El miércoles 25, al cumplirse treinta años de la Final del Campeonato Mundial de Fútbol del 78 se realizó, en la sede del Instituto Espacio para la Memoria, una conferencia de prensa para anunciar los pormenores de La Otra Final, el Partido por la Vida y los Derechos Humanos.
Periodistas de medios nacionales e internacionales escucharon con atención las palabras de Mabel Gutiérrez, de Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas; Adolfo Pérez Esquivel, del Servicio Paz y Justicia; Alba Lanzillotto, de Abuelas de Plaza de Mayo; Taty Almeida, de Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora; Miguel Montserrat, de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos; Irma Medina de Herman@s de Desaparecidos por la Verdad y la Justicia; Osvaldo Ullrich del Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos; del abogado Beinusz Szmukler, miembro del Consejo Directivo y de la Directora Ejecutiva del IEM, Ana María Careaga, quienes destacaron la importancia de este acontecimiento, en homenaje y reivindicación a los treinta mil detenidos-desaparecidos y como acto de desagravio al deporte y a la sociedad toda.
Se confirmó la participación de los jugadores Leopoldo Luque, Omar Larrosa, Ricardo Villa, René Houseman, Héctor Baley, Oscar Ortiz, de la selección del 78 y la actuación de Luis Alberto Spinetta, Juan Carlos Baglietto, Liliana Herrero, Lito Vitale, Daniel Viglietti, Arbolito, La Bomba de Tiempo, Sara Mamani, Horacio Fontova y Liliana Vitale.
Alba Lanzillotto agradeció especialmente la participación de los jugadores de la selección del 78, a quienes se dirigió ?les agradezco que se sumen a este partido por la Vida y los Derechos Humanos».
La Otra Final: cronograma de actividades del domingo 29 de junio
12:00 hs. Marcha desde la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA, Av del Libertador 8.100) hasta el Estadio del Club Atlético River Plate, llevando la Bandera con las fotos de los detenidos-desaparecidos.
15:00 hs. Partido entre dos combinados integrados por jugadores de la Selección Nacional -Sub-20, algunos jugadores del ‘ 78 y jóvenes no profesionales
16:30 hs. Recital. Tocarán Luis Alberto Spinetta, Juan Carlos Baglietto, Liliana Herrero, Lito Vitale, Daniel Viglietti, Arbolito, La Bomba de Tiempo, Sara Mamani, Horacio Fontova y Liliana Vitale.
Mundial 78 ¿»La fiesta de todos»?
En estos días se cumplen 30 años del Campeonato Mundial de Fútbol de 1978. La Dictadura más sangrienta que haya conocido nuestro país aprovechó un hecho excepcional para la Argentina: ser sede del Campeonato Mundial. Y lo utilizó para ocultar las denuncias de violaciones a los derechos humanos que se multiplicaban en el país y en el exterior.
Este evento multitudinario tuvo fuertes vínculos con el proyecto económico del llamado ?Proceso de Reorganización Nacional??, que a partir del Golpe del 24 de marzo de 1976 instauró el Terrorismo de Estado como parte de una estrategia global para América Latina, implementando un régimen represivo que por su naturaleza, dimensión y modalidades no tiene precedentes en la historia nacional.
El miedo operaba, se multiplicaba, se propagaba, pero en 1978 también se festejó. Mientras miles de argentinos sufrían torturas, desapariciones y muertes, otros miles de argentinos salían a las calles transitando lo que Dictadura llamó: «La fiesta de todos»
El otro mundial: centros clandestinos y desapariciones
Para el Mundial ’78 se construyeron o acondicionaron seis estadios de fútbol en Mendoza, Rosario, Mar del Plata, River Plate y Vélez Sársfield de Buenos Aires. Cada uno de estos tuvo en un radio cercano un Centro Clandestino de Detención, Tortura y Exterminio en funcionamiento. En la Argentina hubo más de 520 Centros Clandestinos cuya existencia y actividad respondía a un objetivo operacional con recursos financieros, humanos y de infraestructura del Estado. En la Ciudad de Buenos Aires, y de acuerdo a cifras del Archivo Nacional de la Memoria, existieron más de 45 Centros Clandestinos de Detención, Tortura y Exterminio, de los cuales más de la mitad fueron comisarías.
Mientras se celebraba el triunfo en la final ante la selección holandesa, el 25 de junio en River Plate, el más paradigmático de los estadios mundialistas, a metros, en la Escuela de Mecánica de la Armada, otro paradigma pero del horror, se secuestraba, se torturaba, se robaban niños arrancándoselos a sus madres y se arrojaba a detenidos-desaparecidos vivos al mar en los llamados «vuelo de la muerte» desde aviones de las Fuerzas Armadas.
El rol de los medios de comunicación
La propaganda de la Junta mostraba a una Argentina feliz y pujante tratando de contrarrestar la supuesta campaña extranjera en contra del país. La mayoría de los medios locales de comunicación, por censura o por abierta complicidad con la dictadura, construyeron desde las páginas de los diarios y revistas, la radio y la televisión, una realidad ficticia.
Coherentes con el discurso oficial los medios periodísticos difundieron la idea de una «campaña anti-Argentina» y fueron fundamentales para la estrategia de manipulación de la dictadura militar.
Campañas internacionales de denuncia
En Europa, principalmente en Holanda y Francia, se llevó adelante una campaña de denuncia sobre las violaciones a los derechos humanos y hasta se proyectó ?un boicot a la Copa del mundo entre campos de concentración».
La dictadura militar intentó diversas operaciones ideológicas tendientes a la construcción de consenso. Una de ellas fue la Guerra de Malvinas, la otra fue el Campeonato Mundial de Fútbol de 1978.
La realización del evento y la denuncia de una supuesta ?campaña anti-argentina?? desde el exterior fueron dos operaciones mediáticas de la Junta Militar destinadas a construir cierta legitimidad política mientras crecía la presión internacional por violación de los derechos humanos.
El suceso deportivo
Coherente con la estrategia de la dictadura de contrarrestar la ?campaña anti-argentina?? y afianzar su proyecto genocida, el Mundial ?78 intentó mostrar al mundo que el futbolista nacional era dueño de una habilidad innata, pura y que nuestro fútbol desde un rincón remoto del planeta servía de vidriera para mostrar una sociedad en paz. Se mostró a una Argentina vigorosa, unida bajo una única bandera blanca y celeste, pujante, sana y feliz.
Y se utilizó un deporte popular, caro a los sentimientos de todos, para tapar los delitos de lesa humanidad que se estaban cometiendo en toda le extensión del territorio argentino a manos del Terrorismo de Estado.
(Información recibida de la red mundial de comunidades eclesiales de base)