Enviado a la página web de Redes Cristianas
DECLARACIÓN DE LA PLATAFORMA ANDALUCÍA VIVA
4 de Diciembre, Día Nacional de Andalucía, 2025
El 4 de diciembre de 1977, hace ahora 48 años, fue el día más importante de la historia contemporánea de Andalucía.
Ese día, en nuestras calles, nos autorreconocimos como Pueblo y reivindicamos los instrumentos políticos necesarios para enfrentarnos por nosotros mismos a los gravísimos, y en algunos casos seculares, problemas que sufríamos: desempleo, caciquismo, emigración forzosa y déficit en educación, sanidad, vivienda y cultura.
Todos ellos resultado del papel de colonia que se nos ha obligado a desempeñar desde hace siglos y que se acentúa hoy por el triple extractivismo -económico, cultural y político- que sufre nuestra Matria andaluza en el marco del capitalismo globalizado, neoliberal y patriarcal, y de la partitocracia que caracteriza al Estado español en la Segunda Restauración Borbónica que fue resultado de una reforma del franquismo y no de la ruptura con este.
48 años después de aquel día memorable, Andalucía no es ya la misma de entonces, pero, haciendo realidad la famosa frase “que todo cambie para que nada de lo verdaderamente importante cambie”, continuamos estando, estructuralmente y en relación con las otras naciones y regiones del Estado español y de Europa, en el mismo lugar que estábamos entonces. Ninguno de nuestros problemas se han solucionado, sino que se han acentuado, y han surgido otros nuevos, como la turistización salvaje, la imposibilidad para muchos, especialmente los jóvenes, de acceder a una vivienda y el riesgo de pobreza incluso para quienes tienen un empleo.
La autonomía, que con tanto esfuerzo conseguimos ese otro día histórico que fue el 28 de Febrero de 1980, apenas si ha servido sino para multiplicar la nómina de los “políticos de oficio” -como los denominó en su tiempo Blas Infante- y para convertir a Andalucía en un escenario principal de la permanente pugna entre los dos partidos dinásticos (PSOE y PP) por gobernar en el Estado sin atender a las necesidades de nuestro pueblo ni reconocer a este como sujeto político soberano.
Asistimos, además, a una gran ceremonia de la confusión. El 4 de Diciembre, que es nuestro Día Nacional, al que durante décadas solo siguieron fieles muy pocas organizaciones de nuestra Matria -porque pronto fue abandonado por el PSOE y los otros partidos españolistas para construir un relato sectario y partidista del proceso autonómico-, ha sido rescatado como “día de la bandera” por parte del PP gobernante en la Junta -degradando su significado- y es utilizado como excusa por las franquicias o delegaciones en Andalucía de los partidos que se autositúan como “a la izquierda del PSOE” para presentarse como supuestamente andalucistas e incluso como “soberanistas”, lo que es totalmente incompatible con sus propias dependencias orgánicas y se contradice con el papel que desempeñan en las instituciones en las que tienen representación.
Es difícil de entender que partidos y organizaciones que sí son exclusivamente andaluces acepten cada año el papel de legitimar a dichos partidos como si lo fueran, firmando conjuntamente una misma convocatoria en la que la palabra “soberanía” está vaciada totalmente de contenido político.
Creemos que ello es un error porque supone participar en la ceremonia de la confusión colaborando al verdiblanqueamiento de organizaciones que solo visten con esos colores una vez al año o cuando oportunistamente lo creen favorable a sus intereses electoralistas. Por eso la plataforma Andalucía Viva no está incorporada a la autodenominada “plataforma 4D” ni participa como tal en la manifestación del domingo anterior a dicha fecha.
Creemos que sí existen denuncias políticas en las que toda la izquierda, sea estatal o andaluza, o incluso todos los demócratas, podemos y debemos confluir, pero no es el caso respecto a la reafirmación de nuestra soberanía nacional, porque reafirmarla es una contradicción insalvable -en realidad, un simple postureo- cuando la hacen partidos y organizaciones que ni creen ni pueden creer en ella, por lo que si dicen asumirla es a costa de vaciarla totalmente de contenido político.
Desde Andalucía Viva creemos que no contribuir a la confusión es un prerrequisito para poder avanzar en la larga marcha hacia la toma de conciencia por parte de las andaluzas y andaluces de lo imprescindible de ejercer ese nuestro derecho a la soberanía: a autogobernarnos libremente sin otros límites que los que decidamos nosotros mismos.
Y ello pasa por no aceptar que se disfrace la realidad y por hacer, en la medida de nuestras posibilidades, pedagogía sobre la necesidad de contar con los instrumentos imprescindibles para encarar con posibilidades de éxito los múltiples problemas que son resultado de esa triple dependencia -económica, cultural y política- de la que debemos liberarnos, superando el estadio actual del simple quejío por lo que son sus resultados y rechazando que Andalucía, en el ámbito institucional, sea un simple escenario donde se represente el teatrillo de la pugna por el poder entre los partidos que encarnan las dos columnas centrales del régimen que mantiene a Andalucía como una colonia interna del Estado español.
*¡¡¡VIVA ANDALUCÍA LIBRE!!!*

