para el desarrollo de la Reforma Protestante.
Tal caso es Francisco de Enzinas, estudiante en Wittenberg, inquilino en la casa de Felipe Melanchthon, dicho por Melachthon, que Enzinas era su mejor alumno, llegaron a ser muy buenos amigos, prueba de ello son
las cartas que se conservan en el Epistolario del reformador español.
Enzinas se convierte en el primer traductor del Nuevo
Testamento del griego al castellano en 1543, obra que
le costó pasar unos años en prisión después de presentárselo al emperador Carlos V, pero finalmente pudo escapar.
Tuvo relación con todas las corrientes protestantes de Europa ?luteranos, reformados, anglicanos, e incluso con anabaptistas y personas dudosas para las demás confesiones?. Esto muestra un rasgo, que vemos común en los reformadores españoles, que buscaban siempre la comunión y la unidad de la Iglesia.
Era muy cercano además de a Melanchthon, a Bullinger, Vermigli, Bucero y en los últimos años también a Calvino. También cercano a Enzinas tenemos a Juan Diaz, un español muy prometedor, que fue mano derecha de Martín Bucero y secretario en el II Coloquio de Ratisbona entre protestantes y católicos romanos.
No sé si puedes percibir la importancia de este dato, un
español en primera línea de unas conversaciones de
transcendencia mundial, un español en primera línea
del protestantismo. Este hecho, le costó la vida en manos de su propio hermano carnal, católico romano acérrimo, que no pudo soportar el hecho de tener un hermano en la fe protestante.
Otro influyente, fue Juan Pérez de Pineda, quien fue el
primer pastor ordenado español, sirvió en la iglesia de
refugiados españoles en Ginebra. Por eso, la iglesia
protestante española no murió, fue trasladada en las
iglesias de los refugiados a otras partes de Europa, en
lugares como Alemania, Suiza, Inglaterra, Países Bajos
se predicaba y se adoraba a Dios en castellano.
También Pérez de Pineda escribió obras como un catecismo e hizo la revisión en 1556 del Nuevo Testamento.
Se puede nombrar a Antonio del Corro, gran conciliador
entre reformados y luteranos, abierto a recibir con amor
a los anabaptistas. Pero quiero centrarme en otro gran
influyente, Casiodoro de Reina, no pretendo escribir
una biografía, sino que esto te sirva como introducción
a buscar más de la Reforma española.
?l fue quien tradujo y publicó por primera vez la Biblia
completa de los idiomas originales al castellano en
1569, la conocida como Biblia del Oso. Pero también
escribió, entre otras obras, una confesión de fe.
Conocida como la Confesión de fe de
Casiodoro de Reina, la confesión de fe
española, escrita por un español para
la iglesia protestante española. Si quieres saber más
sobre esto lee hasta el final del artículo.
Cipriano de Valera, también un referente por sus obras y por la revi-
sión de la Biblia al castellano de 1602.
Pero no quiero terminar este escrito sin recordar nuevamente a la Reforma en Valladolid y esos cristianos que sufrieron y dieron su vida por el Evangelio, aquellos quienes honramos hoy para gloria de Dios. La familia
Cazalla con Agustín de Cazalla como personaje más relevante, también influenciado por la Universidad de Alcalá.
La familia De Seso, con Carlos de Seso de origen italiano, quizás convertido por la influencia en Nápoles de Juan de Valdés. También un recuerdo a la familia Rojas. Sin olvidarnos del cardenal Bartolomé de Carranza, muy interesante su proceso que invito a que puedas leer.
Durante los siglos XVI, XVII XVIII hasta el XIX, hubo
siempre un remanente, también dentro y fuera de España de protestantes españoles. Nombres como, Adrián de Saravia, Marcos Pérez, Juan Nicolas y Sacharles, Juan Aventroot, Jaime Salgado, Juan de Luna,
Fernando de Texada, Vicente Joaquín Soler, Miguel de
Montserrate, Pedro Pineda, Antonio Galvín y varios
más. Del siglo XIX ya se conocen mejor, como Manuel
Matamoros, Juan Bautista Cabrera, Antonio Carrasco,
Luis Usoz y Río con su biblioteca y otros más.
Un legado que nos habla de que si hubo Reforma española
La pregunta que siempre me hacen es, ¿hubo Reforma
en España?, mi respuesta: Si, si la hubo, aunque no se
consumó. Prueba de ello es su característica autóctona
e independiente, en el que la mayoría de los reformado-
res españoles no se casaban plenamente con una de
las reformas europeas, su carácter reconciliador y
abierto hacia otras confesiones y su particularidad del
énfasis de una fe viva.
La Reforma española consta de las siguientes etapas.
Una primera, con una actitud más reformista desde
dentro de la iglesia establecida, en sintonía con las de-
más corrientes, pero independiente, que la Inquisición
trató de borrar del mapa, prácticamente consiguiéndolo,
pero sin acabar con el gen que florecería siglos des-
pués.
La segunda etapa los influyentes en Europa: los espa-
ñoles fueron muy influyentes a lo largo de los siglos
como se ha podido ver, fueron grandes misioneros. Una
tercera, el movimiento misionero del siglo XIX: no me
gusta llamarlo «Segunda Reforma» porque forma parte
de la misma Reforma no consumada, pero con una ex-
presión distinta.