En esta sección irán apareciendo de vez en cuando noticias de grupos de América Latina que mantienen contacto con Redes Cristianas, empezamos con
«La Parroquia cuenta con unos 200 participantes activos. En ocasiones se juntan firmas. En otras se hacen plenarios En este caso, la redacción del texto sobre África fue realizada en un plenario de unas 30 personas. Ello fue debido a dos circunstancias. La primera es que aquí el Carnaval es largo, y una de las manifestaciones populares de amplia raigambre. Un Arte, así con mayúscula en donde la integración de clases y razas se celebra con alegría. Y donde el tema religioso se expresa en forma respetuosa y ecuménica. La otra, es que una Asamblea de Programa del Año se realiza el próximo sábado 15 de marzo.»
PERSPECTIVA SOCIAL DE RESPONSABILIDAD EN LA CONSTRUCCI?N INTERNACIONAL DEL REINO
Un pequeño grupo, en un pequeño país, (Uruguay); siente la necesidad de elevar su clamor ante los graves problemas de África. Como hijos del Padre, nos conmueve la situación, en la que viven y mueren nuestros hermanos de diferentes sensibilidades. Queremos dirigirnos a todos los seres humanos de buena voluntad, siendo conscientes y asumiendo toda la historia social de la que somos herederos. Nos sentimos así porque Jesús nos enseñó atender a las personas en emergencia aún cuando estén transitando por otro sendero.
La sociedad actual, en muchos países de América Latina ha sido construida con aportes de personas, provenientes de diferentes continentes. Una contribución importante la ha aportado el continente africano. Durante parte de nuestra historia, llegó población africana, secuestrada y transportada como forma de extraer recursos de África y América Latina. Y no fue menor su contribución a la Independencia de nuestros países.
Hoy África no puede parar la desertificación, se suceden las hambrunas y se sufren verdaderos holocaustos. Hay causas históricas que explican lo que está sucediendo. Los cristianos debemos asumir esa cruda realidad en actitud profética. Por eso nuestro clamor dice que no habrá posibilidad de esquivar la crisis internacional, si no se incluye una verdadera política de solidaridad humanista con África.
Los países del continente no necesitan dádivas que encubran la corrupción que alimentan y de la que son cómplices quienes adoran el ídolo dinero. Lo que se necesita con urgencia es el crecimiento de la ayuda internacional humanista, respetuosa de las tradiciones y anunciadora de la actitud de Cristo. Una convivencia de hermanos, que busque respuestas conjuntas poniendo nuestra disponibilidad a los problemas presentes. Confiados que la misma sirve y respeta la intención del espíritu que llama a construir el reino en tierras africanas.
No podemos dejar de tener presente en nuestras oraciones a aquellos obispos, imanes, sacerdotes, religiosos y religiosas que en condiciones extremas interpretan el espíritu. Y ponen su vida a favor del diálogo interreligioso que trata de frenar el odio y terrorismo, funcional a los fabricantes y traficantes de armas.
Es en esta situación que valoramos la próxima visita de nuestro hermano Francisco al medio oriente, en una peregrinación que busca profundizar la construcción de salidas pacíficas, y abrir caminos para quienes se ven obligados a la inmigración.
Y estamos seguros, que en este año hará propuestas que comprometan a todos los organismos, comunidades y cristianos en general. Por adelantado asumimos el compromiso de hacer todo lo posible para el éxito de estrategias que planteen nuevas formas y métodos de actuar en la emergencia.
Sin duda que es absolutamente imprescindible que todos los organismos de la Iglesia en el campo de sus competencias, incrementen el apoyo a todas las iniciativas y elaboren Programas y Proyectos alejados de todo burocratismo.
Estimamos que este esfuerzo merecerá el acompañamiento ecuménico y la apertura de nuevas formas de diálogo interreligioso. Todos los organismos internacionales humanitarios que puedan deberán tener las puertas abiertas para su accionar. Y desde luego es deseable que puedan elaborar una programación convergente.
Muy especialmente, hacemos un llamado a los organismos de la comunidad internacionales, a que pongan en obra medidas desburocratizadoras para que la ayuda llegue a quienes realmente la necesiten.
Concomitante con ello, solicitamos estrategias que permitan a las personas volver a sus pueblos y regiones, recobrando el Don de la libertad que permite crear y recrear y poder hablarle al Padre.
En ese esfuerzo nadie puede excluirse es una tarea de todos los seres humanos, para frenar el holocausto.
Porque todos asumamos nuestras responsabilidades, y estemos junto a Francisco oramos intensamente.