Estaba pensando qué podía escribir al comienzo de esta Semana Santa, que pudiera servirme en estos momentos de tanto dolor, incertidumbre, desasosiego y angustia. Algo que me ayudara a llevar mejor el confinamiento, a permanecer con calma e intentar salir lo más indemne posible de esta pandemia global.
Y, de pronto, me asaltaron dos frases que me conmovieron y desestabilizaron mis ideas preconcebidas:
?Espero compasión y no la hay; consoladores y no los encuentro?? (Sal 69,21).
?Consolad, consolad a mi pueblo, dice vuestro Dios?? (Is 40,1). ··· Ver noticia ···
Registrarse
¡Bienvenido! Ingresa en tu cuenta
¿Olvidaste tu contraseña? consigue ayuda
Recuperación de contraseña
Recupera tu contraseña
Se te ha enviado una contraseña por correo electrónico.